Jesús Ponce, actual presidente del Grupo Novartis en España, toma posesión de la presidente de Farmaindustria, tras obtener para ello, en junio de este mismo año, el aval de los laboratorios internacionales. En concreto, sustituirá a Juan López-Belmonte, quien a su vez era CEO y presidente de la compañía Rovi. El mismo grupo formado por compañías de Alemania, Suiza y otros países extranjeros que descartó a otra de las posibles candidatas, la presidenta de GSK, Cristina Henríquez de Luna.
Pero bien, a lo mejor, la elección de Jesús Ponce, podría guardar cierta relación con que, no es la primera vez que Novartis se hace con la presidencia de la patronal, pues ya fue anteriormente presidente de la misma en dos ocasiones su anterior presidente: Jesús Acebillo.
Novartis despide al 10% de su plantilla
Una casualidad, a la que, además, hay que añadir que justo, la adhesión de Ponce a Farmaindustria se produce en un momento en el que el Grupo Novartis del que, como bien se ha mencionado, sigue siendo presidente, anuncia un ERE de hasta 240 personas en España.
En concreto, el grupo suizo, que inicia ahora el periodo de consulta con los sindicatos, alega causas organizativas, derivadas de su proceso de reestructuración: al parecer la firma quiere centrarse en el desarrollo de productos innovadores y, entre otras medidas, hace unos meses anunció la separación de Sandoz, su negocio de genéricos en una compañía independiente.
El recorte de empleo en España se enmarca también, en un ajuste de plantilla global, iniciado en junio, que incluye el despido de 8.000 trabajadores en todo el mundo, el 7,4% de su plantilla global, con el mayor impacto en Suiza, donde tiene sus oficinas centrales, con 1.400 despidos. El grupo, que tiene 108.000 empleados en todo el mundo, justifica el recorte por la necesidad de reducir sus gastos en al menos 1.000 millones de dólares para 2024.
Unas cifras que ponen en duda la actual situación en la que se encuentra el grupo farmacéutico y a su vez, en entredicho el objetivo principal de José Ponce al acceder a la presidencia de Farmaindustria. Y es que, ¿podría emplear su nuevo puesto para reflotar su compañía? Cristina Henríquez de Luna, presidenta de GSK y a quien no permitieron acceder a este importante puesto será la primera en asegurar que esto no sea así, y que Ponce cumpla los verdaderos fines perseguidos por la compañía.
Una nueva etapa de la industria farmacéutica
Y es que Ponce llega en un momento importante para el sector, teniendo por delante, un largo camino por recorrer en el que los retos no serán pocos, pues el Gobierno ya ha ofrecido algunas pistas de su intención de obligar a la industria farmacéutica a realizar aportaciones a las arcas públicas coincidiendo con el fin de la pandemia, toda vez que el crecimiento de las ventas de sus medicamentos en conjunto supera al experimentado por el PIB.
Fuentes del sector aseguran que el Ejecutivo –los Ministerios de Hacienda y de Sanidad– ya han trasladado a los laboratorios la petición de esa aportación, en línea con lo que están realizando otros países europeos. Inglaterra, por ejemplo, está reclamando a la industria farmacéutica un 15% de las ventas, y en Alemania el porcentaje ronda el 10%.
Aunque aún no hay definido un esquema de devolución en España, este periódico ha podido saber que Hacienda maneja como referencia la regla europea de que todo aumento del gasto público superior al 1,7% no sería autorizable. Además, Farmaindustria se enfrenta al problema que supone el retraso de la llegada de nuevas moléculas al mercado, a diferencia de lo que sucede en otros países de nuestro entorno más cercano.
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