En la Tierra a sábado, julio 27, 2024

LAS FARMACÉUTICAS BUSCAN ALTERNATIVAS QUE LIMPIEN SU IMAGEN 

J&J mueve ficha después de que 70.000 personas se hayan querellado contra ella

LA ESTRATEGIA DE J&J EN EL PUNTO DE MIRA

Dichas demandas han llevado a la compañía Johnson & Johnson a una situación de crisis ante la que ha respondido creando una nueva empresa con el objetivo de evadir las demandas contra sus polvos de talco y después poder declararla en quiebra

A finales de 2018 aparecieron informaciones, que J&J calificó como “erróneas”, una estrategia comunicativa que sigue empleando a día de hoy, y que apuntaban a que la empresa sabía desde hacía décadas que sus polvos de talco contenían asbesto, un mineral de composición y caracteres semejantes a los del amianto y con efectos nocivos para la salud.

Desde entonces, J&J se ha enfrentado a miles de demandas en las que se acusa al fabricante de haber contribuido al desarrollo de cáncer de ovario de las consumidoras.Aunque la empresa siempre lo ha negado, los reguladores de la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU encontraron en 2020 pequeñas cantidades de asbesto en el producto. Este hecho, unido a la caída de la demanda, provocó que J&J se viera obligada a retirar de forma voluntaria y “por precaución” 33.000 botellas de talco en EEUU.

Ante tal polémica, según recoge FiercePharmaLTL Management LLC, la compañía creada por Johnson & Johnson para evadir las demandas recibidas, ha defendido en todo momento ante el tribunal estadounidense que “su estrategia, es similar a las utilizadas por otras compañías”. Y es que, en vez de reconocer que sus polvos de talcos contenían asbesto, lo que supone un riesgo para la sociedad, sigue sosteniendo  que “sus productos son seguros” para la población.

Una estrategia basada en la negación

No fue hasta el mes de agosto cuando la compañía, tras haber recibido cerca de 38.000 demandas que vinculan el uso a largo plazo de los polvos de talco con el desarrollo de cáncer, confirmó a través de un breve comunicado, que en 2023 suspendería la venta de sus polvos de talco para bebé en todo el mundo. Algo que todavía se sigue esperando puesto que  la compañía sigue sin dar su brazo a torcer y, hace tan solo unos días se negó, de nuevo, a tomar esta decisión. Al parecer, la prohibición sobre la venta de los productos se sometió a votación de los accionistas y no obtuvo la mayoría necesaria para suspender su venta.

“Nuestra posición sobre la seguridad de nuestro talco cosmético sigue sin cambiar. Defendemos firmemente las décadas de análisis científicos de expertos médicos de todo el mundo que confirman que el polvo de talco para bebé Johnson’s es seguro, no contiene asbestos y no provoca cáncer”, explicó la firma en un comunicado recogido por Efe.

A lo que añadieron que, “evaluamos y optimizamos continuamente nuestra cartera para posicionar mejor el negocio para el crecimiento a largo plazo”. Por lo que el cambio en la elaboración de los polvos de talco “ayudará a simplificar nuestra oferta de productos, ofrecer innovación sostenible y satisfacer las necesidades de nuestros consumidores, clientes y tendencias globales en evolución”.

Es tal la situación, que actualmente J&J acumula  casi 70.000 demandas por la presunta vinculación de los polvos de talco a casos de cáncer entre sus usuarios. Pero, según han afirmado desde la empresa, más de 60.000 demandantes han aceptado su propuesta para zanjar el contencioso. El siguiente paso es la aprobación del plan por parte del juez encargado de aplicar el capítulo 11 (el habitual en los procesos de bancarrota), habida cuenta del precedente de enero.

Ofrece pagar casi 9.000 millones de dólares para zanjar las demandas

Y es que, según ha informado este semana la compañía, la última noticia al respectp de dicha polémica es un acuerdo con el que se ofrece a pagar  8.900 millones de dólares (unos 8.100 millones de euros) para resolver estas decenas de miles de demandas por la supuesta presencia de componentes cancerígenos en sus polvos de talco que se comercializan bajo la marca Baby Powder.

La multinacional se compromete a abonar esa cantidad en un plazo de 25 años a los miles de demandantes, existentes y futuros. El anuncio que supuestamente zanja el contencioso se produce después de que un tribunal de apelaciones invalidara en enero pasado una controvertida legislación que habría permitido declarar la quiebra a una filial en la que la firma pretendía concentrar las obligaciones legales derivadas de las reclamaciones.

Acogerse a quiebra es un procedimiento habitual en EE UU entre las empresas que afrontan demandas, como por ejemplo la farmacéutica Purdue Pharma, acusada de haber alimentado la crisis de adicciones a los opioides con su analgésico OxyContin (oxicodona) y que aún afronta miles de demandas de individuos y administraciones.

En cualquier caso, la multinacional h<continúa con su estrategia de negación y ha subrayado que ni la solicitud original de LTL ni esta nueva presentación son una admisión de irregularidades, ni una indicación de que la compañía haya cambiado su posición respecto de que sus productos de talco en polvo son seguros. “La empresa sigue creyendo que estas afirmaciones son engañosas y carecen de mérito científico“, dijo Erik Haas, vicepresidente mundial de litigios de Johnson & Johnson.

Sin embargo, para justificar dicha decisión, el representante de la multinacional indicó que, tal como reconoció el Tribunal de Quiebras, resolver estos casos judicialmente llevaría décadas e impondría costes significativos a LTL y al sistema, mientras que la mayoría de demandantes nunca recibirían compensación alguna. “Resolver este asunto a través del plan de reorganización propuesto es más equitativo y más eficiente, permitiendo que los reclamantes sean compensados de manera oportuna”, concluyó.

Seguiremos informando…

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