La celebración de las elecciones autonómicas de mayo, sumadas al adelanto de las generales al próximo 23 de julio puede servir de revulsivo a la radio española. Si abril dejó un incremento de oyentes en las radios generalistas superior al 2%, con más de 12,6 millones de oyentes diarios, las principales emisoras se agarran al interés informativo para despedir una temporada marcada por el estancamiento de la Cadena SER y el paso atrás de COPE en su lucha por el sorpasso.
El pasado mes de abril, coincidiendo con la publicación de la primera ola del EGM, Onda Cero se convirtió en uno de los protagonistas de la radio española. La emisora del grupo Atresmedia fue la que más creció, rozando los dos millones de oyentes y sumando a sus filas de 148.00 fieles.
Las dos emisoras líderes comenzaron el año estancadas y recibiendo un toque de atención por parte de los oyentes españoles. La Cadena SER ha sido capaz de mantener el liderazgo, a pesar de no conseguir despegar, manteniéndose en 4.143.000 oyentes.
Objetivo frustrado
Por su parte, COPE parece haber tirado la toalla incapaz de recortar distancias a una SER en horas bajas. El hecho de perder 163.000 oyentes en la pasada ola, hace prácticamente imposible que la emisora de Ábside Media alcance definitivamente el objetivo que ha perseguido en los últimos años, a pesar de haber estado cerca.
Mientras tanto, el reto de RNE pasa por poner fin a la crisis que la ha asolado en las últimas temporadas. A pesar de volver a estar por encima del millón de oyentes, la temporada de la emisora pública no ha sido buena al no conseguir que ninguno de sus programas sea líder de su franja, o luchen por serlo. Un estigma contra el que han luchado, sin éxito, en las últimas temporadas.
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