El 23 de julio deja muchos titulares y muchos análisis políticos. Sin embargo, dejando de lado pactos e intentos de gobierno, hay un protagonista y responsable de los resultados que está pasando desapercibido. Su nombre es Aleix Sanmartín y es uno de los responsables de la campaña que ha labrado Pedro Sánchez y que, presumiblemente, le ha servido para permanecer como presidente del Gobierno, contra todo pronóstico.
Sanmartín es un consultor político que ha trabajado en diferentes campañas electorales de nuestro país. Dos de las más exitosas, las que labró junto a Juanma Moreno y el Partido Popular de Andalucía que acabaron con el liderazgo histórico del PSOE.
Según adelanta el portal EDATV lo logra a través de un programa de big data, patentado por él mismo, que se sirve de la demoscopia y las redes sociales para formar un escenario de análisis propicio que, hasta el momento, le ha llevado a alcanzar los objetivos para los que se le ha contratado.
Tal y como avanza dicho portal, la plataforma creada por Sanmartín -que ha desarrollado inicialmente en países de Latinoamérica- se ha convertido en un elemento clave al que han recurrido los políticos de nuestro país que han acabado siendo presidentes contra todo pronóstico.
El primero fue Juanma Moreno, quien habría pagado 350.000 euros en su primera campaña y 90.000 en la segunda, por los servicios del consultor político. Después Pedro Sánchez quien, tal y como asegura EDATV, habría pagado 600.000 euros al consultor por sus servicios.
La misma información asegura que Alberto Núñez Feijóo tuvo en su mano contratarle y lo descartó, a pesar de los buenos resultados cosechados en Andalucía. Además, se sentó en la mesa de negociación con VOX, aunque finalmente no alcanzaron ningún acuerdo.
¿Quién es Aleix Sanmartin?
El ahora consultor político es un cordobés que fue militante de las juventudes socialistas y que ha sabido crearse una importante agenda de contactos, tanto dentro de la política de nuestro país, como en Latinoamérica.
Él ha sido el encargado de crear su propia herramienta de trabajo, que ahora pone a disposición de los diferentes partidos políticos -tanto en España como a nivel internacional- y por la que llega a cobrar cantidades superiores a un millón de euros fuera de nuestras fronteras.
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