Tres años después del inicio de la pandemia de Covid-19 y con el virus debilitado gracias al uso de las vacunas, el nuevo escenario mundial precisa estar preparado para futuras amenazas pandémicas. Desde todas las perspectivas se analiza cómo deben ser las estructuras para responder a estas amenazas de la forma más eficiente, igualitaria y rápida posible.
En este contexto, la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (Ifpma) —a la que pertenece Farmaindustria— ha lanzado las que considera prioridades orientadas a generar este tipo de entornos. Apoyados en aspectos que se revelaron fundamentales en la pandemia de coronavirus, ha establecido cinco cuestiones que considera decisivas para desarrollar políticas preventivas de forma más rápida y eficaz y lograr una mayor equidad sanitaria desde el comienzo de futuras pandemias.
La innovación, como se demostró durante la pandemia, fue clave para conseguir que en menos de un año fuese posible empezar a vacunar a la población. En este sentido, desde Ifpma proponen mantener un ecosistema de innovación próspero que permita garantizar un acceso rápido, seguro y sin trabas a los agentes patógenos y su información genética. Ifpma subraya que los incentivos a la propiedad industrial son fundamentales para conseguir este entorno innovador: “Estos incentivos proporcionan el marco necesario para realizar inversiones de riesgo antes de la próxima pandemia y facilitan las asociaciones voluntarias, los acuerdos interempresariales, la transferencia de tecnología y otras formas de colaboración”, defiende.
En segundo lugar, la industria biofarmacéutica apuesta por fomentar un acceso equitativo a la innovación desde el inicio de una pandemia, a través de un “nuevo contrato social” que preserve una asignación para la producción de vacunas y tratamientos a poblaciones prioritarias en los países con rentas bajas y adoptar medidas para promover su disponibilidad y su asequibilidad.
La sostenibilidad de la producción global es otra de las prioridades clave ante futuras pandemias. “Disponer de un entorno favorable para atraer inversiones sostenibles y una demanda previsible será fundamental para mantener la capacidad existente e introducir una nueva en otras regiones”, explican desde Ifpma. También aquí, apunta, una protección sólida de la propiedad industrial es un requisito para acelerar las asociaciones, incluidas las licencias y las transferencias voluntarias tempranas de tecnología y conocimiento con el fin de crear una base de producción duradera y económicamente viable de productos seguros, efectivos y de calidad.
Tras la producción, es necesario promover un entorno comercial que contribuya a la seguridad sanitaria mundial con la apertura de las fronteras y la eliminación de las restricciones comerciales para luchar contra el nacionalismo de las vacunas y permitir un movimiento libre de las vacunas, tratamientos, materias primas y suministro, así como el movimiento de las personas necesarias para dar apoyo a su producción mediante el intercambio de conocimientos especializados.
Finalmente, a patronal farmacéutica internacional ve prioritario apoyar los esfuerzos actuales de inversión en capacidades clave del sistema sanitario, como los calendarios de inmunización a lo largo de la vida, la mejora en la vigilancia de enfermedades y el acceso a los servicios sanitarios esenciales. El objetivo de estos avances debe ser la cobertura sanitaria universal, defiende Ifpma, como un “pilar fundamental para la prevención, preparación y respuesta efectiva a futuras pandemias”.
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