Una nueva tendencia ha irrumpido en las redes sociales iniciando un debate sobre el consumismo excesivo. Se llaman los desinfluencers y son exactamente lo que parece: creadores de contenido que animan a sus seguidores a no comprar o usar un producto en específico, advirtiendo de su sobrevaloración.
Según IAB Spain, la inversión en influencers en 2022 supuso 63,9 millones del total, aumentando un 22,8% con respecto a 2021. Actualmente, estos creadores de contenido son uno de los grandes motores de la actividad publicitaria en internet, convirtiendo las redes sociales en un catálogo de productos que ‘sí o sí debes comprar’.
Pero la falta de transparencia y honestidad se ha colado en esta actividad comercial, por lo que ha surgido esta corriente, de la que desde PRNoticias hemos querido saber más. ¿Cómo efectaría al sector de la comunicación y el marketing en España?
Para ello, conversamos con Patricia Carrasco, PR & Influencer Manager de la agencia de comunicación 3AW. Ha liderado la estrategia de comunicación e influencer marketing de clientes como JD Sports, Schindler, Powerdot, Moinsa o Juice Plus+, por lo que conoce desde dentro al sector.
¿Qué es un influencer?
Se le llama influencers a quienes tienen la capacidad de influir en la opinión de un gran grupo de personas sobre temas particulares. De hecho, no es un concepto nuevo, pero se ha popularizado su uso a raíz del auge de las redes sociales. En este contexto comunicativo, el término influencer se refiere a los creadores de contenido que utilizan esta influencia para promocionar marcas, productos y servicios de las empresas con las que colaboran.
Entonces, ¿qué es un desinfluencer?
Podría decirse que los desinfluencers son la némesis de los anteriores. Son creadores de contenido que animan a sus seguidores a no comprar o usar un producto en específico, advirtiendo sobre la sobrevaloración, la falta de calidad o el impacto medioambiental de los mismos.
¿Cuál es su principal seña de identidad?
Estos nuevos perfiles, muchos de ellos virales, rechazan las dinámicas comerciales que se llevan a cabo en las redes sociales, como los patrocinios y los intercambios de productos. Esta desaprobación pone en entredicho todas aquellas recomendaciones que inviten al consumismo masivo.
¿Cuáles han sido las razones del surgimiento de esta corriente?
Al analizar esta tendencia, hemos identificado que la falta de transparencia y honestidad que han llegado a caracterizar la actividad comercial a través de las redes sociales, han sido algunos de los factores que han propiciado el surgimiento de la desinfluencia, principalmente en redes sociales como TikTok donde el contenido tiene un matiz más fresco y orgánico. También ha influido una mayor concienciación sobre el consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente.
¿Qué persigue?
Los desinfluencers y el alto grado de aceptabilidad que ha tenido su contenido, sugieren que el mundo de los influencers tradicionales necesita una revisión. Los vídeos realizados bajo esta corriente advierten sobre los peligros del consumismo y desacreditan el contenido de quienes promocionan productos de manera indiscriminada.
¿Está promovida y dirigida a una generación en específico o a todas?
Es una realidad que esta nueva tendencia se sustenta en los ideales de la Generación Z específicamente, ya que es una generación que se caracteriza por su preocupación por cuestiones globales como el medio ambiente, y el consumismo excesivo. Por ello, los desinfluencers se rebelan contra las vidas aparentemente perfectas que suelen mostrar los creadores de contenido más tradicionales, ofreciendo opciones más agradables con el ambiente y con la economía personal de sus seguidores.
¿Qué beneficios tiene esta corriente?
Esta corriente aboga por una mayor transparencia en la actividad comercial llevada a cabo en las redes sociales, por lo que plantea una revisión de todo lo que se ha venido haciendo hasta ahora en el mundo del marketing de influencers. En mi opinión, es positivo que se abran nuevos panoramas dentro de esta industria que no deja de crecer y cambiar, por ejemplo, la corriente de los desinfluencers marca nuevas pautas de creación de contenido publicitario en las que se premie la veracidad, lo que se traduce en un importante avance en cuanto a transparencia se refiere.
¿Y qué riesgos entraña?
Este movimiento liderado por los desinfluencers también podría llegar a esconder otros intereses, convirtiéndose en un arma de competencia desleal para las marcas. Por otro lado, aunque sólo han sido los pequeños creadores de contenido quienes se han atrevido a sumarse a esta nueva ola, la misma se presenta como una oportunidad para ganar más visualizaciones y potencialmente llegar a la viralización. En este sentido, la desinfluencia podría suponer un riesgo económico para quienes viven de los intereses comerciales de los grandes anunciantes.
¿Esta corriente podría crecer al punto de hacer “desaparecer” a los influencers tal y como los conocemos?
Como he comentado, ha sido una tendencia bastante popular en el ámbito de los microinfluencers, y, al ser un contenido polémico por naturaleza, ha podido alcanzar métricas bastante positivas. Sin embargo, es evidente que, al menos por ahora, los desinfluencers no provocarán la desaparición de los influencers tradicionales, aunque sí se ha abierto una nueva manera de hacer influencer marketing.
¿Cuál es el principal aporte de los desinfluencers al mundo de la comunicación y el marketing en España?
En España, donde el mundo influencer se encuentra en pleno auge, se presenta un enfoque distinto para hacer marketing de influencer para las empresas anunciantes. Estas pueden colaborar con estos nuevos perfiles para hacer campañas más centradas en valores, en un consumo consciente y responsable, y con un foco más divulgativo
¿Qué le recomiendas a los creadores de contenido interesados en formar parte de esta corriente?
Al ser una corriente sumamente popular en TikTok, el contenido creado tiene que ser fresco, auténtico y original, como lo es el contenido de esta red. Además, para que funcione, tiene que ir muy en línea con las señas de identidad de la Generación Z y defender sus mismos valores. Sobre todo, recomendaría que sea un contenido donde se vele por la autenticidad y que se haga sin ánimos de ser viral, para favorecer así el engagement con los espectadores.
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