RTVE ha entrado en un bucle en el que cada balance anual es peor que el anterior. Los números se han convertido en un quebradero de cabeza para la televisión pública que no encuentra salida a la caída en picado que sufre desde hace años. Si el año pasado se despedía con la cuota más baja de la historia con un escaso 8,8%, este año la gran debacle la han sufrido sus informativos.
Fueron referencia hace tiempo pero la realidad es que Antena 3 se ha convertido, desde hace años, en el rival a batir. No obstante, La 1 tiene mucho que cambiar si quiere volver a ser quien fue. 2022 ha dicho adiós con el peor promedio de los informativos de la cadena pública en su historia con 10,4% de share y menos de 1,2 millones de espectadores.
El entretenimiento tampoco logra convencer a una audiencia que, cada vez más, se desliga de RTVE. Los únicos datos contundentes de este año han venido de la mano de Eurovisión y su apuesta por el fútbol de la mano del mundial de Qatar, seguido a la par que criticado.
Baile de sillas en la dirección
La inestabilidad en sus despachos no ayuda tampoco a que RTVE pueda crear un proyecto firme con proyección de futuro. Tras la marcha de José Antonio Sánchez llegó la etapa de Rosa María Mateo al frente de la Corporación como administradora única en 2018. Un año que La 1 se despidió con un promedio de 10,5% de cuota y que ha descendido de manera progresiva hasta despedir 2022 con un share de 9,1%.
2023 se presenta como un año de transición después de la dimisión de Pérez Tornero y la presidencia interina de Elena Sánchez. En cuanto a contenidos, pocas novedades en su programación. Mientras seguirá apostando por formatos con cierto desgaste como MasterChef o Cuéntame –su ficción más longeva- las tardes de La 1 contarán próximamente con un nuevo título, La promesa y el nuevo programa de entretenimiento con Toñi Moreno. Además, la cadena pública seguirá apostando por los concursos, que se han convertido en formatos troncales para sus tardes.
Seguiremos Informando…
