El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, afirma que uno de los principales retos del sector financiero es la reputación. Así lo dijo este 20 de junio durante su participación en el ‘XL Seminario APIE Santander’, bajo el título ‘La economía de la democracia. De la transición y la entrada en la UE hasta la crisis de la pandemia’.
Pese a la mejora de los últimos años, “tenemos mucho camino por recorrer” y, como sector, “tenemos que seguir esforzándonos en comunicar mejor nuestra realidad y nuestra utilidad a la sociedad”, señaló.
“El futuro de un sector, de una empresa o de un proyecto, su supervivencia, su sostenibilidad en el tiempo depende de que la sociedad lo encuentre útil y de que la sociedad quiera que exista”.
Goirigolzarri se ha referido además de a la reputación, a otros dos desafíos a los que tiene que hacer frente el sector financiero: el cambio de hábitos de los clientes unido a la evolución de la tecnología, y la mejora de la rentabilidad.
Sobre el primero, ha señalado que “los clientes siguen modificando sus hábitos a la hora de relacionarse con su banco, siguen acelerando su digitalización, y nosotros debemos dar una respuesta”.
Sobre el contexto europeo, ha expresado también que “la Unión Bancaria permanece incompleta y la Unión del Mercado de Capitales es incipiente”. En concreto, ha abogado por “culminar” el Fondo de Garantía de Depósitos común.
Según Goirigolzarri, “la inexistencia de una unión bancaria y un mercado único de capitales tiene impacto a todos los niveles: deja sin cerrar un problema importante para los países europeos, como es el riesgo de fragmentación, con su consiguiente efecto en las primas de riesgo; y la falta de una unión real es un obstáculo para la consolidación bancaria, ya que no permite aprovechar economías y sinergias a nivel europeo”.
Fase de transformación
Por otra parte, el presidente de CaixaBank ha trasladado que una vez completada la integración “comenzamos la parte más prometedora de nuestra fusión, que es la de la transformación”.
En este sentido, ha recordado las prioridades que recoge el Plan Estratégico 2022-2024 de la entidad: dar un impulso decisivo al negocio, creciendo más allá de las barreras de la banca tradicional; continuar, al mismo tiempo, adaptando los canales de distribución a las nuevas necesidades de los clientes; y todo ello con el objetivo de ser un referente europeo en sostenibilidad.
Estas prioridades, ha añadido, deben llevar a la entidad a alcanzar a cierre de 2024 una rentabilidad sobre recursos propios superior al 12%, una mejora de la eficiencia hasta situarla por debajo del 48%. Y consolidar la posición de fortaleza en términos de capital y solvencia, con el objetivo de generar capital disponible para distribuir a nuestros accionistas por un importe de 9.000 millones de euros en el periodo 2022-2024.
“Unos objetivos muy ambiciosos, pero que creo, con los datos de cierre del primer trimestre de este año, podemos confirmar que vamos en el buen camino para su cumplimiento”, ha subrayado.
También ha puesto en valor iniciativas como MicroBank, el banco social de CaixaBank y mayor entidad europea de microfinanzas; CaixaBank Dualiza, la fundación para apoyar la formación profesional dual; o el amplio parque de viviendas en alquiler social de la entidad. A ello hay que añadir que la Fundación “la Caixa“ tiene una participación superior al 30% de CaixaBank, lo que ha significado un dividendo de 550 millones de euros en el último ejercicio para financiar su labor social.
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