“Yo no creo esa gilipollez que dice que para hacer una buena película hay que pasarlo mal”, asegura, tajante, Paco Cabezas. El director sevillano es quien está detrás de La novia gitana, la nueva serie de Atresmedia, cuyo tercer capítulo estará disponible este domingo en Atresplayer Premium. Para él, la clave para crear una buena historia es tener libertad. Y con este proyecto, asegura, la ha tenido.
Partiendo de la novela de Carmen Mola, Cabezas explica que han modificiado algunas cosas que “no terminaban de encajar”. Para ello ha contado con la confianza de Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero, los tres autores que conformar el pseudónimo Carmen Mola. Un trío de escritores que ha formado parte del equipo de guionistas, asesorando al de dirección a la hora de trasladar su obra a la pequeña pantalla.
¿Qué sensaciones os transmitieron los espectadores que pudieron ver las primeras imágenes de ‘La novia gitana’?
Tenemos muy buenas sensaciones. Hicimos un pase de los cuatro primeros episodios con 300 personas y fue increíble porque se quedó todo el mundo y se engancharon muchísimo a la serie, que va in crescendo. Va mejorando episodio tras episodio. Estoy muy contento porque la gente se ha quedado enganchadísima
¿Cómo te llegó este proyecto? ¿Qué fue lo que te llamó la atención de esta historia?
Bueno, esto me da un poco de vergüenza confesarlo. Tenemos un podcast que se llama ‘Casa Paco’ y cada vez que hablamos de una serie digo ah, esa me la ofrecieron a mí. Suena fatal, pero durante una época estaba yo de moda o lo que fuera y me ofrecían muchas series. Entonces dije que no a muchas cosas, no por nada, sino porque veía que tenía que haber un elemento personal mío dentro.
Y de repente, con La novia gitana empecé a leer guiones y me enganché muchísimo. Me recordaba mucho a El silencio de los corderos, a Seven, que son películas que me marcaron mucho de pequeño. Y tampoco era como esos best-sellers ubicados en Boston, Massachussets, con personajes con nombres en inglés. Aquí hay personajes con nombres gitanos, con mucha realidad, de Madrid… Entonces dije vale, aquí si, aquí puedo meter mano y hacerlo mío.
¿Cuál es la clave para que una serie funcione?
La libertad es clave. Creo que lo que marca la diferencia. Lo que hace que algo funcione es la libertad creativa que les damos a los creadores. Por suerte estamos viviendo un momento en el que se ha inventado esa palabreja que se llama showrunner, que en realidad es un guionista, un escritor. Que el showrunner tenga poder es clave y aquí yo tengo poder de modificar, ampliar y crear.
¿Tú has podido disfrutar de esa libertad a la hora de crear?
Sí, hay muchas cosas que hemos modificado. Carmen Mola, los tres autores de la novela, forman parte del equipo de guionistas y hablamos con ellos porque queríamos cambiar ciertas cosas. Ellos estuvieron súper abiertos a escucharnos.
De hecho, la imagen del cartel cambia respecto a la novela porque aquí ella va vestida de novia y en el libro va cómo vestida de despedida de soltera. Queríamos jugar a una trama en la que hubiera colores apagados, con colores ocres y tierra para que el blanco siempre fuese el traje blanco y la sangre es la sangre roja. Al final era jugar a eso porque es una obra, y una obra visual tiene que contar una historia.
Durante la presentación de la serie comentaste que era la serie de la que te sientes más orgulloso. ¿Es también con la que más has disfrutado?
Sí, porque para mí la libertad era total. En el sentido de ir cada día al set y decir me apetece mucho rodar. También he tenido mucha suerte en Estados Unidos porque ninguna de las series que he rodado las he rodado con pereza. Me apetecía rodar lo que iba a rodar. Pero La novia gitana ha sido con la que más he disfrutado en cuanto a nivel de excitación cuando iba al set de rodaje. Y yo creo que eso se nota.
Yo tengo una teoría que se basa en que la energía que uno utiliza para rodar transpira a través de los actores y luego se traslada a la película. Yo no creo esa gilipollez que dice que para hacer una buena película hay que pasarlo mal. Creo que a los actores tiene que hacerles felices y uno tiene que tratar de que disfruten del proceso. Ha sido una experiencia muy bonita y muy divertida. Llegaba todos los días con las manos manchadas de sangre y eso es la mejor prueba de que la serie puede funcionar.
En ‘Adiós’ ya habías hablado del mundo gitano retratándolo de una forma muy fiel. ¿Cómo ha sido adentrarte esa realidad con esta serie?
Yo no soy de etnia gitana, pero es cierto que me he criado en un barrio muy cercano a las 3.000 viviendas. Y era un barrio donde yo tenía amigos de etnia gitana. Para mí era muy importante tener al lado a Moreno Borja, que en la serie interpreta al padre de la novia gitana.
Él era mi detector de la verdad. Cuando íbamos a rodar una escena siempre le pasábamos lo que pensábamos hacer para que él nos diera el visto bueno. Él era nuestro guía. Luego por lo que me han comentado, todos los actores gitanos de la serie están encantados con la forma en la que hemos representado el mundo gitano.
Se habla ya de segunda temporada con la adaptación de La red púrpura, la segunda parte de la trilogía de Carmen Mola. ¿Te ves dirigiendo ese proyecto?
No puedo ni confirmar ni negar nada. Es un proyecto muy personal mío, muy importante y muy interesante. También tengo las presiones de Hollywood, que me han mandado proyectos. De momento estamos trabajando en ello y espero que salga adelante lo antes posible. Espero poder llegar a todo, mis proyectos personales y los proyectos americanos.
Seguiremos Informando…