Tras la pandemia, el número de pacientes con trastornos del sueño, y en particular con insomnio, ha aumentado exponencialmente. Actualmente se estima que la incidencia en problemas del sueño es de un 40% a nivel mundial y entre un 20% y 48% a nivel nacional. Además, no dormir bien, tiene implicaciones en la salud física y mental. Por ello, hemos querido abordar este tema con el Dr. Carlos Mur, quien nos ha ayudado a conocer más sobre el problema y su contexto.
En primer lugar, ¿qué es el insomnio?
El insomnio, es mucho más que dormir mal, es una forma de combate. Se trata de un problema que se ha definido siempre como uno de los trastornos del sueño más frecuentes, consistente en un sueño pobre en cantidad y calidad. Pero bien, no solo nos referimos a tener dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo, sino también hablamos de insomnio, como dificultades para mantener un patrón de sueño regular que nos provoque un verdadero descanso.
¿Qué influencia tiene actualmente esta enfermedad en la población?
Hay estudios epidemiológicos que hablan de esto desde hace muchísimo tiempo, pero a nivel de la población mundial o particularmente de la europea, estamos hablando de que el insomnio ha crecido entre un 40% y un 50% desde la pandemia. Y, a día de hoy, las últimas cifras que manejamos nos arrojan el dato de que, el 30% de la población tiene un problema de sueño. Es decir, que uno de cada cinco personas no duerme bien o padece problemas para dormir, lo que realmente es una cifra enorme. Además, el insomnio suele afectar mucho a las personas que se encuentran en las fases finales de la vida, pero a la hora de darse más en unas personas u otras, es algo bastante transversal.
Y, ¿cómo podemos identificar o cuáles son los primeros síntomas que percibimos a la hora de darnos cuenta que nuestra calidad del sueño no está siendo la correcta?
Pues mira, lo primero que deberíamos preguntarnos todos es, cómo nos levantamos por la mañana, si este sueño se ha traducido en una recuperación de la energía, o todo lo contrario. Luego también estarían, las dificultades para conciliar el sueño, porque es algo normal, fisiológico que tardemos entre 20 o 30 minutos en conseguir dormirnos, ya que es el momento del día en el que saltan las preocupaciones, cuando tenemos un mayor nivel de ansiedad, pero lo que ya no es frecuente es cuando nos encontramos que tardamos entre hora y hora y media en conciliar el sueño. Y por supuesto, la cuestión fundamental que nos tiene que alarmar es si tenemos un sueño interrumpido.
Una vez percibimos que algo está yendo mal con nuestras horas de sueño, ¿qué factores o causas son las que pueden hacernos llegar al punto de padecer insomnio diario?
Mira, el insomnio se puede deber a muchos trastornos mentales, desde un trastorno mixto ansioso depresivo o el trastorno adaptativo con síntomas de ansiedad y depresión, el trastorno obsesivo compulsivo, dentro de la escala neurótica que provoca una hiperactividad en horario nocturno y desde luego, aparece a causa del trastorno por estrés. Y, desde luego, también es un problema que afecta directamente a aquellas personas que consumen o abusan de determinadas sustancias psicotrópicas.
Y al contrario, ¿qué problemas puede acarrear el insomnio?
La persona que no duerme bien, lógicamente arrastra trastornos de ansiedad y trastornos del estado de ánimo. Además, lo más frecuente es que sea una persona que comience con irritabilidad, con bajo rendimiento académico, laboral, y sobre todo, una marcada incapacidad para describir sus actividades habituales en primera persona. Es decir, la persona con insomnio a nivel crónico puede seguir el mismo recorrido a nivel psicológico que una persona que padece cualquier tipo de trastorno y es que, realmente, es muy difícil como convivir con ello durante semanas, durante meses, sin un adecuado seguimiento,
Las personas, ante este problema, ¿acuden a terapia?
Pues hay de todo, pero ciertamente es preocupante que aproximadamente solo 1/3 de los pacientes acuden a un médico especialista para tratarlo.
Una cifra que indica, imagino, la necesidad de de concienciar, ¿es de aquí, de donde nace Alianza por el Sueño?
Mira, pues en realidad Alianza por el Sueño realmente es algo que nace de forma muy multidisciplinar y muy transversal en torno al hecho de que la urgencia social realmente hace surgir poca conciencia moral y de la necesidad directa de su correspondiente transformación. Es, por tanto, como un actor de la sociedad civil ya que está formado tanto por profesionales médicos, como también por asociaciones y sociedades científicas que pretenden llevar el sueño al debate público y a la esfera institucional. Realmente es como si fuera una plataforma con una estrategia detrás basada en la promoción y prevención de la salud nacional del sueño, la cual, como hemos viso, tiene mucho que ver con la salud mental. Con ella se pretenden a nivel general, generar cambios sociales y en particular, reducir el uso de la solución farmacológica en este tipo de problemas y es que, queremos conseguir un abordaje más global.
Desde Alianza por el Sueño, plataforma y movimiento del que formas parte, ¿cómo habéis percibido la acogida social e institucional de vuestra idea?
Pues, a nivel institucional, todavía no hemos comenzado a tener una comunicación directa con las administraciones. Pero, la acogida por parte de sociedades científicas y de otros expertos alejados del mundo médico, es decir, gente del ámbito más social o económico, ha sido muy buena, nadie ha dudado de la necesidad de este movimiento para mejorar el sueño de la población española y bueno, sí que necesitamos, a partir de ahora, hacer partícipe a toda la Diputación para conseguir los objetivos perseguidos.
Seguiremos informando…