“En enero nos íbamos a negro”. Con estas palabras resumió Elena Sánchez la preocupante situación en la que se encontraba RTVE semanas antes de que José Manuel Pérez Tornero abandonara la casa. Lo hizo durante la comisión mixta de control de la corporación del pasado jueves, dónde defendió de nuevo su nombramiento tras escuchar los reproches de PP y Vox.
Que RTVE no atraviesa un buen momento es de sobra conocido. No obstante, las continuas maniobras desde Moncloa para controlar la dirección del ente público no ayudan a solventar la crisis crónica que padece. La más reciente sirvió para designar como presidenta a Elena Sánchez tras la “dimisión” de Pérez Tornero, cuyo mandato se miraba con lupa desde hacía meses.
En este sentido, PP y Vox le mostraron su disconformidad respecto a esta maniobra, que definieron como una “intervención” y un “asalto” a la corporación pública. A modo de respuesta, la presidenta se defendió asegurando que RTVE “no admite injerencias políticas de ningún tipo”.
La hoja de ruta para los próximos meses
Diferentes fuentes del ente público denunciaron cierta dejadez por parte de Pérez Tornero, además de una evidente falta aprobación de nuevos proyectos. Y de aquellos barros, estos lodos. Cuando Elena Sánchez se ha asomado a la programación ha podido comprobar que RTVE necesita cambios profundos. “No tenemos nevera”, ha reconocido la presidenta, al tiempo que señalaba que La 1 necesita cambios profundos y que ya se está trabajando en un “rearme” de la parrilla.
Una estrategia que pasará, según la presidenta, por “asegurar la continuidad de aquellos formatos de entretenimiento que están asentados en la parrilla”. Asimismo, ha asegurado que se irán introduciendo de forma progresiva otros formatos que ya han sido testados a nivel internacional. Sin embargo, esa renovación de la programación de La 1 posteriormente tendrá que verse respaldada por la audiencia.
A nadie se le escapa que este es uno de los principales quebraderos de cabeza en RTVE. El pasado verano Pérez Tornero aseguró que la solución a este problema pasaba por la promoción durante las diferentes emisiones del Mundial de Catar. Un plan que no ha cambiado en la corporación. La intención en Torrespaña es utilizar las diferentes ventanas de RTVE durante la cita mundialista para promocionar sus próximos proyectos.
El Mundial de Catar, ¿flor de un día?
La efectividad del plan proyectado por Pérez Tornero suscita muchas dudas. Tal como ha asegurado Arsenio en RTVE Responde respecto al Mundial de Catar, la intención del ente público es “darle plena cobertura a todas las plataformas y todas las ventanas de Radio Televisión Española: radio, televisión, RTVE Play, la web, las redes sociales…”. Es de esperar, por tanto, que la promoción de su programación sea una constante.
Durante las semanas de la cita mundialista RTVE vivirá instalada en la comodidad, pues como es previsible, los encuentros que se disputen en Catar les reportarán grandes datos de audiencia. No obstante, surge una pregunta: ¿qué pasará cuando acaben las retransmisiones del Mundial? Lo más probable es que la corporación se dé de bruces con la realidad, como ya ocurriera tras la emisión de eventos como la final de la Champions o la de Eurovisión.
La otra posibilidad es que RTVE consiga cierto impacto entre la audiencia, consiguiendo que los espectadores continúen viendo La 1 tras las emisiones de los partidos del Mundial. Este era una de los planes de Pérez Tornero, que confío en la compra del Mundial como gran apuesta para reflotar unos datos de audiencia que actualmente se alimentan de grandes eventos, y no de una programación sólida y atractiva.
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