Actualmente, cada vez mñas compañías del sector salud y en concreto, del sector farma se encuentran firmementes comprometidas con la tranasparencia respecto a su trabajo y en sus relaciones con los profesionales y organizaciones sanitarias con las que interactuan a diario y que conllevan, habitualmente, grandes movimientos monetarios. . `Por tanto, según los departamentos dirigidos a la reputación, compartir información sobre dicha actividad de manera directa y transparente ayuda a explicar el valor decisivo de su trabajo en la salud de los pacientes.
En línea con esta filosofía, toda empresa adscrita al Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica de Farmaindustria, desde 2016 publica las transferencias de valor y los pagos realizados a profesionales y organizaciones sanitarias en concepto de donaciones, actividades formativas, prestación de servicios e investigación y desarrollo correspondientes al año anterior. Y es que, como afirman desde grandes compañías como Pfizer, “creemos como básico que la sociedad conozca lo que hacemos y cómo lo hacemos. Por ello, participamos en todas aquellas medidas que sirvan para hacer visible nuestro compromiso con la innovación, la ciencia y la salud.”
‘A día de hoy, la colaboración es esencial en una industria como la farmacéutica, porque la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos y su uso adecuado para mejorar la calidad de vida de las personas no serían posibles en los términos actuales sin la estrecha y constante colaboración entre la industria y el sistema sanitario, tanto con las organizaciones sanitarias como con sus profesionales.
Por eso, según afirma Farmaindustria, “era necesario dar el paso adelante de, “transparentar estas relaciones; porque estas colaboraciones implican habitualmente transferencias económicas: donaciones a organizaciones sanitarias para apoyar los servicios que prestan, aportaciones de la industria a los profesionales para facilitar su formación continuada y para costear la prestación de servicios basados en sus conocimientos y experiencia clínica o contraprestaciones por la participación y contribución de centros y profesionales en proyectos de I+D”. Así, la transparencia permite prevenir los posibles conflictos de interés.
Además, no es un secreto para los CEO la importancia de la transparencia para generar confianza con sus clientes, tanto a nivel externo como interno. La comunicación es un aspecto clave en cualquier empresa, y una comunicación transparente y honesta es esencial para el éxito empresarial. Cuando los clientes y los empleados se sienten informados, escuchados y valorados, estáran más comprometidos y motivados en su trabajo. Esto es lo que se traduce en una mayor productividad y un mejor rendimiento empresarial.
Transparencia: principio básico de una buena comunicación en RSE
Ahora bien, en el contexto de la responsabilidad social empresarial (RSE) ligada de forma directa a los objetivos de la comunicación corporativa empresarial, dar a conocer a los grupos de interés cuales son los desafíos, los esfuerzos de la compañía y los resultados obtenidos resulta clave. Pero esa comunicación debe cumplir ciertos principios básicos para que resulte efectiva y abone a los fines de generar cercanía, conocimiento y confianza entre sus públicos y audiencias potenciales.
Principios entre los que destaca la transparencia. Una comunicación en terminos de RSE transparente y honesta aumenta la confianza de los empleados y los clientes. Cuando los colaboradores sienten que se les está ocultando información o que se les está mintiendo, es probable que pierdan la confianza en la empresa y en sus líderes. Por otro lado, cuando se promueve una comunicación transparente y honesta, se fomenta un ambiente de confianza y respeto mutuo. Los clientes y los empleados se sienten más cómodos compartiendo sus ideas, preocupaciones y sugerencias, lo que puede ayudar a la empresa a identificar áreas de mejora y a tomar mejores decisiones en todos sus ámbitos.
En concreto, y según explican expertos en este área, “Cada empresa debe establecer todos los procedimientos a su alcance para comunicar su desempeño en el ámbito de la RSE, apegado a estos principios y a sus valores éticos básicos sin los cuales esta labor perderá el necesario reconocimiento. Esa comunicación debe ser tanto interna -con objeto de afianzar una cultura de la responsabilidad entre todos los órganos de la empresa (directivos, colaboradores, inversores, etc.). Como externa, con el objetivo de hacer llegar su mensaje al conjunto de la sociedad”.
En este sentido, es importante mencionar que para lograr una comunicación interna transparente y honesta, es importante que la empresa tenga una cultura de transparencia y que se promueva la comunicación abierta. Esto puede incluir la creación de canales de comunicación abiertos, como reuniones regulares de equipo, encuestas anónimas para medir la satisfacción de los empleados y la retroalimentación regular de los gerentes y líderes de la empresa. También hay que tener en cuenta que la empresa sea honesta sobre sus desafíos y fracasos, y que se anime a los empleados a compartir sus preocupaciones y sugerencias de mejora.
“Es muy relevante fomentar una cultura de transparencia y promover la comunicación abierta en todos las áreas de las compañías farma. Esto ayuda a la empresa a tomar decisiones informadas, mejorar la eficiencia y productividad, y construir una cultura empresarial fuerte y saludable gracias a sus relaciones y colaboraciones con diferentes colaboradores” destacan los expertos en esta meteria.
En definitiva, la iniciativa de transparencia, que es un proceso vivo que seguirá evolucionando, contribuye a hacer visible en la sociedad el enorme valor de las relaciones entre la industria farmacéutica y las organizaciones y profesionales sanitarios, unas relaciones indispensables y cuya aportación es incuestionable. Un compromiso iniciado hace años que continúa, por tanto, avanzando con la publicación de las sanciones y acuerdos de mediación en cumplimiento del Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica o de las colaboraciones con organizaciones de pacientes. Es un compromiso voluntario de las compañías farmacéuticas en toda Europa.
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