José Pablo López, director de Contenidos de RTVE y señalado como el hombre de Miguel Barroso y José Miguel Contreras en la Corporación, se ha metido en un jardín por su afán de protagonismo en las redes sociales. El directivo de la cadena pública ha metido, de rebote, al Ente en una polémica a cuenta del colegio mayor Elías Ahúja. Y es que López se sobró, como se dice popularmente, acusando de “masculinidad tóxica” a colegios mayores y deslizó que la responsabilidad estaba en que dichos centros estaban “en su mayoría gestionados por órdenes religiosas”.
El tuit de López, directivo de la Corporación pública, no ha sentado bien ni en el ente ni en ámbitos eclesiásticos. Para unos, porque un directivo de la pública no debería lanzar acusaciones sibilinas contra otros centros; para otros, porque todavía se recuerda cuando ejercía de “católico profesional” a cuenta del presupuesto de la Conferencia Episcopal en 13TV.
Y es que López, ahora, parece haber olvidado aquellos tiempos en que contribuyó, como director general, a poner en marcha la conocida como ‘Tele-Rouco’, cuya concesión de licencia en 2015 daría para un libro casi tan interesante como la biografía no autorizada de Fernando Giménez Barriocanal, alias ‘Morenito de Alfonso XI’, uno de los mejores muñidores de títeres de España.
La inquina de López contra las “organizaciones religiosas” no ha dejado de ser llamativa para quienes conocieron a López en sus tiempos de genuflexo al servicio de Añastro -sede del poder obispal- en aquella televisión regada con la x de la declaración de Hacienda y con José Luis Moreno como socio de referencia y su muchachote actor porno gay de gran estrella de la misma.
A López, entonces, no se le conocían invectivas contra la “masculinidad tóxica” y los centros gestionados por organizaciones religiosas. Todo lo contrario, más bien se recuerdan su papel como monaguillo mediático y las declaraciones de sus valedores sobre lo buen creyente que era pese a proceder de las filas de La Sexta zapaterista. La misma en la que algunos de sus próceres, ahora, se lanzan al asalto de TVE.
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