La situación de hartazgo de la plantilla de El País ha alcanzado limites insostenibles. Prueba de ello ha sido la aprobación de las dos primeras jornadas de huelga -a la que están llamadas todas las delegaciones- que celebrarán los próximos 7 y 10 de julio, coincidiendo con el arranque de la campaña electoral. Así lo ha decidido el 94,5% de su plantilla en una votación organizada por el Comité de empresa y que deja abierta la convocatoria de dos nuevas jornadas, el 23 y el 24 de julio, si no se alcanza ningún acuerdo con la empresa.
Es la única solución que han encontrado después de 12 años con los salarios congelados y la negativa de la compañía a escuchar sus propuestas. Fuentes cercanas al Comité de empresa a las que ha tenido acceso en exclusiva este periódico aseguran que, tras los buenos resultados de elpais.com, al alcanzar los 300.000 suscriptores, entienden que es “de recibo” que la compañía tenga un gesto con ellos.
Las mismas fuentes agradecen las palabras de Oughourlian en la última Junta de accionistas, en la que se refirió a ellos como el principal activo de Prisa. Sin embargo, reprochan la falta de consideración en el trato, por parte de la dirección, y más especialmente del Ceo de Prisa Media, Carlos Núñez.
Fue él quien aseguró en la última Junta que estaban abiertos al diálogo, siempre y cuando no se recibieran presiones por parte de los trabajadores. Unas declaraciones que la plantilla ha desmentido con rotundidad. Acusan a Núñez de mentir, ya que llevan años pidiendo mejoras salariales, sin ejercer ningún tipo de presión sobre la compañía, y sin ser escuchados.
La propuesta de los trabajadores
Desde la plantilla de Prisa, piden a Prisa que se respete el acuerdo al que han llegado patronal y sindicatos y que garantiza una subida salarial del 4% para este año, de un 3% para el año que viene y de otro 3% para 2025. Aseguran que, aceptando esta propuesta, la plantilla seguirá sin recuperar las pérdidas acumuladas, pero mejorará la situación de los trabajadores. No obstante, hasta el momento, no han recibido respuesta por parte de la compañía.
Mientras tanto, cada miércoles seguirán tiñendo de luto sus redacciones, tal y como llevan haciendo desde la pasada primavera para dejar constancia de la situación que vive la plantilla. Una plantilla que en la última década ha perdido más del 30% de su poder adquisitivo y ha hecho frente a un ERE y varias oleadas de despidos.
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