Así lo anunció el pasado miércoles la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante una entrevista en Es Radio. “Vamos a hacer propuestas en materia sanitaria. Anunciaremos unas reformas severas en el sistema sanitario, profundas, de aquí hacia adelante”, ha señalado la presidenta madrileña.
Según ha confirmado la presidenta, las claves de su reforma sanitaria se desvelarán el próximo mes de septiembre durante el debate del estado de la región. “Hay cada vez más ciudadanos, vamos a vivir cada vez más años y el sistema debed seguir siendo público, pero tiene que ser efectivo y tiene además que atender a las nuevas patologías que tenemos por el hecho de vivir tantos años”, ha explicado.
Listas de espera, atención primaria, relevo generacional, telemedicina y colaboración público privada
La reducción de unas listas de espera tensionadas por la pandemia, la reapertura de los centros de urgencias de atención primaria, el relevo generacional de la plantilla y el refuerzo de la telemedicina y de la atención domiciliaria se encuentran actualmente en el foco de la estrategia de la presidenta. Otro de los puntos es la colaboración público-privada, sobre la que Ayuso pretende avanzar a pesar de las limitaciones que el Gobierno central busca imponer. Para llevar a cabo esta reforma, su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, cuenta con 8.783 millones de euros de presupuesto. De esta cantidad, 2.000 millones de euros se ha confirmado que irán destinados a tención primaria.
Una cifra con la que se deberá acometer las reformas de dos de los grandes hospitales de la región, La Paz y el 12 de Octubre. Además, la comunidad ha anunciado recientemente que recibirá 750 millones de euros de fondos europeos para 22 proyectos sanitarios que abarcan desde la vigilancia epidemiológica y prevención del cáncer a la transformación digital y rehabilitación de edificios públicos.
A pesar de que esta reforma comenzará en septiembre, la Comunidad de Madrid podría haber iniciado ya cambios en la organización. Sin ir más allá, la Consejería ha acordado estos días con los sindicatos fijar un límite de tiempo en consulta. El acuerdo en sí establece un mínimo de 10 minutos para pacientes sin cita; limita los tiempos respecto a repartos en caso de ausencias a 10 minutos/paciente, a partir de las 48 horas de ausencia; fija un tiempo mínimo para atención domiciliaria de 30 minutos y consolida la agenda asistencial en un máximo del 70% de la jornada laboral.
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