La salud mental se ha convertido actualmente en la mayor preocupación sanitaria de los españoles después de que aumentara 16 puntos respeto al año pasado. Y es que, ya se sitúa por delante del cáncer y del covid-19. Además, solo 1 de cada 2 personas están conformes con la atención recibida en el sistema de salud.
Un contexto, que en muchas ocasiones se ve agravado por el trabajo, y es que según ha advertido la OMS y la OIT, se estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares
Por ello, ambas organizaciones han hecho este miércoles dos nuevas publicaciones que tienen como principal objetivo abordar este problema. En concreto estamos hablando de: las Directrices de la OMS sobre salud mental en el trabajo y un informe de política derivado de la OMS y la OIT.
Directrices de la OMS sobre salud mental
El Informe Mundial de Salud Mental de la OMS, publicado en junio, mostró que de los mil millones de personas que viven con un trastorno mental en 2019, el 15 por ciento de los adultos en edad de trabajar experimentaron un trastorno mental.
Por ello, en cuanto a la primera publicación mencionada, se trata de una serie de recomendaciones llevadas a cabo por la Organización para hacer frente a los riesgos para la salud mental que puede conllevar el trabajo como: la gran carga de labores, los comportamientos negativos y otros factores que generan angustia en el horario laboral o incluso fuera de este.
Es la primera vez que la OMS ha recomendado la formación de los directivos para que puedan prevenir los entornos laborales estresantes y responder a los trabajadores que sufren.
“El trabajo amplifica problemas sociales más amplios que afectan negativamente a la salud mental, como la discriminación y la desigualdad. La intimidación y la violencia psicológica es una queja clave de acoso laboral que tiene un impacto negativo en la salud mental. Sin embargo, hablar o revelar la salud mental sigue siendo un tabú en los entornos laborales de todo el mundo”, han señalado al respecto las autoridades de la OMS.
Además, las directrices dadas también recomiendan mejores formas de abordar las necesidades de los trabajadores con problemas de salud mental, proponen intervenciones que apoyen su reincorporación al trabajo y, en el caso de los que padecen problemas graves de salud mental, ofrecen intervenciones que facilitan la incorporación al empleo remunerado.
Informe de política derivado de la OMS y la OIT
Por su parte, en otro documento llevado a cabo con la OIT, la OMS ha recogido las directrices ya mencionadas pero, esta vez, en términos de estrategias prácticas para los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, y sus organizaciones, en los sectores público y privado.
El fin es apoyar la prevención de los riesgos para la salud mental, protegerla y promoverla en el trabajo, así como mejorar la vida de las personas con problemas de salud mental, para que puedan participar y prosperar en el mundo laboral para conseguir plena independencia. La inversión y el liderazgo serán fundamentales para la aplicación de las estrategias.
“Dado que las personas pasan gran parte de su vida en el trabajo, es fundamental contar con un entorno laboral seguro y saludable. Tenemos que invertir para construir una cultura de prevención en torno a la salud mental en el trabajo, reformar el entorno laboral para acabar con el estigma y la exclusión social, y garantizar que los empleados con problemas de salud mental se sientan protegidos y apoyados”, ha concluido el director general de la OIT, Guy Ryder.
Seguiremos informando…