Las mujeres iraníes continúan luchando por sus derechos. Un mes después del estallido de las protestas, la lucha de las miles de mujeres que salen a la calle para protestar por un cambio real ha traspasado las fronteras del país persa. El mundo entero se está haciendo eco de los mensajes reivindicativos de una sociedad que sufre ante la evidente privación de derechos humanos.
En las últimos días, las protestas han estado marcadas por la muerte de Masha Amini, una joven de 22 años que falleció mientras estaba retenida por la conocida como policía de la moral en Teherán. Las autoridades iraníes aseguraron que su muerte se debía a una enfermedad. Una justifación que no convence a las mujeres iraníes, quienes afirman indignadas que Amini fue asesinada “a golpes”.
Kimia, es una de estas tantas manifestantes iraníes que ante tal situación han decidido romper el silencio. En este caso, su protesta está yendo más allá, y pese a las dificultades impuestas por el gobierno iraní, ha conseguido que su testimonio llegue a países como el nuestro. En una entrevista concedida a Escudodigital, Kimia, esta mujer de mediana edad que ha visto cómo Teherán, la ciudad que la vio nacer, la ha privado de casi todos sus derechos.
“Estamos luchando por recuperar nuestra libertad y felicidad, y para vivir como nuestras madres vivían, seguras y sin miedo, hace 45 años, antes de que el régimen islámico viniera y arruinara nuestro Irán. Luchamos por nuestra libertad asumiendo que puede costarnos la vida, aunque ya no nos importa, porque los iraníes no merecemos vivir así. Así que, cueste lo que cueste, luchamos para conseguir un cambio de régimen”, asegura.
Unas protestas que traspasan fronteras
El apoyo a las mujeres iraníes se ha extendido a nivel internacional al estilo del movimiento #MeToo. Miles de mujeres se cortan mechones de pelo para solidarizarse con las iraníes, que desde hace algunos días también queman sus velos para liberarse del yugo islamista del gobierno de Irán. Hasta la fecha las manifestaciones han dejado un total de 108 muertos, 23 de ellos menores, según datos de Amnistía Internacional.
Como suele ser habitual en los regímenes dictatoriales, la libertad de prensa está amenazada. Reporteros Sin Fronteras denuncia la represión a los periodistas y exige “la inmediata puesta en libertad de los periodistas detenidos”. En este sentido, la organización afirma que la supresión de “todas las restricciones al derecho a la información en Irán, un derecho que es más esencial que nunca en estos tiempos de crisis”.
En respuesta a esta represión, la UE ha decidido este lunes imponer sanciones a Irán. Entre lo acordado por los veintisiete países miembros destaca la decisión congelar los activos en la UE y vetar la entrada a suelo comunitario de unos quince iraníes implicados en la represión de las manifestantes. Además, Bruselas también se plantea imponer más sanciones a Irán si se demuestra que Irán está apoyando a Rusia en la guerra de Ucrania.
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