La Comisión Europea ha puesto en marcha el Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS) para permitir que las personas tengan un acceso inmediato, gratuito y fácil a sus datos en formato electrónico. El objetivo es que el paciente tenga pleno control de sus datos y que estos se puedan intercambiar fácilmente con los profesionales de la salud de la UE para mejorar la prestación de asistencia sanitaria.
Es decir, este espacio “abre la puerta a la historia única compartida de forma omnicanal, no solo en los países miembro en los que la nueva directiva deberá trasponerse a su ordenamiento normativo, sino entre sí, de tal forma que el paciente pueda transitar por los sistemas sanitarios intracomunitarios (en el propio país o en los demás) con sus datos de salud y pueda utilizarlos según su criterio y voluntad. Estos datos servirán para mejorar los resultados sanitarios y de salud, para impulsar el avance de la ciencia y la innovación y para mejorar los procesos de gestión establecidos en cada sistema y modelo sanitario. Hoy en día, la interoperabilidad y continuidad asistencial no representan una opción, sino que son una obligación. Los sistemas sanitarios han de adaptarse a las necesidades del paciente y no al revés si queremos conseguir una historia única compartida”: así lo ha manifestado Marta Villanueva, directora general del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), en el marco de la jornada VIII jornada ASD “Salud digital basada en valor: más allá de lo digital” durante su intervención en la mesa de clausura
“Espacio europeo de datos sanitarios en el marco de la Salud Digital”, que ha contado también con la presencia de Santiago de Torres Sanahuja, presidente ejecutivo de Atrys Health, como moderador, y de Miguel Ángel Armengol de la Hoz, responsable del Departamento de Big Data de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
Hoy en día, los Estados miembros tienen distintos niveles de madurez en lo que respecta a la salud electrónica; por ello, es necesario llevar a cabo una regulación del ecosistema de interconexión de datos de salud en formato electrónico que estandarice y normalice el acto sanitario en Europa. Por un lado, para su uso primario (en todo lo que tiene que ver con la prestación sanitaria, ya que hay países que han avanzado mucho en digitalizar y usar sistemas interoperables y otros no); pero también, para su uso secundario, relacionado con el aprovechamiento de los datos más allá de la asistencia sanitaria.
De esta forma, tendrían un importante valor para investigación e innovación, puesto que las instituciones públicas o la industria tendrían acceso, bajo condiciones estrictas, a grandes cantidades de datos sanitarios de alta calidad, que serán esenciales para desarrollar medicamentos, vacunas o tratamientos capaces de salvar vidas, y que garantizarán un mejor acceso a la asistencia sanitaria y unos sistemas de salud más resilientes.
En este contexto, la directora general de la Fundación IDIS ha abogado por la necesidad de que exista una continuidad asistencial apoyada en la interoperabilidad con el fin de ofrecer al paciente la atención sanitaria que precisa con independencia del sistema de provisión donde quiera recibir su servicio. “Para que este hecho se produzca -ha destacado- se hace fundamental una voluntad política que facilite el tránsito del paciente por cualquier modelo sanitario al que tenga derecho, además de contar con herramientas adecuadas, suficientes y seguras que garanticen una interoperabilidad eficiente y efectiva”.
Proyecto de Interoperabilidad de la historia clínica digital en la sanidad privada
El Proyecto de Interoperabilidad de la historia clínica digital en la sanidad privada es un primer paso para lograr ese espacio de compartición de datos, que establece alianzas con todos los agentes implicados basada en la interoperabilidad eficaz y real de los sistemas y herramientas informáticas para que el paciente, que es propietario de su historia de salud, pueda llevarlos consigo digitalmente y presentarlos en el centro y al profesional que desee con el objetivo de mejorar el proceso asistencial.
Además, “este proyecto supone un paso muy importante de la sanidad privada en España en relación a la confección y arquitectura de un Espacio Europeo de Datos de Salud, así como de interoperabilidad tanto para un uso primario en las labores asistenciales como para un uso secundario en facetas tan importantes como la investigación, la innovación, la prevención, la elaboración de políticas sanitarias, la formación y docencia o la seguridad de los pacientes, entre otras”, asegura Marta Villanueva.
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