Jaume Roures continúa sembrando, y más ahora que necesita apoyar los proyectos mediáticos de su empleado, Pablo Iglesias. Y en esa siembra vale todo, como ha demostrado ABC, que ha difundido cómo Mediapro ha reclamado 5.000 euros a la asociación juvenil Barcelona amb la Selecció por la emisión de dos partidos de la Selección española en el Mundial de Catar.
Mediapro reclama 2.500 euros por partido, correspondientes a los disputados el 27 de noviembre con Alemania y el 6 de diciembre con Marruecos. Lo llamativo del asunto es que la asociación ha alegado haber emitido dichos partidos retransmitidos por TVE, cadena pública, por lo que Mediapro no tendría derechos, ya que estarían cedidos a la televisión pública.
Por otra parte, la entidad alega que no hubo ánimo de lucro y que sólo se cobró el mínimo necesario para gastos de mantenimiento y seguridad. Esta última iniciativa es definitoria del proceder de la empresa de Roures, que continúa mostrando su lado más hipercapitalista tras su fachada de oráculo izquierdista.
El asunto resulta muy similar a otras cuestiones desarrolladas por Mediapro y no ha dejado de dar pábulo, a causa de su cercanía al entorno independista, a una “cruzada” contra una asociación que ha llevado a cabo una iniciativa escasamente grata a dicho mundo.
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