Según una revisión sistemática y metaanálisis liderada por la Universidad de Hong Kong, la práctica de actividad física en niñas/os y adolescentes se relaciona con reducciones significativas de los síntomas depresivos. Así lo afirma este estudio, publicado en la revista científica ‘JAMA Pediatrics’, el cual incluyó 21 estudios con 2.400 participantes. En concreto, los mayores descensos de estos síntomas se registraron en mayores de 13 años.
Y es que, es importante recordar como la depresión es el segundo trastorno mental más frecuente entre niños y adolescentes, con una tasa de prevalencia estimada del 6,2% a nivel mundial, y sin embargo, a día de hoy, sólo una pequeña proporción busca o recibe tratamiento específico para el trastorno. Además, este tipo de trastorno en la primera etapa de la infancia se asocia a resultados adversos graves, como dificultades en el funcionamiento social, mala salud mental y física y suicidio.
Cuando se da una incidencia de síntomas depresivos a una edad temprana es un fuerte predictor de futuros trastornos mentales, ya que se ha demostrado que hasta el 67 por ciento de los jóvenes con síntomas depresivos corren el riesgo de desarrollar trastornos depresivos o de ansiedad de síndrome completo en la edad adulta. Para evitar esto en la mayor medida posible las guías de práctica clínica sugieren el uso de psicoterapia y/o farmacoterapia para aliviar los síntomas depresivos en niños y adolescentes. Sin embargo, según este último estudio, ambos enfoques tienen limitaciones que pueden reducir la adherencia al tratamiento.
En esta línea, la falta de tiempo, el miedo a la estigmatización, la desconfianza de los padres en el terapeuta y la falta de percepción de la necesidad de tratamiento siguen siendo fuertes barreras para la psicoterapia infantil, mientras que los efectos adversos, como trastornos del sueño, malestar gastrointestinal e incluso suicidio, se han asociado al uso de antidepresivos en pacientes pediátricos, señala el estudio.
Por ello, basándose en algo tan sencillo como que la actividad física es una forma, segura y accesible para ayudar a reducir la depresión en niñas/os y adolescentes, el objetivo de esta investigación era determinar la asociación de las intervenciones de actividad física con los síntomas provocados por este trastorno.
Y bien, tras seleccionar estudios que evaluaban los efectos de las intervenciones de actividad física sobre los síntomas depresivos en niños y adolescentes en comparación con una condición de control, wl resultado principal fueron los síntomas depresivos medidos mediante escalas de depresión validadas tras la intervención y durante el seguimiento. Se incluyeron 21 estudios con 2441 participantes, 1148 (47%) niños y 1293 (53%) niñas. La edad media era de 14 años.
Por tanto, se demostró que la intervención, es decir, de menos de 12 semanas de duración, 3 veces por semana, sin supervisión y las características de los participantes, es decir, de más de 13 años de edad, con un diagnóstico de enfermedad mental y/o depresión, pueden influir en el efecto global del tratamiento.
En declaraciones a SMC España, el jefe de Servicio de Psiquiatría del Niño y el Adolescente y director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Celso Arango, ha resaltado sobre los resultados del estudio que:
El ejercicio, asociado con menos síntomas de depresión en niños y adolescentes
“El ejercicio físico moderado es un factor protector para el desarrollo de trastornos mentales como la ansiedad y depresión, y una vez que se tienen estos trastornos, acelera la mejoría cuando se realiza de forma combinada con distintos tratamientos indicados con evidencia científica. Teniendo en cuenta que la depresión es una enfermedad de todo el cuerpo, el ejercicio físico es una ayuda importante que utilizamos los clínicos en nuestra práctica habitual con pacientes”.
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