En las plantas de hospitalización de niños, niñas y adolescentes del Hospital Infantil Vall d’Hebron, todas las visitas que se salen de la rutina son un acontecimiento. Como la visita de los voluntarios que pilotan el carrito de acompañamiento de la Fundación Infantil Ronald McDonald. Desde este mes de abril, una vez a la semana, el carrito, bautizado como ‘Hospitality a la Carta’, sale de la Sala Familiar Ronald McDonald, cargado con cuentos, juegos, lápices de colores, libretas para dibujar, productos de higiene y otros materiales de donaciones diversas que han podido llegar los últimos días, para ofrecerlos a los niños y adolescentes hospitalizados y a sus acompañantes. Funciona como la camioneta-biblioteca móvil que Roald Dalh describe en ‘Matilda’, con la diferencia de que además de libros, acerca a los y las pacientes otros productos. La iniciativa es un gesto más para ofrecer una atención más amable y personalizada, y es posible gracias al convenio que han firmado oficialmente hoy el gerente del Hospital Universitario Vall d’Hebron, Albert Salazar, y el director de la Fundación Infantil Ronald McDonald, José Antonio García.
“Con esta acción, la Fundación Ronald McDonald nos ayuda a mejorar el bienestar emocional de nuestros pacientes y sus familiares y a construir un hospital más amable”, destaca el Dr. Albert Salazar. El carrito tiene un carácter móvil y flexible. Circula entre las plantas de hospitalización pediátrica y la UCI pediátrica con la intención de apoyar a los y las pacientes y a sus familias. Lo llevan voluntarios de manera gratuita. “Esto es un estímulo porque permite a los y las pacientes y a sus acompañantes tratar con los voluntarios que se relacionan con una sensibilidad de servicio diferente”, explica Marina Martínez, jefe de Atención Ciudadana del Hospital Infantil y de la Mujer.
Se prevé que el ‘Hospitality a la Carta’ salga los miércoles de la Sala Familiar Ronald McDonald, donde los y las voluntarias preparan su contenido con mucho cariño. “Cada miércoles circula por una de las plantas de hospitalización o por la UCI pediátrica. Decidimos incluir la UCI pediátrica dentro del circuito, porque tenemos pacientes activos que pueden escoger libros y otros productos a través de las paredes de vidrio de sus habitaciones”, comenta Marina Martínez.
A su vez, Jose Antonio García, director de la Fundación Ronald McDonald, señala que “este proyecto se añade a los otros 10 proyectos que ya gestionamos en España, 4 Casas Ronald McDonald, 4 Salas Familiares, un Servicio a domicilio de recogida de leche materna y otro ‘Hospitality a la Carta’ en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Estamos muy orgullosos de toda la labor que hacemos por mejorar la experiencia hospitalaria de tantos pacientes pediátricos y sus familias”, comenta.
El carrito tiene un diseño original, funcional y con colores alegres, pensando en la idea de transportar pequeñas dosis de alegría. Ha sido creado para la Fundación Ronald McDonald por la empresa Sistemas TM y los productos con los cuales empieza a circular son juguetes, productos de higiene, cuentos y colores “Lo hacemos circular por el pasillo y no entra en las habitaciones, por motivos de higiene hospitalaria. Nuestros pacientes escogen desde la puerta o en los espacios comunes y con la ayuda de los voluntarios los productos que eligen”, detalla Marina Martínez.
Un oasis dentro del Hospital Infantil para las familias y los acompañantes de los pacientes
La Sala Familiar Ronald McDonald, desde donde se organiza y sale el carrito, está pensada principalmente para los familiares y acompañantes de pacientes ingresados en el Hospital Infantil.
Se sitúa en la planta baja del Hospital Infantil Vall d’Hebron, ocupa 350 metros cuadrados y destaca por su diseño alegre y funcional. Dispone de cocina y comedor, duchas, taquillas, acceso a Internet, salas de descanso, zona de estar con televisión, zona de lectura, sala de lactancia y un área de actividades y juego para los hermanos de los niños ingresados.
Muchos padres y madres acompañan durante mucho de tiempo y muchas horas del día a sus hijos ingresados para facilitar su desarrollo y bienestar, y la Sala Familiar Ronald McDonald les ofrece un entorno tranquilo, un refugio que los aleja temporalmente del ambiente hospitalario, sin separarse de sus hijos.
