Actualmente, la Inteligencia Artificial (IA) ha llegado a las compañías farmacéuticas y del sector salud, en general, para quedarse. Con su implantación está transformando poco a poco la manera de trabajar y comunicar de las empresas. Esta es una de las conclusiones a las que han llegado durante este año expertos en la materia como los directivos de agencias enfocadas en el sector salud (Cicero Comunicación, Tinkle, Atrevia, LLLYC…)
Por tanto, el uso de sistemas de Inteligencia Artificial para mejorar la eficiencia, velocidad y calidad en la producción de medicamentos es un hecho ya que estos sistemas pueden ayudar a las compañías farmacéuticas a reducir el tiempo y los costos de su actividad, mejorar la calidad y precisión de sus procesos, y minimizar los errores humanos. Además, hay que resaltar que este cambio de paradigma se está produciendo a un ritmo vertiginoso. “La IA supone un auténtica revolución que, seguramente, cambiará el mundo tal y como lo conocemos” señalan los expertos.
Es evidente que estas prácticas han adquirido una gran importancia en los últimos años, la mayoría, por no decir todas las compañías que forman el sector, utilizan la IA en diferentes puntos del proceso, ya sea en la investigación, el desarrollo, producción, cadena de suministro o estrategia corporativa. Sin embargo, a pesar de su uso tan generalizado para sacarle el máximo partido a la IA es necesario saber qué necesita la empresa y cómo pedirlo para poder aplicarlo especialmente en la comunicación corporativa de la empresa, donde esta se juega parte de su reputación
Así que, sí, la Inteligencia Artificial puede ser beneficiosa para la reputación de una marca, un medicamento… pero siempre y cuando se emplee de forma ética, responsable y con conocimiento. En el ámbito de la comunicación, la implicación de la IA puede ayudar a las empresas a analizar grandes cantidades de datos y por tanto, identificar cuáles son las tendencias y los patrones, utilidad que puede ser muy valiosa en la toma de decisiones estratégicas. En un evento que tuvo lugar en el mes de mayo, Fernando Gordón, Socio Director de Cicero Comunicación señaló que, “la IA puede ayudar a gestionar os problemas de reputación, ayudando a la monotorización de la conversación o a la personalización de las respuestas”.
Según añade el experto, en las compañías de este sector también se considera que la incorporación de la IA “ayudará a los Dircom a evaluar el interés de una información corporativa según el tipo de medio o según la región en la que se vaya a difundir, pudiendo adaptar el contenido más relevante según la audiencia”. Sin embargo, hay que tener en cuenta que puede tener un impacto negativo, loos expertos apuntan que “la democratización de la IA va a facilitar la creación de noticias falsas las cuáles afectan de forma directa a la reputación de las compañías”.
“Cualquiera con un conocimiento mínimo – continúan los expertos- va a poder difundir información o imágenes falsas en redes sociales de forma rápida, sencilla y anónima”. De hecho, ya se emplean herramientas predictivas que permiteng a las compaías detectar una crisis a nivel comunicacional incluso antes de que surja o se extienda, de forma que las decisiones que se toman son mucho más rápidas.
En resumen, si el contenido generado con IA es empleado sin la supervisión necesaria, podría conllevar muchos errores que acabarían en información falsa, lo que podría dañar la credibilidad de la marca, las personas a su cargo y por tanto, la confianza del público y los pacientes en la misma. En este contexto, los expertos añaden la necesidad de que detrás de la IA exista siempre un equipo humano capaz de liderar la revolución tecnológica y guiar a las maquinas en su creación de propuestas de valor.
Una oportunidad también en los procesos de fabricación
Ahora bien, fuera de la estrategia corporativa y del ámbito de la comunicación, una de las herramientas más utilizadas es el mantenimiento predictivo de máquinas de embalaje, empaque y envase. Este permite: monitorizar las características mecánicas de los equipos, siempre con el objetivo de mejorar la productividad; prevenir reparaciones de emergencia no planificadas; mejorar la productividad mediante el ahorro de tiempo y recursos; y reducir el consumo energético, lo que desencadena además un ahorro de dinero.
Asimismo, a la hora de descubrir nuevas formulaciones, la IA vuelve a tener un papel cada vez más importante. El desarrollo de estas se trata de uno de los procesos más costosos y complejos en toda la industria química, pero también de los que aportan un mayor valor. Conocer o prever el comportamientos de los diferentes principios activos es altamente complejo, y el número de factores que influyen hace que necesite un enfoque creativo. De esta manera, con la IA, las farmacéuticas pueden determinar patrones ocultos que ayuden a los departamentos a proponer nuevas formulaciones, todo ello de nuevo en un menor tiempo y acortando el número de ensayos experimentales
En definitiva, las empresas acuden e invierten en la IA con el objetivo de mejorar cualquier tipo de ámbito en el que se utilice. En el caso de la industria farmacéutica son varios los procesos en los que se ha incorporado y han registrado mejoras, principalmente en cuanto al resultado, al tiempo de desarrollo y a la capacidad de descubrir nuevas fronteras. Con el paso de los años y el desarrollo de las tecnologías aparecerán nuevas utilidades, pero siempre con la idea de mejorar la cadena de producción y la estrategia de la compañía en su totalidad.