José Miguel Contreras salió del armario sobre su papel en ‘Infolibre’ semanas atrás, en el propio digital que lleva tiempo inspirando y promocionando. ‘Infolibre’, el invento de Jesús Maraña -hoy contertulio de La 1 de TVE-, viene siendo desde hace tiempo uno de los juguetes de Contreras, que hasta ahora había venido poniéndose de costado respecto a su ascendencia sobre el mismo.
Poco importaba que en el digital abrevasen amigos, conocidos y familiares del productor, ahora inserto en la estructura directiva de Prisa de la mano de su colega Miguel Barroso. Fue a principios de este mes, en una entrevista en dicho portal, en la que reconoció ser el “primer accionista” de ‘Infolibre’, aunque precisando que “sin haber interferido jamás en la labor de los periodistas que aquí trabajan”.
Aún aceptando pulpo como animal de compañía, no han sido pocos los damnificados por ‘Infolibre’ y sus publicaciones que, al señalárselo al productor favorito del sanchismo, han escuchado con estupor que él no tenía nada que ver -o algo similar- con dicho digital.
Lo más curioso, sin embargo, no es que en dicha entrevista Contreras defendiera al Gobierno en el que influye (“la locura independentista que estalla con el Gobierno de Rajoy ha sido apaciguada por el actual”, a costa de concesiones y concesiones, pero esa es otra historia), sino que se atribuya el papel de Feltrinelli de marca blanca como otro Roures de la vida.
Según Contreras, los medios progresistas son minoría y hay quienes intentan “destruir reputacional y económicamente a los pocos que dedican su dinero y su trabajo a promoverlos” a través de “difamaciones, bulos y falsas intrigas”. ¿Será su caso, con La Coproductora, que ha pasado de una facturación de poco más de 100.000 euros en 2018 a cerrar 2021 con más de diez millones de euros, como apuntó recientemente ‘El Economista’? Llamativa persecución esa.
No deja de ser curioso observar a Contreras hablar de intrigas cuando habría tanta tela qué cortar con el ascenso y descenso de José Manuel Pérez Tornero en TVE, los contratos concedidos en la cadena pública y otras cuestiones diversas que le han propiciado escasas simpatías incluso entre sus (presuntos) compañeros promotores de medios progresistas. “Desgraciadamente, sé de lo que hablo”, afirmó Contreras. Por suerte, otros ya tienen muy calado al productor.
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