Equipos de investigación de todo el mundo están advirtiendo a los países sobre esta nueva variante del COVID-19. Ceuntaurus, también denominada por algunos científicos como la subvariente BA.2.75, preocupa a los sanitarios por la rápida difusión y contagios que ha presentado en países como India o Nueva Zelanda, aunque muchos resaltan que se encuentran en una etapa muy temprana para sacar conclusiones definitivas.
¿Qué sabemos de esta nueva variante?
En concreto, con los datos que se tienen hasta ahora, se puede afirmar que se trata de una nueva subvariante de ómicron detectada por primera vez en India a principios de junio y que se ha extendido como la pólvora entre diez países (entre ellos Australia, Canadá, Alemania, Nueva Zelanda, Israel y Estados Unidos). Y al parecer, viene con ganas de quedarse porque en menos de un mes ya supone el 20 % de los nuevos casos en India.
En cuanto a sus efectos de momento no se conocen con detalle. No sabemos ni cual es su capacidad de generar formas graves de la enfermedad, ni como consigue escapar de nuestras defensas. Pero si sabemos que en esta variante se han detectado 16 nuevas mutaciones y se estima que podría transmitirse cinco veces más rápido que la ya de por sí veloz ómicron. Por ahora no se ha declarado como “variante de preocupación” pero como bien se debe saber ya a estas altura, la ciencia lleva su curso y es necesario investigar antes de obtener conclusiones.
Atención a los nuevos síntomas
Según se está detectando, la principal diferencia con respecto a los síntomas de la variante Centaurus es su alta capacidad para infiltrarse en el organismo pese a los anticuerpos del coronavirus, por lo que contagiarse estando vacunado o habiendo pasado el virus es una gran posibilidad.
Además, los efectos que está provocando en las personas son lo siguientes: tos, fatiga, congestión nasal, dolor de garganta y cefalea, apareciendo con menos frecuencia los síntomas más habituales de otras variables, como la pérdida de gusto y olfato.
Ahora bien, Soumya Swaminathan, jefa científica de la división de la OMS en India, ha reiterado en un comunicado que aún teniendo ciertos datos, todavía no se puede saber la gravedad clínica del virus y sus efectos en el individuo, pero que la TAG VE (Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2) se encuentra “revisando constantemente los datos. Si hay alguna señal de un virus que se pueda considerar como una variante separada y preocupante, la ONU lo comunicará”.
Por tanto, se debe una vez más rescatar la prudencia y el sentido común usando las herramientas de protección ya conocidas como: mascarilla en aglomeraciones, mantener distancias, lavarnos las manos… y, sobre todo, ser responsables cuando tengamos síntomas haciéndonos el test para evitar contagiar al resto.
Seguiremos informando…
