El anteproyecto de Ley de Creación del Centro Estatal de Salud Pública, que cuenta con una dotación de 9,45 millones de euros en 2022 dentro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), entró en consulta pública en septiembre de 2021. Desde entonces, el Gobierno no había puesto fecha a cuándo se va a poner definitivamente en marcha y tampoco había mencionada nada sobre su ubicación ni sobre quién va a ser su directo.
Ante tal silencio por parte del Gobierno, organizaciones como la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) han reclamado que esta institución se descentralice de Madrid, siguiendo el ejemplo de otros organismos supranacionales, como el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
“Es oportuno que se aleje de la centralidad metropolitana en línea con las políticas territoriales de futuro que pretenden descongestionar las áreas de alta densidad demográfica y facilitar la distribución social y económica en todo el territorio”, defendió SESPAS en el informe que aportó en la consulta pública.
Un centro con la más alta capacitación científico-técnica
Según ha aclarado este martes el Ministerio de Sanidad, este Centro tendrá “autonomía funcional” y se dedicará al “análisis y estudio, evaluación de políticas e intervenciones públicas, asesoramiento técnico, propuesta de medidas a las autoridades sanitarias y preparación y coordinación de respuesta ante situaciones de emergencia sanitaria”.
Además, también contará con un gran equipo humano: Personal “de la más alta capacitación científico-técnica en las distintas áreas y materias”. “Será un centro de excelencia que aglutine las competencias hasta ahora dispersas en esta materia: por un lado, la vigilancia en salud pública, evaluaciones de riesgos y análisis de la situación en salud de la población española; y, por otro lado, la preparación del sistema sanitario ante amenazas para la salud pública, principalmente de carácter epidemiológico, y la coordinación de las respuestas”, justificó el Ministerio.
Más de dos años de pandemia
Por otra parte, Sánchez ha aprovechado la oportunidad para abordar algunos de los retos sanitarios a los que se ha enfrentado su Gobierno, principalmente la lucha contra la pandemia de COVID-19, pero también la Ley de Universalidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), la regulación de la eutanasia o la apuesta por la salud mental. Además, el jefe del ejecutivo ha lamentado una vez más, las “miles de vidas perdidas” por la COVID-19, “la peor pandemia del último siglo”.
Aunque también, ha resaltado los grandes avances contra la COVID-19, que en marzo de 2020 era “una avalancha imparable”. “Hoy, las hospitalizaciones están controladas, aunque hayan aumentado por esta ola de contagios. Pero las calles están llenas de vida y las mascarillas ya no forman parte de nuestras sonrisas”, ha celebrado a pesar de la actual séptima ola.
Asimismo, y tras agradecer a los sanitarios su incansable labor, ha recordado que en este mes de julio se ha aprobado el nuevo Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud, que tiene como objetivo impedir que los sanitarios puedan estar trabajando más de tres años con contrato de interinidad sin ser funcionario, así como hacer fijos a hasta 67.300 profesionales en España.
Y, en cuanto al actual debate sobre la implementación de la cuarta dosis simplemente ha mencionado que hasta el momento, el Ejecutivo ha impulsado las tres primeras dosis “con todas las fuerzas”, lo que ha permitido que “más de un 90% de los conciudadanos esté ya vacunado con la pauta completa”. A lo que ha añadido el agradecimiento a la solidaridad de España, con más de 50 millones de vacunas donadas a terceros países. “Lo hacemos porque somos un país solidario y porque la batalla contra la pandemia se gana o se pierde a nivel global. Somos un ejemplo mundial de solidaridad”, ha concluido.
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