Lilly España,ha celebrado este lunes y tras años de duro trabajo su 60º aniversario en su centro de I+D en Alcobendas (Madrid). La compañía aprovechó la ocasión para anunciar la expansión de su centro de investigación y desarrollo en el que invertirá un total de 15 millones de euros.Una inversión millonaria que ira dirigida a la construcción de nuevas infraestructuras y al equipamiento para los próximos dos años con el objetivo de compromterse aun más con la salud de las personas.
Una proyección que, además, hará posible mejorar su compromiso con la investigación preclínica a la que, según comunicó la compañía, designará 167 millones de euros en los siguientes cinco años, lo que supone un 30% más respecto a su inversión actual. Y es que, esta inversión es posible gracias a que, durante las seis últimas décadas, la farmacéutica ha consguido a través de su estrategia generar valor, conocimiento y riqueza a nivel nacional con el fin de mejorar la salud y la calidad de vida de los enfermos.
Ilya Yuffa, presidente de Lilly International y vicepresidente ejecutivo de Eli Lilly and Company, junto con Nabil Daoud, presidente de Lilly, han participado en el evento corporativo llevado a cabo para comunicar su enfoque estratégico a la sociedad. Un contexo en el que no han querido perder la oportunidad de resaltar la mejoría de la compañía en su compromiso con el planeta apoyándose en lo que denominan el triple enfoque ESG, (Medioambiente, Sociedad y Gobernanza). Unos objetivos se fijaron en 2020 y se espera poder alcanzarlos en 2025.
Y bien, en este sentido, el Comité de Sostenibilidad de Lilly se creó en el año 2006, aunque entonces se llamaba Comité de Responsabilidad Social Corporativa. Está formado por empleados de todas las áreas, porque hace un seguimiento del impacto ESG en toda la cadena de valor- ya que Lilly cuenta con un Centro de I+D en el que se desarrolla investigación preclínica, tiene una gran actividad en investigación clínica y envía medicamentos a todo el mundo desde su planta de producción -también situada en su sede de Alcobendas-. Este comité lo lidera la dirección de Asuntos Corporativos.
Por tanto, si agrupamos lo mencionado hasta el momento de la compañía, se deduce que el actual propósito de Lilly es unir el cuidado de la salud con la investigación para mejorar la vida de las personas en todo el mundo y así, desde este propósito general se articula la estrategia de sostenibilidad de Lilly España basada en: cuidar el medioambiente (E de Evironment), cuidar a las personas – empleados, profesionales sanitarios y pacientes, y comunidades en las que operamos (S de Society) y cuidamos “nuestra empresa” o cómo gestionamos nuestra actividad (G de Governance).
Medioambiente
Si nos concentramos en las acciones dirigidas a cuidar del planeta, hay que decir que los objetivos medioambientales de Lilly se agrupan en tres temas: clima, residuos y agua. En primer lugar, en relación con el clima, se pretende lograr una mayor eficiencia energética, mediante la neutralidad de carbono, el empleo de un 100% de energía de fuentes renovables y la mejora de la información recogida sobre las emisiones de toda la cadena de valor.
Entre 2016 y 2022 en Lilly España el consumo de electricidad se ha reducido un 20% y desde 2016 el 100% de la energía que consume es de origen renovable. Además, ha iniciado la instalación de paneles fotovoltaicos que se irá ampliando en los próximos años. El primer punto de carga de vehículos eléctricos se instaló en 2010 y en la actualidad disponemos de 16.
En cuanto la reducción de los vertidos, Lilly ha alcanzado su meta de cero residuos enviados a vertedero – todos los existentes se valorizan-. El 100% de los residuos plásticos no peligrosos se reutilizan para usos beneficiosos, ya sean para reutilización, reciclado o valoración energética. Y, en este sentido, por último, se ha iniciado un plan para reducir el consumo de agua. Además de las medidas adoptadas para ahorrar agua en los procesos de producción, se va a llevar a cabo la progresiva sustitución de las plantas de la zona ajardinada por otras autóctonas y más resistentes.
Responsabilidad social
Por otra parte, y ampliando su responsabilidad social más allá del cuidado del planeta, ell impacto social de Lilly España se articula en tres áreas: los colaboradores de la organización, los agentes del ecosistema sanitario – pacientes, profesionales sanitarios y cuidadores- y las comunidades en las que operan como empresa.
En el caso de la plantilla, Lilly se esfuerza por atraer, desarrollar y retener el talento. Para ello, promueve una cultura de diversidad donde los empleados se sienten seguros y valorados en el desarrollo de su trabajo y ofrece desarrollo profesional, beneficios sociales y medidas de conciliación, además de un entorno de trabajo en el que la seguridad y la salud son fundamentales.
La promoción de la diversidad, la equidad y la inclusión se articula a través del Decálogo de Diversidad y se organiza en torno al Grupo de promoción de la Diversidad e Inclusión en Lilly España -los “diversity champions”– que trabajan con 4 tipos de perspectivas: género, discapacidad, generacional y LGBTI. Los puestos de supervisión en manos de mujeres alcanzan ya el 47%. En Lilly la formación de los empleados es fundamental y el resultado es que más del 95% de los puestos de supervisión son fruto de la promoción interna.
Además, la farmacéutica cuenta con el Programa Naturally, el cual promueve estilos de vida saludables y sostenibles basados en tres pilares de actuación: la nutrición, la actividad física y la salud mental. En seguridad de los empleados el objetivo es mantener el indicador “cero accidentes graves”, a través de distintas medidas y campañas de concienciación.
Por otro lado, entre las actividades dirigidas a los pacientes se encuentran los Programas de apoyo a pacientes. A través de asociaciones de pacientes y profesionales médicos, Lilly cuenta con programas de apoyo a cuyo objetivo es facilitar a la persona enferma el cumplimiento terapéutico y apoyarle en la adquisición y mantenimiento de hábitos saludables. La afiliada española, como respuesta a la demanda de las asociaciones de pacientes, ha puesto a disposición de cualquier paciente los materiales de estos programas que se encuentran disponibles en su página web.
Por tanto, en este ámbito, su fin es que cada vez más pacientes puedan beneficiarse de estas soluciones. Para ello, trabaja por mejorar el acceso a los tratamientos. A nivel global ese esfuerzo se concreta en su Programa Lilly 30×30, para favorecer el acceso a una atención médica de calidad para 30 millones de personas en entornos con recursos limitados para 2030. Lilly 30×30 incluye colaboraciones estratégicas con socios externos, como la Fundación Bill y Melinda Gates, y donaciones que apoyan a organizaciones sin fines de lucro, como la Fundación Lilly, la Fundación Lilly Cares y Life for a Child.
En cuanto al impacto en las comunidades en las que opera, la compañía también impulsa otro motor de ayuda social, la Fundación Lilly, que desarrolla actividades para fomentar la ciencia, mejorar la práctica de la medicina y promover los valores del humanismo.Y, otra forma de generar impacto positivo en las comunidades es a través de programas de acción social, basados la mayoría de ellos, en la implicación de los empleados a través del voluntariado.
Lilly en su estrategia se ha propuesto mantener estos programas aportando para llevarlos a cabo el tiempo de sus empleados en horario laboral -3.275 horas en 2023-. Para hacer el cálculo económico, si tenemos en cuenta que el coste medio de la hora de trabajo en Lilly es de 37€, la contribución económica de la empresa en 2022 superó los 120.000 euros, que unidos a los 255.000 € en la inversión para el desarrollo de los programas, suma la cantidad de 375.000 euros destinados cada año a los programas de voluntariado de Lilly en España.
Por último, Lilly cuenta con un código propio de conducta empresarial, el conocido como: Libro Rojo, una declaración de principios que guía las operaciones de la compañía. Estos principios se basan en 11 políticas corporativas –consistentes con los valores de integridad, excelencia y respeto por las personas- y se complementan con el Programa de anticorrupción LEN (Lilly Ética en los Negocios) y el código de la patronal del sector (Farmaindustria), por ello, Lilly transparenta todas las transacciones a profesionales sanitarios y a asociaciones de pacientes. Además, las actividades de investigación se enmarcan en sus Principios de investigación médica y en el Programa de Bioética.
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