La aprobación del cannabis con fines terapéuticos conllevará como novedad más importante, según las conclusiones de la subcomisión, la posibilidad de dispensar cannabis medicinal en farmacias comunitarias, tal y como reclamaban, por ejemplo, desde los grupos políticos de Unidas Podemos y más grupos de la izquierda.
Un punto en el que el PSOE ha tenido que ceder, ya que su decisión era limitarla a las farmacias hospitalarias. El texto final establece que la distribución será con fórmulas magistrales con extractos o preparados estandarizados de cannabis, que deberían entregarse “a partir de la red de farmacias del sistema de salud, con preferencia en las farmacias hospitalarias y explorando la alternativa de las farmacias comunitarias que puedan reunir los requisitos”.
Disposición de extractos o preparados estandarizados
Como bien ha argumentado la subcomisión al respecto, “disponer de extractos o preparados estandarizados de cannabis como los que están disponibles en otros países europeos, podría permitir dar respuesta a estas necesidades. La existencia de preparados estandarizados, con una composición definida, supone una ventaja en términos de dosificación, estabilidad y manejo”.
Aunque, la subcomisión también advierte que, “debería valorarse” la manera de que los servicios de farmacia puedan elaborar fórmulas magistrales a partir de extractos o preparados estandarizados de cannabis “para su uso directo en determinados casos, asegurando su estabilidad y uniformidad”. Además, una vez más, se ha abierto la puerta al uso de las sumidades floridas (flor del cannabis) o “preparados de otro tipo que estén disponibles en países de la Unión Europea”, pero siempre dentro de “proyectos experimentales”.
Contra endometriosis y el dolor oncológico
En cuanto a las patologías para las que se considera que debe estar indicado el consumo de cannabis terapéutico, se incluye el dolor oncológico y la endometriosis, que en un principio no estaban previstos en el informe de conclusiones inicial del PSOE.
Asimismo, la comisión ha puntualizado que aunque por el momento, “la evidencia científica disponible es limitada en relación con los usos terapéuticos del cannabis y de sus productos, y está restringida a algunos diagnósticos. La investigación aportará luz para poder dilucidar muchos aspectos en el futuro” de forma que el tratamiento podría ser ampliado para otras patologías.
Prescripción por médicos especialistas
Ahora bien, cualquier persona que requiera de este tratamiento podrá acceder a él “exclusivamente” a través de su prescripción por profesionales sanitarios “en un contexto libre de potenciales conflictos de interés, como el que ofrecen los servicios sanitarios”, más concretamente por médicos especialistas. Para ello, las autoridades políticas piden que se promueva la formación en el uso terapéutico del cannabis entre los profesionales de la medicina.
Y para un mayor control, la subcomisión también ha aconsejado la puesta en marcha de un registro centralizado de los pacientes a los que se prescriben y dispensan fórmulas magistrales con extractos o preparados estandarizados de cannabis a partir de los registros de cada Servicio Autonómico de Salud. “Estos registros pueden ser la base para evaluar los resultados obtenidos con el tratamiento en distintos perfiles de pacientes, y así mejorar progresivamente el conocimiento sobre el medicamento y beneficiar, en último término, a los pacientes”, ha justificado la subcomisión.
Pese a apoyar mayoritariamente su regulación en ciertas patologías, la comisión también ha incluido en sus conclusiones una serie de puntos para vigilar que el uso del cannabis medicinal no implica “mayor disponibilidad y consumo de cannabis fuera del contexto clínico“, en línea de lo exigido por PSOE, PP o VOX.
Evaluación periódica del cannabis medicinal
Por último, la comisión ha recomendado que se evalúe periódicamente el uso terapéutico del cannabis y los datos de consumo en la población. De esta forma, cada año la AEMPS, con la participación de las comunidades autónomas, realizaría un informe sobre el uso terapéutico de extractos o preparados estandarizados de cannabis, que incluiría información sobre las opciones disponibles, los servicios que prescriben, los pacientes tratados, y los volúmenes de productos dispensados, así como datos de eficacia y seguridad, con las aportaciones del sistema de farmacovigilancia.
Y por otro lado, para complementar esta información, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas realizaría un informe sobre el consumo de cannabis y de extractos o preparados estandarizados de cannabis en España, con información sobre la frecuencia de consumo en población adolescente y adulta, los indicios de consumo intensivo, los indicios de consumo problemático, las personas que acuden a tratamiento especializado con el cannabis como sustancia principal.
En un plazo de 6 meses desde la aprobación de este informe por la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso, la Agencia Española de Medicamenos y Productos Sanitarios (AEMPS) recogerá estas recomendaciones para que “tengan encaje en la normativa y sean viables, permitiendo la disponibilidad en el mercado farmacéutico de extractos o preparados estandarizados del cannabis”.
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