Según un análisis de LLYC las empresas que alinean su negocio con las dimensiones ESG (Environment, Social and Governance) de forma honesta y transparente. Además que muestran empatía hacia ellas y las potencian mediante la comunicación, agregan valor de forma sostenible en la atracción de consumidores, inversionistas y capital humano, les da cierto sentido de pertenencia.
Si bien cada geografía tiene sus agenda particulares, resultó interesante que en el volumen consolidado en los cinco países. Esto con más de 163 500 menciones y 78 000 autores interviniendo, las tres dimensiones se repartieron casi por partes iguales el interés de la conversación.
Las acciones en materia de protección al medio ambiente, la contribución a las causas sociales y a la gobernanza corporativa que impulsa una ejecución ética del negocio en todas sus dimensiones ha evolucionado: de ser una buena estrategia de comunicación. Además contención de crisis a una forma “sostenible” de hacer convivir a todo el sistema capitalista con valores universales en
busca de un mundo mejor.
Claves para una comunicación eficiente según LLYC
Conversación a 3 voces:
El equipo de Deep Digital Business (DDB) de LLYC analizó la acumulación de la conversación sobre los temas relacionados con ESG durante siete meses (marzo a septiembre de 2022). Ello en cinco países de América Latina (Argentina, Colombia, México, Panamá y República Dominicana).
Aunque cada geografía tiene sus agendas particulares, resultó interesante que en el volumen consolidado en los cinco países
con más de 163 500 menciones y 78 000 autores interviniendo. Las tres dimensiones se repartieron casi por partes iguales el interés de la conversación.
El volumen más alto de la conversación ambiental fue registrado en junio. En medio de las elecciones presidenciales de Colombia
por el posicionamiento del ahora presidente Gustavo Petro como un especialista en temas medioambientales. Otro pico también vinculó la política y la ecología cuando. En abril, una mayoría de diputados mexicanos votó en contra de una reforma eléctrica que buscaba mitigar los impactos a la naturaleza.
En la dimensión social, la conversación en los cinco países también fue amplia y diversa, aunque los temas de derechos humanos (41 %), LGBTQI+ (33 %) y equidad de género (12 %) representaron el 85 % del interés.
Del movimiento ambientalista al compliance
La existencia de fundaciones corporativas, estrategias de Responsabilidad Social, beneficios fiscales derivados de donaciones, las ONG y la vocación humana por ayudar al prójimo son muy antiguas.
Se considera, tal vez desde un punto de vista un tanto romántico, que el inicio del movimiento ambientalista, tuvo su punto de partida con la fotografía “Earthrise”, que muestra a la tierra con la luna en primer plano, tomada por la tripulación del Apollo 8 en la nochebuena de 1968. De ahí en adelante, la exigencia a las empresas por contribuir al cuidado del medio ambiente ha ido
en aumento.
LA CONTRIBUCIÓN SOCIAL: De las tres dimensiones, la social era la más segura para las empresas. Resultaba fácil ligar su imagen a la ayuda a grupos vulnerables, a la comunidad cercana a sus instalaciones o al apoyo a ONG que fueran afines a los gustos del empresario y que, además, fueran deducibles de impuestos.
LA DIMENSIÓN MEDIOAMBIENTAL: El cuidado del medio ambiente era más complicado. Pero siempre contaba con el efecto
mediático que suscitaba apoyar a alguna especie animal entrañable en peligro de extinción o a un entorno amenazado como un bosque o una selva. Muy frecuentemente tenía poco que ver con el impacto que tuviera su actividad sobre el medio ambiente.
LA DIMENSIÓN DE GOBIERNO CORPORATIVO: Las empresas cotizadas y las altamente reguladas deben alinearse a las normas gubernamentales e institucionales que las rigen. Pero no es hasta años recientes que las estrategias de control interno, estructura accionaria y operativa, seguridad industrial y cibernética. Así como políticas internas como la inclusión y la igualdad de género, son también objeto del escrutinio público, indicadores reputacionales y elementos de creación de valor.
La presión del consumidor
Sin duda, los criterios ESG han llegado para quedarse y esto queda más evidenciado en el mundo corporativo. Las empresas están
alineando la esencia del negocio a los modelos ESG. Estos criterios ayudan a las compañías a ampliar su visión de negocio, a darse cuenta que no todo está en las utilidades que genera la empresa. Pero que al alinearlo puede traer gran beneficio en las nuevas formas de consumo de sus usuarios y que no siempre es la mejor opción tener a los proveedores que dan menores costos.
Los consumidores cada día prefieren adquirir productos o servicios de empresas que tengan prácticas éticas y sostenibles. En nuestra escucha encontramos que, en los cinco países, la conversación en torno al criterio social es amplia y diversa, alrededor de temas como los derechos humanos, LGBTQI+ y equidad de género, amasando hasta el 85 % del interés de la población analizada.
Gracias a esta preferencia, las empresas se ven en la necesidad de adoptar prácticas sostenibles y alinearse a los criterios ESG.
Las empresas deben de entender las necesidades de los clientes y de la comunidad en la que producen sus bienes o servicios para tomar decisiones sostenibles. Por lo general, los productos y servicios de empresas sostenibles son un poco más caros de lo habitual. Sin embargo, los consumidores están dispuestos a pagar estos precios para garantizar la reducción de su huella
de carbono.
Crear una estrategia bajo los criterios ESG ocasiona una economía circular, algo que sin duda es favorecedor para todas las personas y a la vez se generan más oportunidades de empleo para las áreas encargadas de la sostenibilidad. Hay ciertas creencias arraigadas sobre que solo las grandes empresas pueden adaptarse a estos criterios sin problema o hacerlas más visibles. Pero esto no es así. Las personas prefieren comprar productos responsables con el medio ambiente, por lo que cualquier empresa,
sin importar su tamaño, puede alinear su negocio con estos criterios. Además también tener una comunicación efectiva y asertiva con sus consumidores.
El ESG en la creación de valor y la atracción de capital
La relación e involucramiento de los criterios ESG en la creación de valor y atracción de capital ha alcanzado relevancia en los últimos años, luego del posicionamiento de algunos de los asset managers más grandes del mundo y como respuesta hacia los inversionistas, vistos también como consumidores. También su deseo de invertir en negocios socialmente responsables que no se encuentren solamente enfocados en las ganancias económicas. En la misma lógica de los consumidores, algunos inversionistas
están dispuestos dejar a un lado algunos puntos porcentuales de rentabilidad por ser más responsables.
La ONU reconoce que “al invertir en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), invertimos en el futuro, asegurando un mundo
en el que luchamos por la paz, la estabilidad y la prosperidad que no dejan a nadie atrás”.
Del Storytelling al Storydoing en ESG
El empeño de las organizaciones en transformar la sociedad a través de sus estrategias de responsabilidad corporativa nos llevó hasta una etapa en la que se separan los grandes de los chicos, y no necesariamente nos referimos al tamaño de las empresas, sino al nivel de su vinculación. Los territorios ESG significan un cambio profundo de paradigma en el cual tus acciones respaldan tus palabras, y no a la inversa.
Así como en el periodismo la intención no es noticia, sino las acciones, en materia de ESG no son suficientes las buenas intenciones o los planes de hacer algo. Por lo cual el cumplimiento de los criterios no deja ningún margen para el social o greenwashing.
ESG en América Latina: una conversación de varias voces y dimensiones “El Wall Street Journal estimó que, en el primer trimestre
de 2021, la inversión en negocios que siguen criterios ESG fue de 21,5 mil millones de dólares”.
Seguiremos informando…