La asociación Círvite presenta su proyecto reshogar, una residencia diseñada bajo los estándares internacionales de eficiencia energética Passivhaus y especializada en el cuidado de personas mayores con discapacidad intelectual o en proceso de envejecimiento prematuro.
Este nuevo centro cuenta con un área residencial, así como con un espacio de atención diurna. Su función es la de prestar una atención integral de calidad, tanto médica como psicológica y social, a un total de cuarenta y cuatro personas.
Según Mª José Alía, gerente de Círvite, y Jonatan Arroyo Ballesteros, director de Círvite: “Las personas con discapacidad intelectual también se hacen mayores, pero los recursos actuales especializados en envejecimiento prematuro son limitados. Actualmente, hay más de 1.300 personas en lista de espera solo en la Comunidad de Madrid. Un dato que, lamentablemente, se ha incrementado durante la pandemia, cuando muchas personas con discapacidad perdieron a sus seres queridos y ya no pueden ser cuidados por sus familiares. Ante esa situación, decidimos actuar creando este nuevo e innovador proyecto de residencia”.
Proyecto pionero y único en España con beneficios para las personas y el medioambiente.
Una de las características principales de la reshogar es que se ha construido mediante el estándar de diseño Passivhaus, una certificación emitida por el Passivhaus Institut de Alemania, que busca incorporar en las nuevas edificaciones el máximo nivel de eficiencia energética y sostenibilidad. Todo ello, de acuerdo con los retos marcados por la Agenda 2030 y según los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas 3, 7, 9, 10, 12, 13, 16 y 17.
En la actualidad, ya existen centros que cuentan con esta certificación en países como Austria, Holanda, Corea y Estados Unidos, si bien esta iniciativa de Círvite para personas con discapacidad intelectual es única en España.
Entre los beneficios que aporta, tenemos que destacar la eficiencia energética e impacto medioambiental dada la reducción, a menos de la mitad, del consumo energético del edificio en climatización, con la consecuente disminución de la huella de carbono. También, es importante el confort acústico y térmico que le otorga su envolvente hermética, que aísla el edificio para generar un entorno sin ruidos y muy cómodo, con temperaturas que oscilan entre los 20-21ºC durante el día y los 15-17ºC por la noche.
Además, este innovador centro reshogar garantiza la salud de las personas, gracias a un sistema de ventilación mecánica que recupera el calor y purifica el aire de forma eficiente, contribuyendo a reducir la contaminación y los contagios por virus o bacterias. El edificio cuenta, además, con unas condiciones de humedad óptimas y los niveles de CO2 recomendados.
De esta forma, el centro logra mejorar la atención ofrecida a las personas y hacer de este nuevo centro un lugar adaptado, familiar, sin ruidos y con menor repercusión medioambiental. “Las asociaciones sin ánimo de lucro también generan impactos derivados de su propia actividad. Solemos exigir responsabilidad ante diferentes empresas o Administraciones, y también nosotros debemos actuar con ejemplaridad y con respeto hacia nuestro entorno“, comenta Jonatan Arroyo.
Un claro ejemplo es que todo el ahorro energético se reinvierte en mejorar la calidad de la atención de las personas. De esta manera, se reducen costes, garantizando la viabilidad a largo plazo y convirtiendo a los Servicios Sociales en un referente de sostenibilidad.
Un nuevo hogar para las personas mayores con discapacidad
Con esta iniciativa, Círvite busca ofrecer un espacio adaptado y de calidad en el que los residentes puedan envejecer con salud y dignidad. Igualmente, supone un importante punto de apoyo para las familias, que pueden contar con la certeza de que sus seres queridos estarán siempre atendidos con todas las garantías de calidad necesarias.
En esta reshogar se aplican planes de apoyo individualizados a la medida de las necesidades de cada persona. Sobre todo, teniendo en cuenta que un 70% de las personas atendidas por la asociación cuentan con enfermedades crónicas u otras necesidades de apoyo añadidas que deben ser contempladas. Además, permite a las personas residentes mantener sus rutinas, al estar ubicado muy cerca de los recursos sociocomunitarios que necesitan para su día a día.
Todas estas mejoras tienen su origen en la propia experiencia de la entidad, así como en recomendaciones de diferentes estudios y aportaciones de varias residencias con años de funcionamiento en el sector. Así, esta reshogar ha implementado medidas para facilitar el día a día de las personas residentes y trabajadoras/es, como: la inclusión de unidades de convivencia, terrazas y zonas verdes, punto de recarga de vehículos eléctricos, tomas de TV, cargadores USB-C e internet en todos los espacios, sala de cuidados, ascensor montacamas, así como el 50 % de habitaciones individuales hasta agotar edificabilidad, entre otras.
Para la dirección de Círvite, “se trata de un proyecto altamente replicable en el resto del territorio a futuro y que supone una mejora considerable en el ámbito de los recursos especializados en el envejecimiento prematuro de personas con discapacidad intelectual”. Además, este proyecto permitirá crear 30 puestos de trabajo directo, fomentando el desarrollo de un entorno en el que la entidad tiene décadas de arraigo.