Tres periodistas fueron asesinados en el transcurso de una semana en Latinoamérica. Al homicidio del presentador haitiano de radio Paul Jean Marie, que reseñamos la semana pasada, se suman dos nuevas muertes violentas: la del periodista Luis Gabriel Pereira, en Colombia y la del reportero gráfico Gerardo Torres Rentería, en México.
Pereira era el director del medio online colombiano, Notiorense y falleció tras recibir múltiples disparos el pasado martes en el departamento de Córdoba, al norte de Colombia. El periodista investigaba y denunciaba casos de feminicidio, así como noticias sobre orden público, seguridad y asuntos judiciales. Según reportó la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), fue interceptado por dos hombres quienes le dispararon desde una motocicleta.
Existe la hipótesis de que su asesinato esté relacionado con varias informaciones que publicó sobre un feminicidio, en las que mencionaba el nombre del autor del crimen, de acuerdo con los datos publicados por la FLIP.
En México, el reportero gráfico Gerardo Torres Rentería, perdió la vida baleado el jueves pasado en Acapulco, estado de Guerrero, en su propio domicilio. Torres Rentería era extrabajador de Reuters, Telemundo y TV Azteca y, de acuerdo con la información publicada por el diario mexicano El Universal, fue asesinado por unos hombres armados que ingresaron en su vivienda. No se cuenta con mayores detalles sobre las posibles motivaciones del crimen.
Acosan a periodista en Colombia por investigación al Ministerio de Defensa
La Flip ha manifestado su preocupación por los hostigamientos y acosos de los que ha sido víctima el periodista colombiano Camilo Galvis, quien trabaja para Revista Semana. “En el último mes, un hombre con uniforme del Ejército y otros desconocidos han llegado en tres ocasiones a su residencia”, señala la organización en un comunicado.
En tal sentido, detalla la Flip que Galvis publicó a finales de abril un reportaje acerca de los sobrecostos en los vehículos adquiridos por el Ministerio de la Defensa colombiano agregan que durante la investigación periodística, el periodista fue objeto de presiones para evitar que publicara la información.
“Hacemos un llamado a la Fiscalía General de la Nación, quien ya está al tanto de los hechos, para que adelante una investigación diligente sobre los mismos. Además, le solicitamos a la Unidad Nacional de Protección que realice la valoración de riesgo a Galvis considerando que los hechos están relacionados con el desarrollo de su labor periodística”, señaló la FLIP.
Igualmente, la organización solicitó al Ejército colombiano “una respuesta clara, pública y en el menor tiempo posible sobre los hechos denunciados”, concluye.
Ataque a trabajadores de la prensa durante cobertura en vivo en Argentina
Durante la pasada semana se reportaron en Argentina ataques en contra de periodistas de las cadenas de TV LN+ y C5N, quienes fueron golpeados y amenazados con armas de fuego mientras realizaban una cobertura en vivo el pasado jueves.
Según la información publicada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), los comunicadores y camarógrafos fueron agredidos en una localidad de Buenos Aires en la que existen conflictos entre bandas de narcotraficantes.
La SIP ha manifestado su preocupación por las amenazas y amedrentamientos contra los trabajadores de la prensa que se encargan de dar cobertura a los hechos delictivos y de violencia relacionados con narcotraficantes, en su más reciente informe sobre Argentina. En la ciudad de Rosario, se reportaron 300 homicidios ligados al narcotráfico en el último año, lo que da cuenta del preocupante incremento de la violencia.
En El Salvador los ataques contra periodistas los promueve el gobierno
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) manifestó recientemente su preocupación por el incremento de la ola de violencia contra los periodistas, en el informe sobre libertad de prensa reporta 136 casos de agresiones en 2022. En lo que va de año, ya se han reportado 63 agresiones.
Asimismo, informaron desde la APES que el 49 % de los ataques a los comunicadores provienen del gobierno (funcionarios, policías nacionales y Fuerza Armada). En El Salvador existe un estado de excepción permanente (estado de sitio), en el que las personas pueden ser encarceladas sin pruebas. El clima contrario a la libertad de prensa que existe en ese país, ha obligado a muchos periodistas a abandonarlo, mientras que el periódico El Faro tuvo que trasladar su sede administrativa a Costa Rica.
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