El pasado 12 de septiembre el barco de crucero Carnival Horizon anunció a través de un comunicado publicado en su página web que brindó asistencia a un grupo de cinco balseros cubanos que navegaban por las aguas del Estrecho de la Florida en una embarcación pequeña.
Para el momento de los hechos el crucero Carnival Horizon navegaba lentamente hacia el este, a lo largo de la costa norte de Cuba, cuando avistó el pequeño bote, que parecía estar a la deriva. Debido a ello los tripulantes se abocaron a auxiliar de forma inmediata a los balseros. Esto lo hicieron dándoles agua y comida. Posteriormente permitió que la embarcación siguiera su camino, “a elección de los ocupantes”.
Según el capitán del crucero Carnival Horizon, el rescate resultó éxito. Esto debido a que se ofreció la ayuda adecuada y se consideró que el bote pequeño era seguro para que los refugiados continuaran.
En el comunicado, la compañía responsable del barco de cruceros señala: “el crucero podría haber llevado a las personas a bordo. Además habrían sido transferidas a las autoridades correspondientes, probablemente a la Guardia Costera de los Estados Unidos. En cambio, los individuos optaron por permanecer en su embarcación y continuar con su viaje planeado“.
Este no es este el primer rescate de migrantes que llevan a cabo embarcaciones de Carnival. A finales del mes de agosto el barco Carnival Paradise rescató a seis balseros cubanos de una balsa improvisada. Esto sucedió en el Golfo de México.
¿Qué dice la Ley marítima ante casos como este?
Por ley y tradición marítima, los cruceros deben ayudar a cualquier persona que se encuentre en peligro en el mar. Esto independientemente de las circunstancias. Los acuerdos de Seguridad de la Vida en el Mar (SOLAS) y la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 establecen:
“Todo Estado exigirá del capitán de un buque que enarbole su pabellón, en la medida en que pueda hacerlo sin causar daños graves al buque, a la tripulación o a los pasajeros (…), que preste auxilio a toda persona que se encuentre en el mar en peligro de perderse. Además proceder con toda la rapidez posible al rescate de las personas en peligro. Esto si se le informa de la necesidad de asistencia, en la medida en que razonablemente se pueda esperar tal acción de él”.
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