“A pesar de la coyuntura adversa, hay razones para ser optimistas: Iberoamérica se puede convertir en una de las regiones del mundo con mayor potencial post Covid-19″. Así lo destaca el estudio ‘Por qué Iberoamérica‘, elaborado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI) y presentado este 20 de junio.
Al acto han acudido la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el secretario general iberoamericano (SEGIB), Andrés Allamand; la directora de negocios de BID Invest, Gema Sacristán; la presidenta de CEAPI, Núria Vilanova y el autor del informe, el director de Estudios e Investigación de CEAPI, Germán Ríos.
El análisis, que profundiza en las variables económicas y sociales de la región y en su evolución antes, durante y después de la pandemia, define los principales retos que aborda la región en la actualidad y resalta sus principales fortalezas en momento de incertidumbre, marcado por la postpandemia y, en los últimos meses, por la guerra de Ucrania. Una actualidad compleja de la que la región puede emerger como alternativa a la crisis alimentaria suscitada por el conflicto; en protagonista de un nuevo modelo energético basado en las renovables y en opción fiable para renovar las cadenas de suministro globales.
Los recursos naturales: la principal riqueza
El documento identifica la riqueza en recursos naturales como la principal oportunidad que puede aprovechar la región en un momento crucial de apuesta por economías sostenibles y ‘verdes’ y de lucha contra el cambio climático. Así, el análisis apunta que los países de América Latina albergan hasta el 85% de las reservas mundiales de litio (mineral clave para la fabricación de baterías y en auge por la creciente demanda de coches eléctricos) y posee el 40% de la biodiversidad y el 33% del agua dulce del planeta.
‘Por qué Iberoamérica’ atisba la llegada de un nuevo ‘super-ciclo’ de materias primas como el acontecido en el período 2004-14, que insufló un importante viento de cola a las economías regionales. En esta ocasión, este ciclo viene impulsado por la restricción de la oferta de muchas commodities por consideraciones medioambientales, y por el pujante crecimiento económico y demográfico en países como India (con el consecuente aumento de la demanda de bienes y servicios), lo que aumenta el potencial de los países latinoamericanos como alternativa global.
Además, el estudio resalta al repunte del comercio electrónico durante la pandemia, que ha llegado para quedarse, como otro foco de posible crecimiento para la región. La industria del e-commerce global, que alcanzó picos sin precedentes durante los meses de confinamiento, precisa un fuerte y urgente desarrollo de su infraestructura y requerirá inversiones que entrañarán “una mayor demanda de bienes básicos como hierro, acero, cobalto, platino, plata, cobre y otros metales”. Unos recursos que abundan en el área, “lo que podría convertir a Latinoamérica como uno de los proveedores principales”.
La industria tecnológica se posiciona como otra de las factibles puntas de lanza del crecimiento económico regional. Si bien España y Portugal destacan en términos de digitalización y automatización, los países latinoamericanos son hoy algunos de los más dinámicos del mundo en materia de inversión en startups digitales. En esta línea, el estudio indica que, el año pasado 15.336 millones de dólares de inversión de capital de riesgo fluyeron hacia la región (más que lo recibido en la década previa), con un dominio especial de las Fintech y el comercio electrónico, que aglutinaron más del 64% del capital de riesgo.
Las empresas, agentes de cambio
El análisis mantiene, asimismo, un importante foco en el papel que desempeñan las empresas iberoamericanas de ambos lados del Atlántico -y su estrecha colaboración- de cara a la consecución de todas las oportunidades potenciales que actualmente tiene la región. Y tilda al sector privado regional de agente de cambio “dinámico y socialmente responsable”. “No menos importante, existe un sector privado dinámico, en proceso de internacionalización y consciente los retos sociales y de sostenibilidad de Iberoamérica. Y de su papel en el nuevo contrato social post-pandemia”, se indica.
En este sentido, destaca la posición de España como segundo inversor en Latinoamérica, solo por detrás de EEUU, con una media de IED anual que supera los 12.000 millones de dólares. Las empresas españolas son, a su vez, las líderes europeas en inversión en nuevos proyectos en América Latina, así como las responsables por el mayor número de fusiones y adquisiciones en la región desde Europa.
Las intervenciones
“Los lazos económicos y comerciales entre España e Iberoamérica son una fuente de prosperidad compartida para ambas partes. Con un saldo comercial equilibrado, España exporta mercancías a Iberoamérica por valor de 15.000 millones de euros al año de la mano de más de 100.000 empresas exportadoras y es uno de los principales inversores en la región, con una posición inversora que alcanzó los 172.000 millones de euros en 2019”,ha dicho la ministra Reyes Maroto.
Para la responsable de la cartera de Comercio, “gracias a los fuertes lazos culturales y económicos que nos unen, España opera como plataforma de inversión internacional en Iberoamérica, canalizando también las inversiones procedentes de otros países hacia la región”. Maroto ha subrayado que “desde el Gobierno de España estamos reforzando nuestros vínculos económicos y comerciales con Latinoamérica como socio de referencia para las empresas españolas”, y ha concluido destacando que las previsiones indican que la economía iberoamericana va a crecer en los próximos años, pero es necesario aplicar buenas políticas económicas y apostar por el crecimiento justo y sostenible.
A su vez, el secretario de la SEGIB, Andrés Allamand, ha enfatizado el valor que supone que Iberoamérica sea una comunidad con identidad propia, construida a partir de valores, cultura, historia y lenguas comunes con la riqueza, el potencial y las oportunidades necesarias para sobreponerse a los desafíos del presente. “Agradezco además el reconocimiento que se hace en este informe del papel que ha jugado y deberá seguir jugando la SEGIB en el desarrollo de Iberoamérica y reafirmo nuestro compromiso con la promoción de la región en todas sus vertientes, y muy especialmente en las iniciativas que, como el trabajo que hoy presentamos, contribuyan a trazar la ruta hacia la prosperidad de todos quienes habitan nuestra región” señaló Allamand.
Por su parte, Núria Vilanova, presidenta de CEAPI, ha subrayado el papel de España como “puente para las inversiones”. En este sentido, ha indicado que “sigue habiendo oportunidades crecientes de inversión en América y España tiene una posición de ventaja en ellas, ya que van a ser muy necesarias en los ámbitos de la energía solar y eólica -donde el país cuenta con una gran experiencia-, infraestructuras o creación de centros de producción. En esta línea, el nearshoring ya es una realidad y se necesitan crear centros para abastecer a los grandes mercados que representan Estados Unidos o Europa”.
Asimismo, la presidenta de CEAPI ha hecho hincapié en el rol clave de España “en la recepción de inversiones de otros países, no solo para quedarse en el país, sino para constituirse como plataforma de internacionalización. Un claro ejemplo de ello son las inversiones en FCC, OHLA, grupo VIPS, Campofrío y tantas otras, que han acelerado todavía más su crecimiento no solo en España, sino sobre todo en Estados Unidos, en el resto de Europa y en Oriente Medio“. Vilanova ha concluido su intervención aplaudiendo la labor de “las empresas que hacen el bien haciendo negocio“, incidiendo en que son éstas las que “de verdad pueden cambiar la sociedad, cuanto más crecen, más transforman. Empresas comprometidas con el medioambiente, con la sociedad y con la gobernanza“.
Más educación superior
Otra de las grandes oportunidades y “ventaja de Iberoamérica con la mirada puesta en el futuro” detectada por el estudio es el creciente número de estudiantes matriculados en educación superior, una cifra que bate récords anualmente desde 2010 (con un crecimiento anual del 4%) y que promete impulsar la productividad laboral de la región en el medio y largo plazo.
Empujado por el bono demográfico de la región (la mayoría de sus países cuenta con poblaciones mayoritariamente jóvenes), el aumento del número de graduados universitarios está contribuyendo notablemente a aumentar la movilidad social y a reducir las desigualdades laborales, dos de los grandes escollos regionales, especialmente en los países latinoamericanos.
Así, si bien Iberoamérica ha sido una de las regiones del planeta que más se ha resentido a nivel socioeconómico por el golpe de la pandemia, con contracciones del PIB en 2020 de un 7% en Latinoamérica, un 11% en España, un 8% en Portugal y un 12% en Andorra, también es una de las que más oportunidades alberga para un crecimiento sostenido y sostenible a futuro.
De este modo, más allá de las ventanas principales de oportunidad detectadas por el estudio de CEAPI, este documento también señala la importancia para el crecimiento de la región de la consolidación mayoritaria de sus democracias; los avances experimentados en las últimas décadas en igualdad de género y diversidad, así como el dinamismo económico mostrado por sus principales socios comerciales, Estados Unidos y China, países que se prevé que crezcan a un ritmo del 3,7% y 4,4% en 2022, contribuyendo a apuntalar la recuperación de la región.
Por todo ello, Iberoamérica cuenta con los ingredientes adecuados para alcanzar una posición destacada en el desarrollo económico global de las próximas décadas, especialmente en sectores estratégicos como el agroalimentario, el de las energías renovables, el de las infraestructuras, el del turismo sostenible o el de la tecnología celular aplicada al negocio.
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