Incertidumbre, inestabilidad, pactos… A esto nos enfrentamos todos de aquí a la cita electoral del 28M pero, especialmente, los expertos en analizar el contexto para ofrecer a sus clientes las mejores respuestas que los ayuden en la toma de decisiones. Es el caso de Susana Camarero, Directora Senior de Contexto Político en LLYC, con quien hablamos desde PRNoticias dada la importancia para el sector en este año especialmente cambiante.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia, fue secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad (2014-2016) y cuenta con una dilatada trayectoria parlamentaria. Ha ocupado escaño en el Congreso de los Diputados, en el Senado y también tiene experiencia autonómica, como secretaria primera de la Mesa de las Cortes Valencianas y como secretaria general del PP en Valencia. Camarero posee una amplia experiencia en la gestión pública. Es abogada, experta en igualdad y diversidad. Desde su expertise, nos responde.
Feminismo, igualdad, inflación, sanidad, educación… ¿Cuál es el gran tema de este 28M para conectar con los votantes?
Desde la última vez que votamos hemos sufrido una pandemia mundial que ha traído consecuencias sanitarias, sociales y económicas importantes. Desde hace un año la guerra de Rusia contra Ucrania nos amenaza, y como consecuencia de ambas realidades estamos asumiendo, todas las familias, un incremento de los productos de la cesta de la compra, de la electricidad y el gas, en general una subida generalizada de precios que nos hace a todos perder poder adquisitivo, a muchos no llegar a fin de mes, y a los más vulnerables estar pasando situaciones de pobreza que les impiden cubrir sus necesidades básicas. Teniendo en cuenta todos estos factores, los grandes temas deberían estar centrados en los problemas reales de las familias, de los jóvenes, de los mayores, de cada uno de nosotros. Sin duda la sanidad va a ser un tema recurrente, lo estamos viendo los meses previos a la campaña, también la inflación y el precio de electricidad y productos básicos, y por supuesto el feminismo, una bandera que especialmente algunos partidos no dejan de sacar en campaña electoral. Sin olvidar una reforma de las pensiones que, de momento, afecta a los más mayores. A pesar de que los pensionistas mantienen poder adquisitivo y ese incremento del gasto se financia con subidas progresivas de ingresos, a medio plazo sigue sin garantizarse ni el equilibrio, ni la sostenibilidad del sistema.
Los partidos tradicionales, ¿qué están haciendo bien a nivel de comunicación política de cara al 28M?
Uno de los retos más importantes que tienen las direcciones de los partidos políticos, especialmente de los más grandes, es ser capaces de comunicar adecuadamente, de impedir la desafección, la pérdida de interés o confianza de los votantes. Los partidos tradicionales están aprendiendo de los nuevos partidos en la forma de hacer las campañas electorales, menos mítines y más calle, más cercanía, más buscar el voto casa a casa, persona a persona. También se han podido dar cuenta de que los medios tradicionales no son suficientes, que es necesario diversificar el contenido, que hay que segmentar los discursos y las herramientas para llegar a los votantes.
¿Esto cómo se logra?
Las redes sociales, los vídeos cortos, los WhatsApp o telegram, los mensajes más directos son los que llegan al gran público. Están aprendiendo a diferenciar el contenido y los medios para dirigirse a cada segmento de la población, a los mayores a través de periódicos y TV; a los jóvenes a través de sus redes sociales, TikTok, Instagram, etc. Desde otra perspectiva de comunicación, también diría que están intentando polarizar al máximo la campaña entre PSOE y PP convirtiendo a las municipales y autonómicas en una especie de primera vuelta de las elecciones generales de diciembre. Con esto consiguen que su marca tenga mucha más proyección como si fueran las dos únicas opciones posibles, relegando a un segundo plano al resto de formaciones. Solo hay dos excepciones pero también de partidos tradicionales que se dan en Euskadi y en Cataluña. En Euskadi la pelea es entre un PNV líder y un Bildu que quiere acortar distancias. En Cataluña la pelea por Barcelona con el trasfondo de si Junts conseguirá ganar a ERC y los posibles pactos postelectorales en los que el PSC va a tener mucho que decir.
¿Podría dar algún ejemplo de ese buen hacer?
He visto a candidatos a municipios hacer campañas más directas, poner una mesa en un parque y recibir propuestas de los vecinos tomando un café. También hay candidatos autonómicos que apuestan por TikTok y videos cortos o videoblogs contando día a día lo que es una campaña electoral desde dentro a los usuarios de Instagram. En las últimas campañas, y se está repitiendo en esta, algunos candidatos autonómicos apuestan por su liderazgo frente a la marca: lo hicieron Ayuso o Juanma Moreno en sus elecciones y lo hacen Ximo Puig, Lamban, Page o Fernández Vara en esta campaña. En ocasiones la marca suma, pero en otras, la reputación e imagen de los líderes supera la de la marca.
¿Y qué están haciendo mal?
Siguen siendo comunes los enfrentamientos y acusaciones entre partidos buscando una polarización de los votantes hacia sus intereses. Sin embargo en la situación actual quizás provoque el efecto contrario, distancia con la política en general. Por otra parte, huir del acuerdo en grandes temas y buscar el enfrentamiento, dificulta los pactos y es un acto contraproducente porque tras el 28M, muchos de los resultados quizá requieran acuerdos para la gobernabilidad.
¿Podría dar algún ejemplo de ese mal hacer?
Los partidos situados en los extremos del tablero son los que más buscan la diferencia mediante el enfrentamiento directo, son los más “agresivos” o duros en los planteamientos y los que, en ocasiones, provocan que otros partidos caigan en este tipo de campañas y desgraciadamente olviden dónde está el foco.
Los partidos emergentes, ¿qué elementos debe tener su discurso para conectar con los votantes?
Se deben mostrar diferentes a los partidos tradicionales, se presentaron como la “nueva política” frente a la “vieja política”, y esa diferencia en comportamiento deben mantenerla para evitar la vuelta al bipartidismo. Esa diferencia en la exposición les lleva a radicalizar sus posturas, sus posiciones sobre los temas más delicados y sensibles, buscando hacer suya la conversación sobre temas que saben que son más atractivos para su público objetivo.
¿Podría citar alguno en particular?
El partido que acaba de constituirse, SUMAR, liderado por Yolanda Díaz. El caso específico de SUMAR es un poco distinto a lo que he comentado anteriormente, porque buscan atraer a los votantes de la izquierda del PSOE con un planteamiento a priori más moderado que el que podría plantear Unidas Podemos. El objetivo es atraer a los votantes procedentes de la esfera socialista y a pesar de ser un partido nuevo, quiere atraer a los votantes del PSOE con un mensaje que no asuste.
Partidos políticos y candidatos, ¿han aprendido algo desde las pasadas elecciones, que se vea reflejado en sus acciones?
Han aprendido que los ciudadanos deciden más tarde el voto, que es cambiante y se adapta a su percepción de qué está pasando y qué necesidades tienen, que es más reflexivo, que deben llegar de forma más directa a los votantes, con propuestas más pragmáticas y menos teóricas.
Como sociedad, ¿hemos aprendido algo desde las pasadas elecciones, que estemos demostrando en nuestras acciones?
Que en ocasiones el voto por impulso, o más emocional no es el adecuado, que los partidos que prometen el cambio no siempre están preparados para llevarlo a cabo.
Mujeres y 28M, ¿protagonistas, o todavía queda mucho camino por recorrer para que lo sean?
Las mujeres debemos ser protagonistas, sin duda. En estas elecciones hay muchas candidatas municipales, a CCAA, y habrá, al menos, una candidata a las elecciones generales de diciembre. Sin embargo, no creo que el protagonismo de las mujeres deba ser sólo medido en el número de candidatas que se presentan a las elecciones. Deberíamos ser protagonistas porque se debatan las cuestiones que nos preocupan a las mujeres, que no son otras de las que preocupan a las familias, empezando por la conciliación, las oportunidades de estar en vida policía, económica, social, que las mujeres alcancemos cotas de poder en las distintas esferas que nos permitan marcar criterio, influir en las decisiones. Estar en política no sólo debe ser medido de forma cuantitativa sino cualitativa, de poco sirve que haya más mujeres si las mujeres que hay no se molestan en cambiar las costumbres, si aceptan la forma de comportarse los hombres, si no tiran de otras mujeres para que lleguen… si no provocan cambios en las estructuras de poder, si simplemente se dejan llevar no es suficiente. Las mujeres tenemos que estar por capacidad, méritos, preparación, porque aportamos una visión diferente a la política, a la empresa y a la sociedad en general.
Seguiremos Comunicando…