La diabetes es, cada vez, un mayor problema para la salud mundial. Según los últimos datos de la Federación Internacional de Diabetes, esta enfermedad afecta a más de 530 millones de adultos en el mundo y se espera que siga aumentando a 783 millones para 2045. Esta siempre ha sido una patología que se ha desarrollado más en personas de mediana edad y mayores, pero expertos avisan de que, cada vez, son más los adolescentes y jóvenes que se ven afectados por este problema.
En concreto, según un estudio publicado recientementeen The British Medical Journal, la evolución durante las últimas tres décadas (1990-2019) en 204 países del mundo de la incidencia de diabetes tipo 2 en la población adolescente y joven (15-39 años), la que por edad menos probabilidades debería tener de desarrollar esta patología crónica, no está siendo buena. Los resultados son cuanto menos preocupantes. En apenas 30 años la prevalencia de diabetes tipo 2 en estos grupos de población se ha incrementado en un 56,4%, pasando de una incidencia de 117 casos por cada 100.000 habitantes en 1990, a una de 183 en 2019.
“Nuestro estudio muestra una clara tendencia al alza de la carga de la diabetes tipo 2 de aparición temprana”, advierten los autores, que para su investigación tomaron como referencia el último Estudio de la Carga Global de las Enfermedades y lo pusieron en comparación con los datos de casi 30 años atrás. Además, el objetivo del estudio fue llenar el vacío que existe respecto a la incidencia de la diabetes según factores sociodemográficos basándose en países de ingresos altos y obviando, como en la mayoría de investigaciones, el drama que supone este problema en otros lugares.
Sobrepeso y diabetes
Uno de los factores sociodemográficos que más influye en el aumento de la diabetes tipo 2 a nivel mundial es el sobrepeso. “El control del peso es esencial para reducir la carga de la diabetes tipo 2 de aparición temprana”, juzgan los autores. Unas palabras que van en la línea de los últimos estudios sobre factores de riesgo para la diabetes tipo 2, que señalan la obesidad como el más destacado. Además, que sean las regiones más perjudicadas las que menos ingresos tienen se justifica por este factor ( un alto Índice de Masa Corporal (IMC)). Más del 70% de los 2.000 millones de personas con sobrepeso y obesidad viven en países de ingresos bajos o medios.
Además de los bajos ingresos, los autores señalan que el ser mujer también supone un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes temprana. Curiosamente, esta relación se invierte una vez pasados los 30 años. Es decir, antes de esa edad, el sexo femenino tiene más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, mientras que después, son los hombres.
“Sospechamos que el embarazo y el síndrome del ovario poliquístico, que están asociados con la resistencia a la insulina, podrían contribuir, en parte, a esta diferencia entre sexos”, explican los investigadores, que añaden además que: la carga de la enfermedad en el sexo femenino es más pronunciada en los países con un índice sociodemográfico bajo.
Aumento de la mortalidad
Pero bien, independientemente de lo ya expuesto, este estudio también detalla una serie de causas que esclarecen el incremento de la diabetes temprana, como la contaminación del aire por partículas ambientales, tabaquismo y empleo de combustibles sólidos para calentar los hogares. “Estos hallazgos brindan una base para comprender la naturaleza epidémica de la diabetes tipo 2 de inicio temprano y exigen acciones urgentes para abordar el problema desde una perspectiva global”, sentencian los autores.
Sin embargo, la parte positiva del estudio es que la tasa de mortalidad en este grupo de edad no ha aumentado tan drásticamente como la de la incidencia. Según cifra, ha pasado de 0,74 por 100.000 en 1990 a 0,77. Por tanto, las acciones urgentes de las que hablan los investigadores van más en la línea de todos los problemas que lleva asociados esta enfermedad.
El problema es que, según siguen denunciando los profesionales, en España no hay apenas datos publicados sobre la prevalencia de esta enfermedad en edad pediátrica, por lo que es complicado medir la situación patria para comenzar a ponerle solución a sus elevados datos. Según declararan en una revisión del 2013 profesionales de unidades de diabetes pediátrica supone el 1-2% de los pacientes con diabetes controlados, pero convendría medir la dimensión para afrontar un problema que queda demostrado está en alza.
Sanidad integra las propuestas de la FEDE en la estrategia en diabetes
Ahora bien, a nivel nacional, la última noticia de la gestión de la diabetes por parte de las administraciones es que el Ministerio de Sanidad ha publicado recientemente el documento titulado Perspectiva de los pacientes en el enfoque actual de la Diabetes Mellitus en el marco de la Estrategia en Diabetes del Sistema Nacional de Salud (SNS), elaborado en colaboración con las federaciones y asociaciones miembro de la Federación Española de Diabetes (FEDE), en base al documento `Pacto nacional por la diabetes tipo 2´, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con esta patología.
Y, ante este logro de integrar la opinión y propuestas de los representantes de los pacientes en el marco de la Estrategia en Diabetes del SNS, Juan Francisco Perán, presidente de FEDE, ha señalado que “estamos muy satisfechos por haber conseguido este reconocimiento, que supone un avance para los pacientes con diabetes. Esta propuesta se ha realizado con el objetivo de recordar y remarcar que esta patología, la diabetes, es y debe seguir siendo una preocupación para el SNS”.
Por tanto, un nuevo documento con el que al menos por escrito, se pretende ayudar en la reducción de morbilidad y mortalidad por diabetes, y mejorar el bienestar de los pacientes y sus familiares; siempre sin perder de vista que, al mismo tiempo, también, influirá en la disminución de los costes económicos. Además, con la publicación de estas medidas, también se buscan mejoras, no sólo dedicando esfuerzos a la diabetes como una patología “única”, sino poniendo en marcha propuestas como la realización de campañas de concienciación, diagnósticos precoces para poder actuar a tiempo, establecer consultas rutinarias y apostar por la educación diabetológica.
Una realidad plasmada en papel cuya implantación queda por comprobar. Y es que, como sucede con la investigación por parte de los laboratorios falta invertir y apostar por ello fuera de la reivindicación. Puede existir estrategia a nivel educacional, de concienciación o para reducir los costes sanitarios, pero la realidad es que también hay que mejorar la asistencia y el tratamiento de aquellos que ya no pueden prevenir y se tienen, por tanto, que concentrar en sobrellevar su patología.
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