Daños colaterales en Mediaset con el fin del mandato de Paolo Vasile como consejero delegado. Tanto en el grupo como en el sector de los medios de comunicación se da por hecho que quien pase a ocupar el puesto tendrá que vérselas con un modelo de gestión obsoleto y en crisis que ya no responde ni en audiencias, el clavo ardiendo que durante años justificó la gestión de Vasile. Soplan vientos de cambios en Mediaset y no parece que vayan a ser buenos para quienes han vivido cobijados bajo el paraguas del italiano.
En las quinielas se sitúan, sobre todo, una productora -La Fábrica de la Tele- y dos nombres, los de Jorge Javier Vázquez y Risto Mejide. En el caso de la productora de Adrián Madrid y Óscar Cornejo, el agotamiento de sus formatos se da la mano con el papel de Jorge Javier como mascarón de proa de algunas de las polémicas y fracasos más sonoros.
Además, Vázquez se ha convertido en un personaje controvertido que, como reconocen fuentes de la propia Mediaset, “está lastrado por su soberbia y se ha erigido en un mesías que cae gordo”. Sus implicaciones políticas y su apoyo a la operación ‘Rocío Carrasco’ -puntilla definitiva a las audiencias de Telecinco- tampoco han ayudado.
Otro tanto, pero a un nivel más bajo en audiencia y repercusión, se encuentra Risto Mejide, otro de los ‘niños bonitos’ de Vasile que ha convertido ‘Todo es mentira’ en un ámbito particular de autobombo. La pataleta del presentador con ‘El Mundo’ por su titular anunciando la salida de Vasile ha sido interpretada como otro de sus capítulos de egolatría y de temor ante lo que puede venir.
Y es que tanto dentro como fuera de Mediaset es sabido que el presidente del grupo, Borja Prado, no tiene ninguna simpatía por Mejide por numerosos motivos. Tampoco por los antes mencionados, a los que su entorno considera decisivos en la debacle en que se encuentra Mediaset. No va a faltar tela que cortar.
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