Al comienzo de la temporada RNE renovó su programación y parte de su plantel de presentadores para intentar recuperar músculo entre los oyentes. Nueve meses después, y atendiendo a los últimos datos del EGM, se puede decir que no ha logrado los objetivos que se marcaron al comienzo del curso.
La radio pública atraviesa la mayor crisis de su historia. Acaba de cerrar su peor temporada tras situarse dos veces consecutivas por debajo del millón de oyentes. De hecho, hace un año marcó mínimo histórico con 973.000 oyentes.
Unas cifras que alejan a la emisora de cualquier posibilidad de ser una referencia en ninguna franja del día. La última ola del EGM se ha vuelto a traducir en una nueva caída tras la ligera mejora que experimentó en abril. Actualmente cuenta con 1.022.000 fieles, situándose como cuarta radio por detrás de la SER, COPE y Onda Cero, que cuenta con 800.000 oyentes más que RNE.
Pasa desapercibida en todas las franjas
A tenor de los últimos datos se puede afirmar que la temporada de RNE ha sido un fracaso. No obstante, la mala racha de la radio pública no se limita a los últimos meses, pues durante los últimos tres años ha sufrido grandes altibajos, sin superar nunca la cifra de 1.200.000 oyentes salvo en una ocasión.
Si analizamos los datos de RNE por franjas, observamos cómo RNE no es referencia en ninguna de ellas. Su programa más escuchado, Las mañanas, está muy lejos de alcanzar la barrera del millón de oyentes, conformándose con 775.000.
En cuanto a otros espacios como Tarde lo que tarde o 24 horas, promedian 117.000 y 256.000 oyentes diarios, cifras ambas muy inferiores a las de la competencia. Tampoco le va mejor a los deportes, con un Tablero Deportivo hundido y a mucha distancia de su rival inmediato, Radioestadio, de Onda Cero.
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