La deportista italiana Giuseppina Macrì, de gran trayectoria internacional en judo y avalada por una medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Judo en 2001, entre otros logros, fue intervenida de la rodilla por el equipo especializado en Traumatología Deportiva del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red pública madrileña.
La judoca, que actualmente entrena al Equipo Técnico Autonómico Madrileño en las categorías absoluta y junior, sufría de una inestabilidad articular de rodilla, una patología muy frecuente en pacientes deportistas, según confirma el Dr. Armando Macera, especialista del citado servicio en el centro valdemoreño. “Este problema nos indica que algo está fallando en la rodilla, presentando dolor en la zona afectada, junto a una sensación de fallo, de inseguridad en la deambulación y de limitación de la movilidad articular”, explica el traumatólogo.
Cirugía de alta complejidad
Para esto, fue esencial identificar si la paciente tenía antecedentes de traumatismos previos o intervenciones quirúrgicas, así como realizar una exploración física detallada, valorando posibles lesiones ligamentosas que generan la inestabilidad articular de la rodilla. “Tras el examen físico en la Unidad de Cirugía de Rodilla del Infanta Elena, nuestro diagnóstico preliminar fue confirmado con los estudios de Radiología y resonancia magnética; entonces valoramos con la deportista todas las alternativas de tratamiento y se consensuó optar por la cirugía como mejor opción terapéutica”, puntualiza por su parte el Dr. Hugo Garlito Díaz, especialista del mismo Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
“La deportista tenía una rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior agravada con una rotura meniscal en asa de cubo del menisco interno que bloqueaba la movilidad de su rodilla”, señala el Dr. Cristóbal Suárez Rueda, jefe del citado servicio, quien especifica que se le practicó “una sutura al menisco seguida de una nueva ligamentoplastia del cruzado, además de añadir un gesto quirúrgico de refuerzo extra usando la cintilla iliotibial de la paciente”.
Este proceso de alta complejidad consiste en obtener un tendón del muslo para recrear con él una suerte de cuerda que reproduzca la función del ligamento cruzado anterior que estaba roto, a través de técnicas artroscópicas mínimamente invasivas que reducen de forma considerable las complicaciones y mejora la recuperación funcional. También, se le ha realizado una infiltración anestésica periarticular para controlar el dolor y la inflamación de los primeros días.
Tras esta exitosa intervención, el jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Infanta Elena asegura que la rodilla de la judoca “ha recuperado la estabilidad, y actualmente se está trabajando en potenciar el cuádriceps y la movilidad previa a la cirugía”.“Giuseppina Macrì permaneció unas horas hospitalizada como vigilancia postoperatoria, y tras una adecuada evolución clínica, fue dada de alta a su domicilio con una rodillera articulada, que protege la reconstrucción las primeras semanas y ayuda al control del dolor”, añade el Dr. Garlito.
En estos días está comenzando la rehabilitación bajo la supervisión de los fisioterapeutas del hospital, que estarán en contacto continuo con el equipo de cirujanos. En pocos meses, la deportista podrá reincorporarse al dojo de judo gracias al excelente trabajo realizado por el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del centro.
Además, una vez recuperada de la intervención, la judoca ha podido hacer balance de los resultados positivos de la cirugía y ha querido agradecer “la gran profesionalidad del equipo altamente cualificado de la Unidad de Cirugía de Rodilla del Hospital Universitario Infanta Elena, destacando su buen hacer, su especial trato y el seguimiento completo de la operación”. No obstante, Macrì no solo ha reconocido la atención recibida, sino también “las excelentes instalaciones del centro hospitalario”, desde la habitación en la que estuvo ingresada, hasta la sala de Rehabilitación en la que ha empezado a hacer los ejercicios de recuperación.
Ahora bien, el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del hospital de Valdemoro cuenta con unidades específicas para cubrir la atención a todas las zonas anatómicas con tratamientos avanzados y de primer nivel. “Estas áreas están especializadas en mano-muñeca, hombro-codo, columna vertebral, cadera-rodilla y pie-tobillo; asimismo, existe una unidad específica para el tratamiento de las fracturas y otra para la atención de los pacientes pediátricos”, puntualiza el Dr. Macera.
Y, a modo de conclusión, hay que mencionar cada año, este servicio atiende al menos 60.000 consultas y realiza cerca de 6.000 cirugías, datos que demuestran su completa oferta asistencial y la alta demanda que tiene para un hospital del tamaño del Infanta Elena.
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