Desde que comenzó la campaña de vacunación contra el Covid-19 son muchas las mujeres que han afirmado haber sufrido cambios en su ciclo menstrual tras haberse puesto la primera dosis. Y es que, según han confirmado diversos estudios la vacuna del Covid-19 puede aumentar el sangrado de la menstruación, producir sangrados espontáneos o incluso causar retrasos del ciclo menstrual.
Ahora bien, entre los estudios que estudiaron esta relación uno de los más importantes a la hora de poner el foco en el efecto de las vacunas de la covid sobre la menstruación fue el realizado por investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y publicado en julio en la revista Science Advances. El cual demostraba que el 42% de las mujeres vacunadas experimentó un aumento en el sagrado de su periodo.
Nuevos hallazgos
Por tanto, y partiendo de esta premisa, una nueva investigación llevada a cabo con técnicas de inteligencia artificial (IA) y dirigida desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha añadido a este descubrimiento, que si la vacuna de la covid se administra después de la ovulación podría evitar las potenciales alteraciones en el ciclo menstrual.
El estudio ha sido publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology, y se ha coordinado desde el Instituto de Investigación de Inteligencia Artificial (IIIA-CSIC), y ha contado con la colaboración de la Universidad de Ginebra, del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau y de la Agència de Qualitat i Avaluació Sanitàries de Catalunya (AQuAS).
En concreto, ha analizado más de 1.800 ciclos de 371 usuarias recogidos por una aplicación móvil denominada App Lunar, cuyo objetivo es monitoriza el ciclo menstrual. Y, para la investigación se incorporó una nueva funcionalidad de forma que se podía registrar, de manera voluntaria, la dosis, la marca y el país en el que se había recibido la vacuna.
De entre todas las que decidieron añadir esa opción a su aplicación, los investigadores escogieron 371 perfiles anónimos que registraron al menos cinco ciclos menstruales consecutivos, y que en el momento de la vacunación se encontraban en el tercer ciclo. Es decir, en total, se registraron 1.855 ciclos entre septiembre de 2020 y febrero de 2022.
De manera que, “se observó que las personas que se habían vacunado durante la fase folicular, es decir, antes de la ovulación, presentaban un incremento medio de la duración del ciclo de un día, mientras que las personas que se habían vacunado durante la fase lútea no presentaban incremento alguno”, ha destacado Borja Velasco, coordinador del proyecto e investigador en el IIIA-CSIC y en AQuAS.
Así, se puede confirmar que entre las usuarias vacunadas en la fase folicular, el 11% experimentó un incremento de la duración del ciclo menstrual de más de 8 días, un valor clínicamente significativo. Unos datos que han llevado a este trabajo ha subrayar la importancia de la fase del ciclo menstrual en el momento de la vacunación para minimizar las alteraciones de dicho ciclo, y a concluir que la vacunación durante la fase lútea evitaría el potencial aumento de la duración del ciclo menstrual.
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