En la Tierra a domingo, diciembre 22, 2024

ANALISTAS ESTIMAN UNA BAJADA DE CASI DOS TERCIOS DE LAS VENTAS

Las farmacéuticas esperan grandes perdidas ante la caída de la demanda de vacunas contra la Covid-19

FIZER Y MODERNA, LA CARA Y LA CRUZ DE LOS FABRICANTES DE VACUNAS CONTRA LA COVID

En los últimos años las vacunas y tratamientos frente a la Covid-19 no solo han salvado vidas. También han mejorado la salud financiera de las grandes farmacéuticas

La vacuna contra el Covid-19 no sólo supuso un gran beneficio para los ciudadanos que vieron en ella la probabilidad de volver a la ansiada “normalidad” en plena crisis sanitaria, sino que para sus propios fabricantes, es decir, las grandes farmacéuticas también sirvió de incentivo dándoles la oportunidad de mejorar su salud financiera.

Solo echando un ojo a los fabricantes occidentales, entre los que despuntan PfizerBioNTechModernaAstraZeneca y MSD, se generaron alrededor de 100.000 millones de euros en ingresos en 2022. Sin embargo, tras vacunaciones masivas y compras millonarias, las compañías se enfrentan a tiempos de incertidumbre y caídas en plena desaceleración económica.

Pero ahora bien, en la actualidad, cuando los casos de Covid-19 se han visto reducidos en su gran mayoría, y a pesar de que los Gobiernos continuarán invirtiendo en medicamentos para ejecutar campañas de refuerzo y aumentar las reservas estratégicas sanitarias, las altas tasas de vacunación de la población y las infecciones previas se traducen en una menor demanda de tratamientos. De hecho, las estimaciones de compañías y analistas sugieren que esas ventas podrían caer en casi dos tercios este año por exceso de stock.

Y es que, tras una crisis sanitaria de gran alcance en la que las farmacéuticas tuvieron que correr a contrarreloj para ampliar sus propias capacidades, desarrollar las vacunas y satisfacer una demanda aparentemente insaciable, la industria mundial de vacunas se enfrenta ahora una tendencia decreciente.

Pfizer y Moderna, la cara y la cruz de los fabricantes de vacunas

Como ya se ha mencionado han pasado más de dos años desde que comenzase la carrera por encontrar una vacuna contra la Covid-19. Pero bien, hay que destacar que las primeras en aprobarse fueron las desarrolladas por Pfizer y Moderna. Dos antígenos que les han asegurado hasta el momento, obtener grandes ingresos. 

Pero bien, ya una de ellas ha frenado sus ventas por encima de su principal competidora. Se trata de Moderna, que ha reducido sus previsiones de ventas de vacunas contra la Covid-19. Mientras que, aunque también espera una reducción de sus ventas en 2023, la otra cara de la moneda es Pfizer, que durante 2022 ha conseguido seguir creciendo y ha pisado el acelerador elevando sus beneficios a cifras récord.

Cabe recordar que Moderna pactó con la Unión Europea un retraso en la entrega de nuevas dosis hasta finales de 2022 o principios de 2023. Esto se debe a que la demanda de dosis por parte de los países ya no es tan alta como a principios de 2021. Del mismo modo, también canceló un acuerdo con la alianza de vacunas (GAVI) y llegó a uno nuevo para suministrar a la organización hasta 100 millones de dosis de su vacuna de refuerzo actualizada en 2023.

En cambio, Pfizer, por su parte, ha elevado sus previsiones en 2.000 millones de dólares (2.035 millones de euros). Así, la compañía estadounidense ingresará 34.000 millones de dólares (34.600 millones de euros) este 2022 por su vacuna contra la Covid-19. Y es que, entre las diferencias con su principal oponente también destaca el número de dosis entregadas. Según datos de la Unión Europea, hasta ahora de Moderna solo se han distribuido alrededor de dos millones de dosis de su vacuna adaptada a ómicron. En el caso de Pfizer, ha enviado 13 millones.

Incremento de precios

Aun así, lo cierto es que, en general, las ventas de los antígenos están por debajo de los máximos pandémicos, ya que muchos países han completado sus campañas de inmunización primaria y están retrasando nuevas entregas. A esto se suma una demanda más baja de las nuevas dosis de refuerzo.

Un contexto ante el que las farmacéuticas no se han conformado y han querido salvar su actual negocio. Han reaccionado a la situación subiendo el precio de las dosis para compensar así la caída de ingresos. Pfizer anunció durante 2022 que cuadruplicaría el precio de su vacuna (costará entre 110 y 130 dólares) cuando finalizase el programa de compras de Estados Unidos. 

De acuerdo con las previsiones de la organización, el antígeno de la multinacional estadounidense pasará a costar entre 22 y 42 dólares, lo que supone un incremento de hasta el 82% si lo comparamos con el precio medio conocido hasta ahora (unos 23 dólares).  Por su parte, la vacuna de Moderna estará ahora entre los 32 y los 50 dólares, dependiendo del acuerdo que se cierre con cada país. Antes de esta subida, el precio medio era de unos 25 dólares por dosis.

En lo que respecta a la demanda, Airfinity ya había también analizado esta situación y afirmó que esta caerá un 72% en 2023 con respecto a las entregas de 2021. La cantidad de vacunas vendidas se reducirá así hasta los 1.600 millones de dosis a medida que el mundo entra en una nueva era endémica del virus. En 2021 se entregaron 5.700 millones de vacunas.

Sin embargo, la disminución de los ingresos será un tanto menor debido al incremento de los precios ya mencionado. En 2021 y 2022 los ingresos por las vacunas contra el coronavirus alcanzaron los 60.000 millones de dólares -cada año-. En 2023, Airfinity prevé que se queden en 47.000 millones.

Nuevos horizontes

En esta línea, para Damien Conover, analista de Morningstar, la repentina entrada de ingresos debería impulsar a las empresas a cerrar acuerdos y vincularse con nuevos socios, según declaraciones a Reuters. Una misma idea, la de usar el dinero ‘rápido’ para llevar a cabo acuerdos transformadores, que es compartida por otros expertos. Pfizer sirve como un buen ejemplo de esta estrategia.

El gigante farmacéutico ha incrementado su cartera tras generar beneficios de más de 52.000 millones de euros con la vacuna ARNm frente al coronavirus, que desarrolló con el socio alemán BioNTech, y el antiviral Paxlovid. Y es que, la compañía estadounidense llegó a un acuerdo definitivo el pasado mes de mayo para adquirir por 11.000 millones de euros el laboratorio biotecnológico Biohaven Pharmaceutical Holding, especialista en el tratamiento de la migraña. Tan solo tres meses después, completó la adquisición de Global Blood Therapeutics por 5.300 millones para profundizar en las enfermedades hematológicas.

Aun así, Pfizer continúa calificando 2023 como “año de transición”, estimando una caída de ingresos de unos 24.000 millones en cuanto a la facturación de la vacuna y del antiviral. Pero bien, los analistas consideran que este es un pronóstico demasiado optimista.

Seguiremos informando…

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