La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha participado en la posterior rueda de prensa a la celebración del Consejo de Ministros para realizar un balance de las acciones llevadas a cabo para transformar el Sistema Nacional de Salud (SNS) durante su mandato y dar respuesta a los desafíos sanitarios que deja sobre la mesa. La comparecencia, ha tenido cierto aroma a despedida, debido a la ya conocida salida para comenzar su andadura como candidata socialista a la alcaldía de Las Palmas.
Una rueda de prensa en la que, en primer lugar ha destacado algunos de los avances realizados para intentar fortalecer la atención primaria, las capacidades profesionales y reducir la temporalidad, entre otras medidas, durante la actual legislatura. De este modo, y aunque considerado insuficente por los profesionales sanitarios que continúan a día de hoy con las manifestaciones, ha destacado el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2022-2023, con una dotación de más de 1.000 millones de euros con fondos finalistas provenientes de los Presupuestos Generales del Estado entre 2022 y 2023. Una intervención a la que se le suma el Plan de Transformación Digital, dotado con 230 millones de euros incluidos en el PERTE de Salud de Vanguardia.
Asimismo, Darias ha recordado que se está llevando a cabo “el mayor proceso de estabilización de la historia del SNS”, con 67.000 plazas, para la reducción de la temporalidad. También ha destacado la actualización el Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud; se ha aprobado el RD de especialidades y los criterios para crear nuevos títulos de especialista o diplomas de área de capacitación específica y se ha impulsado el incremento de plazas de grado de Medicina en las universidades públicas, con 52 millones de euros.
Además, en cuanto a la oferta de Formación Sanitaria Especializada, la ministra de Sanidad ha recordado que, desde 2018 se ha incrementado en un 40%; en el caso de las plazas de Medicina Familiar y Comunitaria este incremento es del 36%. A este respecto, ha apuntado que ya son más las plazas ofertadas de FSE que los egresados universitarios en Medicina.
Ahora bien, estas son algunas de las acciones llevadas por el Gobierno durante el paso por el Ministerio de Sanidad de Carolina Darias, sin embargo, ¿qué hay de los desafíos que quedan por abordar? La titular ha abundado en la necesidad de seguir reformando del sistema de Salud Pública para fortalecer las políticas y los servicios de salud, mejorar la vigilancia y reforzar las capacidades necesarias para evaluar, asesorar y gestionar de manera coordinada situaciones de amenazas sanitarias globales, como las vividas durante la pandemia por COVID 19 y que han tenido y tienen, a día de hoy, graves consecuencias.
Principales desafíos en materia de salud
Desde el surgimiento de la epidemia mundial por Covid-19, que afectó con gran crudeza a nuestro país especialmente en sus inicios, la sanidad en España ha podido mostrar algunas de sus fortalezas, como las resaltadas por Darias, en un contexto de extraordinaria presión sobre las estructuras del sistema. Pero también hay que reconocer que se han puesto de relieve importantes debilidades que lo sitúan en una encrucijada.
La dura experiencia de la pandemia ha evidenciado entre otras debilidades, la necesidad de profundizar en las garantías de los derechos del paciente y la atención centrada en la persona, en un nuevo escenario donde las cuestiones relacionadas con la seguridad y la información plantean nuevos requerimientos en materia de autocuidado y participación en el sistema.
Así, en este ámbito, Darias ya había expresado en otras ocasiones el deber de reformar, recuperar avanzar y proteger, trasladando, a su vez, como ha hecho en esta última rueda de prensa, la intensa tarea del Ministerio para ampliar y reforzar las capacidades de nuestro sistema sanitario: la asistencial; la de diagnóstico, las de innovación y acceso a medicamentos; la de desarrollo profesional; la preventiva, la de inteligencia sanitaria y la capacidad de resiliencia.
Y, en cuanto a otro de los graves problemas del SNS en la actualidad, la debilidad de su Atención Primaria, la ministra ya expuso que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) aprobó el Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria, fruto de la Declaración de Gran Canaria. Y subrayó el esfuerzo presupuestario que está haciendo el Gobierno, con una financiación que supera los 1.000 millones de euros. Sin embargo, se debería de tener en cuenta que la atención primaria sigue ‘en la UCI’ en prácticamente toda España.
La mayoría de problemas que la pandemia puso de relieve y que los políticos prometieron solucionar, siguen sin resolverse y podrían ir a peor, si no se les pone remedio, por el envejecimiento progresivo de la población. Cada vez hay menos sanitarios y más pacientes.
En concreto, la degradación de la Atención Primaria continúa teniendo graves consecuencias para el conjunto del sistema: si los centros de salud y consultorios no funcionan correctamente ni atienden a todos en un tiempo razonable –diagnosticando, derivando, haciendo un seguimiento o tratando–, el resto de servicios tienen tendencia a tensionarse y los ciudadanos, no son diagnosticados o derivados a tiempo, lo que desemboca en más complicaciones y, en última instancia, en una mayor mortalidad.
Y, por último, la ministra ha resaltado también la labor en salud mental del Gobierno, destacando su Plan dotado on 100 millones de euros, ha sido otro de los recursos puesto en valor. Este cuenta, como ha explicado la ministra, con distintas líneas de acción entre las que se encuentra la puesta en marcha del teléfono de atención a la conducta suicida, el 024, que ha recibido más de 80.000 llamadas en los primeros meses de funcionamiento. Aunque, la realdad existente sigue conllevando mucho trabajo.
Actualmente existe un amplio consenso en que los servicios de Salud Mental no cuentan con suficientes recursos. Por ello, el Gobierno debe seguir abogando por un enfoque de salud mental centrado en prevenir la mala salud, abordando tanto sus determinantes sociales como el bienestar mental. Y a su vez, mejorando los servicios comunitarios, garantizando que la atención se brinde lo más cerca posible del hogar (en colaboración con los usuarios de los servicios y sus cuidadores), y esté centrada en la prevención, la intervención temprana, la recuperación y la atención continua coordinada para quienes la necesiten.
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