“Borja Prado enseña el colmillo en Mediaset”. Bajo ese titular, el diario El País ha recibido a Borja Prado, presidente de Mediaset, a poco más de un mes de hacerse efectiva la salida de Paolo Vasile como consejero delegado del grupo italiano. Una recepción que algunos han considerado un claro ataque contra Prado, perfilado como nuevo ‘hombre fuerte’ de Mediaset, y tras la que muchos advierten la mano de Miguel Barroso, gestor de Prisa y hombre con lazos privilegiados con La Moncloa.
Ese es, precisamente, uno de los aspectos que han escamado en lo que algunos ya consideran una “operación” contra Prado. ¿Se trata de una labor exclusivamente de Prisa o de un recado procedente de los ámbitos gubernamental? ¿Tal vez las dos?
Hasta ahora, lo único cierto es que El País ha golpeado al presidente de Prisa de forma inmisericorde. En ese sentido, el diario de Prisa venía a indicar que el cese de Vasile podría estar relacioando con la emisión del documental ‘Salvar al Rey’ que exponía los vínculos del emérito con Manuel Prado y Colón de Carvajal, su administrador personal y padre del alto directivo de Mediaset.
Al respecto, El País apuntaba que el documental no gustó a Prado: “La serie sobre Juan Carlos I -y el papel destacado en la misma de Prado y Colón de Carvajal- fue el catalizador en esa salida”, respecto a Vasile. Desde el órgano de Prisa se indicaba que Prado “ha hecho valer su creciente peso en el grupo” y que “su presencia ya se deja notar en la sede de la televisión”. “Prado manifestó su malestar por el tratamiento de la figura del rey emérito y de su padre en esa serie”, recalcaba.
Para continuar haciendo sangre, el periódico barrosista indicaba la vinculación de Prado con un fondo qatarí, la existencia de “incertidumbre” en la plantilla ante su incremento de poder o el papel del máximo directivo en la operación Endesa-Enel, “la obra magna de Prado antes de aterrizar en Madrid”.
Toda una muestra de artillería contra Prado para la que los analistas del sector barajan algunas hipótesis ya planteadas y que podrían sumarse a otras más prosaicas, como la búsqueda de nuevos nichos de mercado de Prisa en el sector audiovisual -con el permanente José Miguel Contreras a la caza y captura de contratos- o a modo de aviso desde el Ejecutivo y aledaños hacia un Prado considerado como un hombre de ideología conservadora que quiere potenciar la línea informativa frente a la tibieza de Piqueras y Valentín.
Seguiremos Informando…