El incremento de los casos se observa en España desde el año 2014, según los resultados de un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), pero es a partir de la pandemia de la covid-19 cuando este aumento se ha hecho más significativo. En un comunicado de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) se advierte de que, mientras se pensaba que el confinamiento reduciría la transmisión de esta enfermedad, la enfermedad, por el contrario, se ha expandido.
Ahora bien, registrar estos casos es muy complicado porque la sarna no es una enfermedad de declaración obligatoria, no existen registros. Simplemente cuando a una persona se le diagnostica la enfermedad se añade a su historia clínica”, ha explicado Eliseo Martínez en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL, coordinador del Grupo Español de Epidemiología y Promoción de la Salud de la AEDV. Martínez cuenta que su equipo está ultimando un estudio para contar los casos, observar sus características y la efectividad de los tratamientos.
El tratamiento, en peligro
Hay que recordar que la invasión de estos parásitos no es mortal por sí misma ni tampoco puede llegar a ser crónica. Tal y como explica Martínez, la sarna tiende a resolverse aunque no se trate. Ahora bien, si no se aplica un tratamiento puede durar mucho tiempo y ser un problema: los picores se intensifican por la noche y dificultan el descanso y, además, el rascado produce heridas que pueden llegar a provocar infecciones. El tratamiento habitual para la sarna es una crema a base de una sustancia letal para los ácaros.
“El tratamiento para la sarna en Europa de primera línea es la permetrina en crema en un 5%. Se considera un buen tratamiento porque tiene una efectividad en torno al 90% y es muy seguro, pero cada vez observamos más pacientes en los que no resulta efectiva“, ha advertido el dermatólogo. Y es que, la mayoría de los expertos consideran que el ácaro está empezando a generar resistencias contra esta permetrina y, por eso, “la tendencia actual es intensificar los tratamientos alargando su duración o acompañando la crema de un tratamiento oral”.
Ahora bien, como en casi todas las enfermedades, un factor decisivo para que el tratamiento funcione es recibirlo en un estado temprano de la afección. “La clave es identificar la sarna pronto y comenzar a aplicar el tratamiento rápido“, ha recomendado Martínez. El dermatólogo de la AEDV explica que es importante acudir a un especialista porque la enfermedad puede confundirse por sus síntomas con otras afecciones y, si no se diagnostica de manera correcta, puede dar lugar a complicaciones.
Diagnóstico temprano
Según ha explicado el experto, “el picor en la piel es, sin duda, la causa más frecuente por la que los pacientes nos visitan en las consultas de dermatología. Es decir, un picor no siempre constituye una sospecha de tener sarna”. “Ahora bien, si un paciente nunca ha experimentado antes picor en la piel y de repente aparece, si además ese picor no le afecta al cuero cabelludo, si se intensifica por las noches y varias personas con las que convive también tienen picores, entonces debe acudir al especialista” ha añadido el experto.
De hecho, cuando a una persona se le diagnostica una sarna, las personas con las que convive también reciben el tratamiento a fin de atajar la enfermedad antes incluso de que pueda manifestarse. La sarna es un problema de salud en auge en España y, por desgracia, lleva asociada un fuerte estigma en nuestra sociedad que la vincula a la falta de higiene o la pobreza. Derribar esta falsa creencia, normalizar estos casos y acudir pronto a la consulta médica es un paso fundamental para ponerle freno a su avance.
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