La mujer que ha desatado tal alerta a nivel nacional y que presuntamente se podría encontrar contagiada de ébola, ha llegado a España procedente de la Republica Centro Africana y ha sido, con la mayor urgencia posible, trasladada a la Unidad de Alta Seguridad Biológica del Hospital Universitario Donostia destinada a pacientes con enfermedades infecciosas graves. Actualmente se encuentra a la espera de los resultados que en los próximos días confirmen o no su afección.
Así, con la información oficial que hoy mismo ha trasladado el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, el equipo de profesionales del Hospital de Donostia ha puesto en marcha el dispositivo y protocolo en menos de 24h con el fin de ofrecer “la mejor atención a la paciente” garantizando en todo momento su seguridad, así como la del equipo profesional que le atiende. La mujer, indican las fuentes, se mantiene estable y a la espera de los resultados que en los próximos días confirmen o no si tiene el virus.
Una noticia ante la que, como bien han recogido diferentes medios, el subdirector médico de la OSI Donostialdea de Osakidetza, Xabier Zubeldia, ha afirmado que la paciente tiene síntomas compatibles con una fiebre hemorrágico. No obstante, ha considerado “improbable” que sea trate virus del Ébola. “Nunca hablamos del 100%, pero es muy improbable“. Zubeldia también ha informado de que la paciente no está en un estado grave y que, por tanto, no se teme por su vida.
Además, ha añadido para tranqulizar a la población que el Hospital Donostia es uno de los siete centros del Estado que cuenta con una unidad para el tratamiento de esta enfermedad. La persona presuntamente contagiada ingresó de madrugada en el Hospital de Urduliz y ha sido trasladada esta mañana a la Unidad de Alta Seguridad Biológica del Hospital Universitario Donostia de Osakidetza destinada a pacientes con enfermedades hemorrágicas graves.
Procedencia y síntomas por el virus del Ébola
Pero bien, ¿cuáles son los síntomas que hacen de esta patología un caso grave? En primer lugar, la enfermedad por el virus del Ébola tiene una tasa de letalidad de aproximadamente el 50% , que en algunos brotes ha oscilado entre el 25% y el 90%, dependiendo de las circunstancias y de la respuesta. Y, en segndo lugar, no es muy habitual en países occidentales ya que se transmite a los humanos a través de animales salvajes, y posteriormente es cuando se puede contraer entre personas.
Hasta el momento, el brote producido entre 2014 y 2016 en diversos países de África Occidental ha sido el más extenso y mortífero, con más casos y muertes que todos los demás juntos. Y, también cae recordar el último caso de España en octubre de 2014, cuando la auxiliar de enfermería Teresa Romero, contrajo la enfermedad en el Hospital Carlos III de Madrid al tocarse la cara con los guantes con los que había entrado en la habitación del misionero Manuel García Viejo, repatriado e España tras infectarse.
Concretamente y según se conoce hasta día de hoy, este virus se encuentra de forma natural en murciélagos frugívoros. Y, la mayoría de infecciones se adquiere por contacto con: animales infectados al prepararlos, cocinarlos o comerlos; líquidos corporales de personas infectadas, como saliva, orina, heces o semen o por objetos que contengan líquidos corporales de personas infectadas, como ropa de vestir o de cama.
El periodo de incubación desde que una persona contráe dicha enfermedad hasta que comienza a presentar síntomas suele ser de 2 a 21 días. Sin embargo, no se produce el contagio hasta una vez han aparecido los síntomas y entre los más comunes los especialistas destacan: fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor muscular, dolor de garganta, debilidad, vómitos, diarrea, dolor de estómago, hematomas, fallo renal, y hemorragias internas y externas.
No obstante, también hay que tener en cuenta, según ha aclarado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en otras ocasiones que algunos síntomas pueden perdurar hasta dos años después de haber superado la enfermedad: Cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares y articulares, dolor ocular y problemas de visión, aumento de peso, dolor de abdominal, pérdida de apetito, caída del cabello y problemas en la piel, trastornos del sueño, pérdida de memoria, de audición o incluso generar depresión y ansiedad.
En el caso de desarrollar dichos síntomas la persona afectada y aquellas que hayan tenido cualquier contacto con ella deben acudir al médico inmediatamente. Allí comienzará el tratamiento que, aunque todavía no hay ningún tratamiento aprobado que neutralice el virus de forma demostrada, están en fase de desarrollo diversas formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia. Mientras tanto con el fin de reducir los síntomas, se emplean líquidos orales o intravenosos y medicamentos. Tampoco hay aún vacunas aprobadas para el ébola, pero se están evaluando dos posibles vacunas candidatas.
Ahora mismo, según el último boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no hay brotes activos de ébola, según información facilitada a este diario por Médicos sin Fronteras. El Gobierno de Uganda y la OMS declaraban el pasado enero el final de la epidemia de ébola que ha golpeado Uganda desde el pasado 20 de septiembre y que ha provocado 55 muertes y 142 casos. Uno de los últimos brotes conocidos.
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