Grayling, consultora de Comunicación y Relaciones Públicas, acaba de incorporar a Javier Corrales como director de Asuntos Públicos en España, un profesional del sector con amplia experiencia proporcionando asesoría en instituciones tanto nacionales como europeas. Su visión sobre el panorama electoral que se avecina es de gran valor, por eso desde PRNoticias.com lo hemos entrevistado.
“Me hace ilusión incorporarme a Grayling en este momento en el que las empresas tendrán más interés si cabe en contar con asesoramiento profesional para entender el nuevo contexto político y regulatorio, identificar a los interlocutores adecuados y poner en marcha estrategias y acciones que les permitan alcanzar sus objetivos”, dijo entonces, y sobre eso hemos conversado. En España, los partidos ya tienen como norte el 28 de mayo… ¿A qué nos enfrentamos hasta entonces? Esto es lo que nos cuenta Javier Corrales:
– ¿Cómo definirías al sector de los Asuntos Públicos en España?
-En España estamos asistiendo a la normalización de los asuntos públicos. El sector se encuentra en una fase de crecimiento y madurez, aunque todavía le falta recorrido para igualar a otros países europeos del entorno. La tendencia es muy positiva y las empresas demandan cada vez más servicios de Asuntos Públicos, conscientes de la importancia para sus estrategias y planes de negocio. Por poner un ejemplo, un informe de McKinsey del año 2013 señala que el 30% de los beneficios de las empresas dependen de la intervención de los gobiernos y de la regulación, algo que, cada día, tiene más presente el mundo empresarial. Otra tendencia positiva es en el número de profesionales cualificados y profesionalizados, que no deja de crecer, como demuestra el número de socios de la Asociación de Profesionales de las Relaciones Institucionales (APRI), que representa a los profesionales de los Asuntos Públicos, y que ha triplicado su número de socios en unos años. El sector está cada vez mejor regulado, aumentando su transparencia y su profesionalidad. El pasado mes de noviembre 2022 precisamente el gobierno aprobó el anteproyecto de Ley de Transparencia e Integridad en las Actividades de los Grupos de Interés. Sin duda algo muy necesario para evitar malas prácticas profesionales como las puertas giratorias y la falta transparencia del sector de los Asuntos Públicos, unas prácticas que se dan con más frecuencia de la deseada, y que empañan la imagen de la mayoría de los profesionales del sector.
– Si pudieras introducir un elemento para que la sociedad lo entendiese mejor, ¿cuál sería?
-El elemento que caracteriza a la profesión es el diálogo. Un diálogo legítimo y necesario entre los distintos actores de la sociedad y sus legisladores. Nuestra Constitución, desde su primer artículo, diseña un modelo de Estado social y democrático de derecho, que propugna una democracia basada no solo en la representación parlamentaria, sino también en la participación directa de los ciudadanos en los asuntos públicos. Es un derecho fundamental que los distintos representantes de la sociedad civil tengan acceso a las Instituciones para trasladar sus ideas, recabar información, defender su situación o instar a cambiar la legislación que les afecta. Lo que debemos evitar son las malas prácticas que empañan a la profesión, como el tráfico de influencias, la falta de transparencia o las puertas giratorias.
– ¿Y para que los políticos lo entendiesen mejor? ¿Cuál sería el elemento?
-La necesaria colaboración entre instituciones públicas, el sector público y el privado. En definitiva, la creación de canales de comunicación entre organizaciones y legisladores para desarrollar una legislación más duradera, aportando conocimiento acerca de complejas materias sobre las que se legislan. Durante los años que trabajé en el Parlamento Europeo (donde, por cierto, los recursos eran superiores a las de nuestras instituciones nacionales) tuve que tomar decisiones técnicas sobre aspectos normativos en muy poco tiempo, y con recursos limitados para tantos temas que abordar. El conocimiento técnico y las perspectivas de los responsables de Asuntos Públicos fue esencial para aportar datos y conocimiento en multitud de ocasiones. En muy poco tiempo, son capaces de aportar una información valiosísima a los legisladores.
– ¿Cómo visualizas el horizonte político en España de cara a las próximas elecciones municipales y regionales?
-Los partidos ya están con la mente centrada en el 28 de mayo, fecha de las elecciones municipales y regionales, que marcará el futuro político de los próximos cuatro años. Y, por tanto, marca también el prólogo de las campañas a las municipales, con acciones y reacciones buscando el voto ciudadano. En esta tesitura, es muy probable que el escenario político se vuelva algo más bronco hasta mayo, si cabe, con muchas acusaciones cruzadas entre partidos, actos de campaña y promesas electorales.
– ¿Esto es una oportunidad para el sector de los Asuntos Públicos?
-A nivel de asuntos públicos es una oportunidad de cara a incidir en las agendas públicas, y de procurar que tengan en cuenta, dentro de sus programas electorales, las propuestas que se desearían incorporar para las próximas legislaturas. En cuanto a los posibles resultados electorales, generalmente a nivel municipal los grandes partidos tienen mayor estructura e implantación, lo que supone una ventaja competitiva respecto a otras formaciones, y el voto local (especialmente en los municipios más pequeños) suele estar más vinculado al candidato que al propio partido. Por otro lado, Vox tiene un gran respaldo en el mundo rural, así que será interesante analizar los resultados electorales. También será muy interesante analizar los posibles pactos electorales, puesto que las encuestas vaticinan, en varias Comunidades Autónomas, la falta de mayorías, y la necesidad de llegar a acuerdos y pactos para formar gobierno.
– ¿Y a nivel nacional, con las elecciones en el horizonte?
-Las elecciones municipales y autonómicas pueden marcar el horizonte de las posteriores elecciones nacionales. Se da la coincidencia que, además, las elecciones nacionales coincidirán con la presidencia española en la Unión Europea, algo que seguramente entrará también dentro de la campaña y del juego político. Las iniciativas legislativas serán, por lo general, populares. Es decir, se legislará en asuntos y materias que los partidos de gobierno consideren muy favorables electoralmente, que no tengan un potencial impacto negativo a nivel electoral, algo que se estudiará minuciosamente. Por lo tanto, a nivel autonómico y nacional, no se esperan cambios normativos o políticos sobre asuntos impopulares, ni tampoco en asuntos muy técnicos que puedan suponer controversia, ya que toda la actividad legislativa estará condicionada y centrada por las elecciones generales.
– Cuando hay cambios políticos ¿a los profesionales de los Asuntos Públicos les toca “empezar de nuevo”, o con tantos cambios a nivel global, cada día es un “empezar de nuevo” en este sector?
-Sí y no a la vez, me explico. Por un lado, dependerá del calado de dichos cambios. Si los resultados electorales arrojan un gobierno del mismo color que el anterior, y además la configuración y fuerzas parlamentarias apenas varían, supondrá un mayor continuismo. Pero si el cambio es muy brusco, con un gobierno de distinto color y una distribución parlamentaria muy diferente, en cierta manera podría tildarse como un “empezar de nuevo”. Los planes y visiones de las nuevas fuerzas políticas se trasladan a todas las instituciones y administraciones públicas, aunque también dependerá mucho del sector, ya que algunos se mantienen más estables que otros. En cuanto al efecto de los cambios globales, es cierto que “empezamos de nuevo” en muchas cosas. Pero a nivel normativo y legislativo, los cambios no son tan veloces, entre otras cosas porque el estado de derecho está planteado para generar cierta seguridad jurídica. Pero sí existe cierto dinamismo y hay cambios frecuentes a nivel global que, desde mi punto de vista, más que un “empezar de nuevo” suponen oportunidades para los profesionales de los Asuntos Públicos, y una motivación para la acción.
– ¿Qué causa más incertidumbre hoy en España, la guerra contra Ucrania o la guerra política interna?
-Son dos problemas de primer orden, sin duda. Pero a pesar de la crispación y el ruido mediático, España es un país desarrollado con unas instituciones políticas y una democracia consolidadas. La actual cultura política no favorece un buen clima ni una percepción positiva de la misma, pero a pesar de todo creo que podemos confiar en nuestro sistema democrático, que no se circunscribe únicamente a los partidos políticos. Aunque la guerra en Ucrania pueda percibirse lejana, en un mundo globalizado lo que ocurre a miles de kilómetros no es tan lejano. Sin duda, supone la mayor preocupación política global para occidente (incluso para todo el planeta) en estos momentos. Nadie sabe con certeza lo que va a pasar en los próximos meses y años, y los efectos de un recrudecimiento bélico podrían ser letales. Y no me refiero únicamente a la capacidad de desplegar armamento de mayor alcance y letalidad, sino al potencial daño para la economía global. Ya se han visto sus efectos devastadores en la economía, con la subida de los precios de la energía y de las materias primas en todo el mundo, pero un escalda de la violencia podría tener unas consecuencias mucho peores para todo el planeta.
Seguiremos comunicando…
