Dos activistas de la organización Futuro Vegetal fueron detenidos por la Policía de España el pasado 5 de noviembre acusados de vandalismo tras pegarse a los marcos de los cuadros “La maja vestida” y “La maja desnuda” del pintor español Francisco de Goya, en el Museo del Prado de Madrid. También habían escrito entre ambos lienzos “+ 1,5 °”, en referencia al anuncio de la ONU sobre la imposibilidad de cumplimiento del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
No es la primera agresión a una obra de arte para llamar la atención de los líderes mundiales sobre el cambio climático. Las acciones comenzaron el 14 de octubre cuando dos activistas arremetieron contra un cuadro de Vincent Van Gogh en Londres. Y así, han sucedido otras de similares características: jóvenes que dicen estar preocupados por el deterioro del planeta y la subida de la temperatura mundial. El joven que lo hizo en España gritó: “Estoy aquí porque tengo pánico al cambio climático”.
Pero la mayoría del público que asiste a los museos, los críticos de arte y la sociedad, si bien comparten la misma preocupación, no acaban de entender exactamente por qué arremeten contra obras que son patrimonio de la humanidad, como no sea una acción de marketing para acaparar titulares. Si es así, salvo limitar el aumento de la temperatura media global o reducir la huella de carbono de forma directa, sí han logrado el objetivo. De ellos se habla, y mucho, aunque no se hable de la misma manera de la COP27 que acoge Egipto entre el 6 y el 18 de noviembre.
Por eso, desde PRNoticias.com queremos contribuir a la difusión de la misma noticia, pero desde otro punto de vista: qué y quiénes están haciendo cosas para reducir la huella de carbono. Quizá estas acaparen menos titulares, pero en definitiva, también son acciones -quizá más directas- que contribuyen al objetivo común: luchar contra el cambio climático, sin necesidad de pegarse a un Goya.
Oatly se une al etiquetado de huella de carbono en sus nuevos envases
Para instar a la transparencia en la industria alimentaria, Oatly, la marca de bebidas de avena líder, comenzará a mostrar el impacto climático en los envases de cada uno de sus productos en España. Los representantes de la marca opinan que el etiquetado de carbono debe incluirse en todos los productos, de la misma manera que actualmente se detallan cuáles son los ingredientes y la información nutricional. Por ello, han decidido poner en marcha una iniciativa relacionada con este tema en España.
Desde este momento, Oatly comenzará a etiquetar todos sus productos con un número que define el impacto climático del mismo; calculando estos valores desde el campo de avena hasta el punto de venta del producto. El nuevo etiquetado se localizará en la parte posterior del envase de Oatly y, en casos puntuales, en una burbuja en la zona frontal de la bebida de avena.
“Creemos firmemente que las empresas deberían estar obligadas a reportar los niveles de CO2 de sus alimentos, de la misma manera que se explica el contenido nutricional de los mismos. Ahora es el momento de tomar medidas urgentes para reducir su huella de carbono. El etiquetado obligatorio permitiría a los consumidores comparar productos e identificar cuáles son las opciones más sostenibles. La industria alimentaria tiene la responsabilidad de ser más transparente”, explica Caroline Reid, directora de sostenibilidad de Oatly en EMEA.
ATREVIA, consultora pionera en medir su huella de carbono
ATREVIA informó recientemente sobre su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030 reforzando sus medidas contra el cambio climático y sus efectos. Por ello, ahora mide -de forma pionera en el sector- su huella de carbono con el objetivo de reducir su emisión de gases de efecto invernadero.
De la mano de su partner Greemko, este primer paso encamina a la compañía a convertirse en una empresa Net Zero (#Net-0, neutra en emisiones de carbono). La agencia considera apremiante la necesidad de limitar el incremento de temperatura en 1,5 grados centígrados, y esto solo se puede conseguir si se logran reducir las emisiones de gases efecto invernadero globales un 55% para 2030.
Al respecto de esta iniciativa, Asunción Soriano, CEO de la consultora, dijo que “el propósito de ATREVIA es ser una empresa esencialmente activista en la construcción de un futuro sostenible, y así se quiere demostrar con proyectos como éste. Hoy por hoy, más que nunca, la comunicación y, sobre todo en el ámbito de la sostenibilidad, debe apoyarse consistentemente en comportamientos corporativos que evidencien un compromiso y una responsabilidad real por parte de las compañías”.
El sector porcino ha reducido en los últimos años su huella de carbono casi un 40% por kilo de carne producido
“Si se mide el impacto ambiental atendiendo a parámetros como territorio gestionado, mejora de variables medioambientales, inversión en I+D aplicada a la sostenibilidad y vertebración del territorio, el porcino es, sin ninguna duda, un sector líder en la lucha contra el cambio climático”, ha dicho recientemente el director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca, Alberto Herranz, a propósito del ‘Día Mundial contra el cambio climático’.
El sector porcino actual está compuesto por una ganadería moderna y una industria tecnológicamente muy avanzada. “Eso nos ha permitido lograr en los últimos años importantes avances en reducción de emisiones y producción sostenible, como rebajar nuestra huella de carbono casi un 40% por kilo de carne producido; los purines un 50%; y la huella hídrica un 30% por kilo de carne producido”, ha señalado Herranz.
Herranz ha puesto también el foco en que el sector porcino solo genera el 2,64% de las emisiones GEIs de España. Ese es el dato real que figura en el Inventario de Emisiones GEI del MITECO (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), muy inferior al de otros sectores como el Transporte (27%), la Industria (19%) o la Electricidad (17%). El director de INTERPORC ha destacado que en la lucha contra el cambio climático están implicados todos los profesionales del porcino y lo demuestra el hecho de que año a año se reduzcan estas cifras.
Sage adquiere Spherics para ayudar a las Pymes a medir su huella de carbono
Sage, la compañía líder en soluciones tecnológicas, ha adquirido Spherics, una solución de contabilidad para ayudar a las empresas a medir su huella de carbono, para comprender y reducir fácilmente su impacto medioambiental. Automatizando el proceso, Spherics introduce los datos del software de contabilidad del cliente y compara las transacciones con los factores de emisión, para crear una estimación inicial de su huella de carbono. A continuación, guía al usuario para que perfeccione esta estimación mediante la presentación de datos como detalles de la oficina, desplazamientos de los empleados o consumo de energía.
En 2022, Sage se comprometió a luchar contra el cambio climático y a proteger el planeta de tres maneras: reduciendo a la mitad sus propias emisiones en un 50% para 2030 y convirtiéndose en Net Zero para 2040; apoyando a las pymes para que lleguen a Net Zero, y abogando por marcos políticos y normativos propicios para apoyar la transición hacia una economía baja en carbono.
“Sabemos que las pymes se preocupan por el impacto que tienen en el medio ambiente, y nuestra investigación muestra que quieren trabajar con proveedores y socios que puedan ayudarles a entenderlo y abordarlo”, comenta Amaya Souarez, EVP Cloud Operations de Sage.
Gesvalt, primera consultora inmobiliaria del mercado en tener una huella de carbono neta positiva
Gesvalt, compañía de referencia en el sector de la consultoría, valoración y actuaciones técnicas, asegura ser la primera empresa en su sector en lograr una huella de carbono netamente positiva. Tras analizar su huella de carbono y lograr el sello que certifica la compensación de sus gases de efecto invernadero, la compañía pondrá en marcha varias campañas para aumentar todavía más el alcance de su reducción de CO2 en la atmósfera, logrando que su impacto en el freno al calentamiento global sea netamente positivo.
Esta acción forma parte de su estrategia de negocio, que apuesta por la sostenibilidad como eje transversal de su crecimiento. De esta forma, Gesvalt ha aplicado en el seno de su propia compañía las medidas que recomiendan a sus clientes dentro de su línea de negocio enfocada en la valoración de la sostenibilidad corporativa, convirtiéndose en una pionera en la apuesta por la sostenibilidad.
Antes de la aplicación de cualquier medida, Gesvalt se expuso a la auditoria de una consultora independiente que analizó todos los activos de la compañía. Este examen dictaminó que la consultora emitía una media de 71,79 toneladas de CO2 en 2021, de las cuales el 59,6% eran directas, el 36,5% indirectas por energía y el 3,9% de otras fuentes indirectas. Tras este análisis, la compañía se ha comprometido a reducir un 25% sus emisiones hasta 2027.
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