En la Tierra a jueves, diciembre 19, 2024

INVESTIGACIÓN

El IMC excesivamente alto en adolescentes se asocia con la aparición de diabetes tipo 1

Y NO SOLO CON LA DIABETES TIPO 2

Según el estudio realizado por el profesor Gilad Twig, del Centro Médico Sheba de Israel el índice de masa corporal (IMC) excesivamente alto en los adolescentes está relacionado con el desarrollo de la diabetes de tipo 1 y no sólo con el de tipo 2

Tradicionalmente, la diabetes de tipo 1 se ha denominado diabetes infantil y se presenta en niños de cualquier edad y peso, aunque también puede desarrollarse en la adolescencia y hasta bien entrada la edad adulta. Sin embargo, la epidemia de diabetes que se está contemplando actualmente está creciendo en casi todos los países y consiste sobre todo en casos de diabetes de tipo 2, relacionados con factores de riesgo como la obesidad/el exceso de peso, la escasa actividad física y el aumento del comportamiento sedentario.

Hasta el momento, existen varias investigaciones realizadas en niños pequeños que demuestran la existencia de una asociación entre el aumento del IMC y el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 1, pero las pruebas en la adolescencia tardía son de momento limitadas. Por ello y viendo que el 50% de los casos de diabetes de tipo 1 se desarrollan después de la adolescencia tardía (a partir de los 18 años) los autores de este nuevo estudio decidieron analizar la asociación entre el IMC en la adolescencia tardía y la diabetes tipo 1 incidente en la edad adulta joven.

Adolescentes de entre 16 y 19 años

A la hora de comenzar con los ensayos se incluyeron para el análisis todos los adolescentes israelíes, de entre 16 y 19 años, que se sometieron a una evaluación médica como preparación para el reclutamiento militar obligatorio entre enero de 1996 y diciembre de 2016, a menos que tuvieran un historial de azúcar en sangre anormal. Se incluyó un total de 1,46 millones de adolescentes. Además, con el objetivo de conseguir una respuesta lo más ajustada posible los datos obtenidos se vincularon con la información sobre la aparición de diabetes tipo 1 en adultos en el Registro Nacional de Diabetes de Israel.

Así, el IMC se asoció con la diabetes tipo 1 incidente. En un modelo ajustado por la edad, el sexo y las variables sociodemográficas, el aumento del riesgo de diabetes de tipo 1 se incrementaba a medida que aumentaba el IMC. En concreto, un leve aumento del riesgo (41%) era evidente en los valores de IMC del rango normal más alto (percentiles 75-84 del IMC). Y en general, para todo el rango de IMC, los autores informaron de que cada 5 kg/m2 el riesgo ajustado de desarrollar diabetes tipo 1 aumenta en un 35%.

Obesidad y enfermedades autoinmunes

Los autores comentaban en la revista  ‘Diabetologia’ donde ha sido presentado el estudio que cada vez hay más pruebas de la relación entre la obesidad y varias enfermedades autoinmunes. Una posible explicación que aportan es que los elevados niveles de adipokinas y citoquinas inflamatorias asociadas a la obesidad disminuyen la autotolerancia al promover procesos proinflamatorios que conducen a la diabetes.

Además, otros factores asociados a la obesidad pueden contribuir al desarrollo de la autoinmunidad, como la deficiencia de vitamina D, el consumo de una dieta rica en grasas y la modulación de la microbiota intestinal –añaden–. Dado que, en nuestra cohorte, hubo una asociación entre la obesidad adolescente y la diabetes de tipo 1 incluso cuando se excluyeron aquellos con condiciones autoinmunes preexistentes, factores adicionales pueden vincular la obesidad específicamente a la diabetes de tipo 1″.

Ahora bien, los expertos afirman que: “Nuestros hallazgos tienen implicaciones para la salud pública. La prevalencia de la obesidad en los adolescentes está aumentando en todo el mundo a un ritmo alarmante, con proyecciones nefastas para el futuro próximo –recuerdan–. El estudio prevé que alrededor de 1 de cada 8 (12,8%) de los nuevos casos diagnosticados de tipo 1 en el estudio pueden atribuirse a un peso anormalmente excesivo en la adolescencia. Así pues, con el aumento de los niveles de obesidad, especialmente de la forma grave, cabe esperar que el actual aumento anual de los casos de tipo 1 (que oscila entre el +2% y el +4% en la mayoría de los países de renta alta) sea aún más pronunciado”, alertan.

Este estudio se suma por tanto a las crecientes pruebas sobre los peligros para la salud asociados a la obesidad de los adolescentes. “No sólo la obesidad en la adolescencia está relacionada con la aparición de la diabetes de tipo 2 en la edad adulta, como se había informado anteriormente, sino también con la diabetes de tipo 1. Hay que seguir trabajando para desentrañar esta asociación, de modo que podamos abordar mejor todo el espectro de riesgos que plantea la epidemia de obesidad o identificar los factores ambientales comunes que afectan tanto al peso como a la diabetes de tipo 1” han concluido.

Seguiremos informando…

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