El desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TICs, y el avance de la conectividad han impulsado el crecimiento de herramientas tan innovadoras y revolucionarias para empresas y organizaciones como el Cloud Computing, un concepto que puede parecer abstracto ya que Cloud hace referencia a la nube, pero su utilidad está ganando cada vez más usuarios.
Esta tecnología ofrece servicios y herramientas que están almacenados en remoto (en la nube), y se ejecutan en los dispositivos de los usuarios. Para ello utiliza la conectividad como medio para ofrecerlos, ya que están almacenados en la nube.
De esta forma las empresas pueden disfrutar no solo del acceso a una amplia gama de software, servicios de almacenamiento y otras herramientas basadas en las nuevas tecnologías, también permite almacenar y gestionar los datos de empresas, organizaciones y particulares, de tal forma que siempre están accesibles.
Cómo funciona el Cloud Computing
Las plataformas en la nube dan acceso de manera instantánea tanto a la información allí almacenada, como a un buen número de servicios y herramientas como el análisis de datos, la Inteligencia Artificial (IA) o la gestión del Internet de las Cosas, (IoT), de tal manera que dichas herramientas y servicios siempre están actualizados.
¿Cómo es esto posible? El Cloud Computing trabaja sobre el diseño de una red de servidores conectados. Así, los servidores adquieren el papel de administradores, es decir, encargados de que el sistema funcione, y hacen posible que los usuarios se conecten con el servicio Cloud.
De esta forma los usuarios se conectan a la nube a través de una interfaz a través de una aplicación intuitiva y fácil de utilizar, llamada Frontend. La otra parte del sistema Cloud Computing es el servicio cloud, conocido como Backend.
Tipos de nube
Existen cuatro tipos de nube: pública, privada híbrida y multicloud, en función de si los servicios se dan a través de servidores compartidos con varios usuarios, como Google Cloud o Amazon Web Services, o se limita su acceso a un grupo de usuarios determinado; mientras las híbridas son el resultado de conectar una nube privada con una pública, y si se trata de utilizar los servicios de varios proveedores cloud, se tratará de una multicloud.
Ventajas de trabajar en la nube
La principal ventaja es que, al estar todo almacenado en la nube, el acceso a todo ello se realiza a través de internet desde cualquier parte del planeta, y desde cualquier dispositivo, lo que facilita, entre otras muchas cosas el teletrabajo y el trabajo híbrido (presencial y remoto) y evita a las empresas a tener y mantener sus propios servidores físicos, y esto reduce costes.
Las actualizaciones se realizan de manera casi automática por parte de la empresa que presta los servicios Cloud, sin que esto se realice dispositivo a dispositivo. Con ello, las empresas acceden a las herramientas más avanzadas y cuentan con potentes infraestructuras de conectividad sin que esto suponga un coste extra.
La agilidad es otra de las principales ventajas que ofrece el Cloud Computing. Empresas y organizaciones consiguen ser más eficientes ya que cuentan con el acceso rápido y seguro a herramientas innovadoras que hacen que su trabajo sea más fácil; se aprovecha la flexibilidad de la digitalización ofreciendo soluciones a medida y de forma escalable, en función de las necesidades de cada momento, y pagar solo por ello. De esta manera las empresas pueden poner en marcha proyectos más ambiciosos sin tener que pensar en grandes gastos.
Ciberseguridad en la nube
La seguridad es probablemente la característica que más destaca del Cloud Computing. Estos servicios garantizan la total confidencialidad de la información almacenada, así como la prevención de los ciberataques a estas plataformas, ya que es capaz de frenar cualquier tipo de ataque o intento de acceso de usuarios desconocidos.
Sectores como la Administración Pública, banca, defensa, sanidad o industria, entre otros, ya utilizan este tipo de servicios, por la fiabilidad que aporta. Esto se consigue gracias al uso de Blockchain, ya que la seguridad del dato es primordial: desde su almacenamiento y gestión, hasta la administración de escritorios virtuales y herramientas especialmente enfocadas a la venta y gestión de clientes, como aplicaciones de CRM (Customer Relationship Management) o los ERPs (Enterprise Resource Planning), o la creación de copias de seguridad. Así, en caso de crisis, la recuperación de los datos es rápida y fiable.
Blockchain es una tecnología que trabaja de manera descentralizada capaz de rastrear cualquier acceso a la nube. Ha crecido tanto el uso de ambas tecnologías que se habla incluso de soluciones Blockchain en la nube, facilitando la implementación de ésta en todo tipo de empresas.
Gaia-X: el proyecto europeo de Cloud Computing
Europa ha puesto en marcha un proyecto llamado GAIA-X. Pretende ser una alternativa segura en un mercado liderado por EEUU y China, puesto que los datos ya forman parte de la infraestructura de la economía digital, tal y como señala el Ministerio de Asuntos económicos y Transformación Digital.
GAIA-X es una asociación europea de empresas sin ánimo de lucro creada para fomentar la soberanía digital en entornos cloud. Su objetivo es llegar a ser una infraestructura común europea de datos basada en la nube, que ofrezca capacidad de control de acceso y reutilización para aquellos que producen información, a través de la creación de hubs nacionales.
Este proyecto entra en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y cuenta con el apoyo de los fondos NextGenEU, para el impulso de la llamada economía del dato, que necesita de una nube fuertemente desarrollada, así como de unos “servicios de infraestructura para almacenar y procesar datos, una arquitectura de compartición de datos entre los diferentes actores y de una conectividad de alta capacidad, segura, resiliente y fiable”, indican desde el Ministerio.
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