El Ibex 35 comienza la última jornada de la semana con un rebote de casi el 1%, en línea con el resto de territorios del viejo continente y afianzando así la cota de los 7.800 puntos. Una leve subida que no da tregua a los inversores en un clima que continúa marcado por la inestabilidad y el inicio de una nueva temporada de prestación de resultados.
Europa, desde la sesión de este jueves, suma al riesgo de un déficit de gas otra amenaza, la deriva de la incertidumbre política en Italia que tuvo como consecuencia: la ampliación de las primas de riesgo de la periferia. La de Italia supera ya los 220 puntos básicos, y la de España se acerca a los 120 puntos, fruto de un interés del 2,3% en el bono español a diez años.
Por su parte, la renta variable europea activa el rebote, y tras ella la Bolsa española corta una racha de cinco caídas consecutivas intentando incluso el asalto a los 7.900 puntos tras situarse ayer en su nivel más bajo desde marzo.
En las energéticas, tras las sacudidas en jornadas anteriores por el nuevo impuesto sobre sus beneficios, se muestra hoy mayor estabilidad en sus cotizaciones, con unas subidas que toman forma en las compañías de construcción y concesiones como Ferrovial, ACS y Sacyr.
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