Según un estudio de Ipsos llevado a cabo este 2022, el 29% de las personas encuestadas en Europa Central y los Países Bálticos se consideran muy afectadas por la desinformación en los medios de comunicación. Esta tendencia se repite a una escala más internacional.
Cada día, millones de personas acceden a Google y YouTube en busca de información que les ayude a distinguir entre hechos y ficción. Así, Google dice que afronta el reto de luchar contra la proliferación de la desinformación en Internet, pero que no puede sola.
Ante este reto, en colaboración con YouTube, el European University Institute y la Fundación Calouste Gulbenkian, Google ha celebrado en Bruselas la Cumbre sobre la lucha contra la desinformación online, donde se han anunciado 3 iniciativas que se pondrán en marcha en Europa:
1.- Aporte económico
Google y YouTube aportarán una ayuda de 13,2 millones de dólares a la organización International Fact-Checking Network (IFCN) para poner en funcionamiento un fondo mundial de verificación de datos. Será la aportación económica individual más grande hasta la fecha de Google y YouTube dedicada a esta cuestión.
2.- Desarrollo de proyectos
Aportaciones de Google.org para TechSoup Europe y Demagog para ayudar al desarrollo de proyectos contra la desinformación en Europa Central y del Este. Recientemente, Ipsos ha publicado un estudio sobre el grado de exposición del público a la desinformación en esta región.
3.- Pausa a los contenidos nocivos
Recientemente, también se ha anunciado el proyecto ‘Dale a pausa’ para combatir la difusión online de contenidos nocivos y nuevos vídeos de Jigsaw para desmentir bulos, como una táctica preventiva para contrarrestar las narrativas contra los refugiados en Europa Central y Oriental.
Además de estas iniciativas, YouTube ha publicado nueva información sobre cómo se desarrollan las Normas de la Comunidad de la plataforma. En ella se explican los procesos para actualizar estas políticas y la colaboración de expertos en temas como el acoso, discursos de odio, abuso infantil, que proporcionan información para ayudar a adaptar dichas políticas. A su vez, explica cómo trabajan conjuntamente los moderadores de contenido y el machine learning para identificar contenido dañino.
Otra novedad ha sido la iniciativa Superbuscadores, que ha servido para dar a conocer las mejores prácticas sobre educación mediática —y cómo aplicarlas— entre personal de bibliotecas de 12 países europeos.
Seguiremos comunicando…