Las aplicaciones de la impresión 3D están evolucionado a pasos agigantados. Su uso en medicina ha pasado de ser experimental a constituir el nuevo paradigma de la cirugía personalizada. La Cirugía Oral y Maxilofacial siempre ha sido pionera en la aplicación de tecnologías emergentes procedentes del diseño industrial y la biología, y en el caso de la impresión 3D no sería menos.
Como explica el doctor Néstor Montesdeoca, jefe Asociado de servicio de Cirugía Oral, Maxilofacial e Implantología del Hospital Universitario La Luz, en la actualidad disponemos de programas informáticos específicos para la planificación de osteotomías en los huesos de la cara para cirugía de las deformidades dentofaciales o cirugía ortognática e impresoras capaces de producir guías quirúrgicas para la cirugía estética del esqueleto facial. “En el Hospital Universitario La Luz, nuestro servicio dispone de un laboratorio digital y hemos incorporado de forma estable bioingenieros a nuestros equipos para introducir esta tecnología rápidamente en la práctica clínica y mejorar la calidad de nuestros tratamientos”, asegura el doctor.
Según el cirujano maxilofacial, la planificación quirúrgica virtual y el diseño e impresión 3D permiten establecer unas indicaciones precisas, predecibles y seguras que disminuyen la duración de las intervenciones, las complicaciones esperables y mejoran la predictibilidad de los resultados. “Diversos estudios han demostrado la superioridad de la cirugía guiada frente a los procedimientos convencionales, al disminuir los días de estancia hospitalaria y necesidad de futuras intervenciones”, reconoce el doctor Montesdeoca.
La planificación virtual de un caso clínico es el primer paso en un proceso de mejora continua. “Para nosotros, conocer al detalle la anatomía específica de cada paciente, los detalles del problema que debemos solucionar y tener la posibilidad de operarlo virtualmente de forma previa, nos facilita anticiparnos a los posibles inconvenientes intraoperatorios y visualizar previamente el desarrollo de la cirugía, así como el resultado deseado, ofreciendo extraordinarias ventajas al paciente y al médico”, indica Montesdeoca.
Para ello, es necesario métodos adecuados que trasladen la información de la pantalla del ordenador a la mesa de operaciones de forma fiable. “Utilizamos diversas herramientas, que han demostrado su precisión en función del problema a solucionar. En nuestro campo, empleamos férulas estreolitográficas para la colocación guiada de implantes dentales sin cirugía, guías de corte y posicionamiento para el tratamiento de los tumores que afectan al hueso maxilar o la mandíbula y que necesitarán una reconstrucción microvascularizada con tejidos de otras zonas como el hueso peroné.
Así mismo, empleamos la neuro-navegación para el tratamiento de fracturas faciales, en especial de la órbita del ojo o la impresión de material de osteosíntesis de titanio y prótesis biocompatibles para aumentar el esqueleto facial a la medida de cada paciente y que contienen toda la información sobre los resultados esperados tras la planificación tridimensional”, sostiene el doctor Néstor Montesdeoca.
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